CRÓNICA: VHÄLDEMAR + BLACK OCEAN WITNESS

 

VHÄLDEMAR + BLACK OCEAN WITNESS

19 – 10 – 13

Bilbao (Bilborock)

 

 

No quemar tu propia zona dando conciertos excesivos siempre hace muy especial el rencuentro con una banda. Y eso es lo que ocurre con Vhäldemar, que regresaron con las pilas cargadas con “Metal Of The Word” tras unos años de silencio, sabiendo administrar sus subidas al escenario en su Bizkaia original. Ha habido citas en festivales y en ciertas ciudades donde han podido mostrar su potencial, pero sigue siendo un grupo que cuando reaparece para sus seguidores más cercanos aquello se convierte en una cita especial. Nuevamente lo fue ésta del 19 de octubre en la mítica sala Bilborock de Bilbao. Una noche que se registró en directo por varias cámaras, suponemos que con la intención de editar algo en el futuro. Estaremos atentos a los siguientes pasos del grupo.

BLACK OCEAN WITNESS
BLACK OCEAN WITNESS

Pero independientemente de ese hecho, había ganas de disfrutar de la banda con nuevos temas pertenecientes a su reciente “Shadows Of Combat”, nuevo zarpazo heavy metalero a tope que te pega en toda la cara con la misma fuerza que calidad musical. Para la ocasión contaron con los jóvenes Black Ocean Witness, que recientemente han registrado en los Chromaticity Studios del propio guitarrista de Vhäldemar Pedro J. Monje tres temas reflejo de un prometedor futuro registrado en la maqueta “… We Never Forget”.

BLACK OCEAN WITNESS
BLACK OCEAN WITNESS

En directo aún se apreciaron algunos fallos propios de una banda aún muy nueva. El estilo contrastaba con el de sus compañeros de cartel, puesto que lo suyo es un Deathcore con tintes melódicos introducidos en medio de una gran pegada y agresividad. De su maqueta nos interpretaron los tres temas, comenzando el concierto de idéntica manera con “We Trust”, saliendo a por todas. Tal vez con algo de nervios, pese al disimulo, aunque en seguida recibieron el apoyo de los presentes. “The Enemy” y “American Psycho” fueron los otros temas de su grabación que cayeron en su corto set. Sin embargo, ya tienen más compuestos que apuntan a un futuro primer largo.

BLACK OCEAN WITNESS
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Lo tendrán difícil en este estilo tan trillado en los últimos años, en el que sorprender es tarea cada vez más difícil, pero pueden ganar en originalidad en el futuro inmediato. En directo pusieron la entrega necesaria para agradar a la concurrencia, con un sonido potente que se puede limar más en partes que me pedían más limpieza. En cualquier caso, pueden estar contentos de lo ofrecido para ir ganando nuevos seguidores.

BLACK OCEAN WITNESS
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Llegaba la hora de volver a ver a Vhäldemar encima de un escenario. Grato recuerdo el que conservo de todas las veces que les he visto en directo. Aquí en Bilborock ya montaron una buena hace un tiempo. Ahora con nuevo disco bajo el brazo cargado de temas de los que no nos cabía ninguna duda de su efectividad encima del escenario. Fieles a su estilo, potentes al máximo, y ante todo heavies. Sus seguidores tienen un valor seguro en ellos.

VHÄLDEMAR
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Desde camerinos aparece Pedro Monje tocando la guitarra dando intro al homónimo tema de su nuevo disco. “Shadows Of Combat” fue un comienzo espectacular. !!!A muerte!!! El telón de fondo con el logo de la banda se veía inmenso, como inmensos se vieron los cuatro componentes de Vhäldemar en el escenario. Primera vez que yo personalmente les veía con tan solo una guitarra. Recordemos que antes de la entrada en el grupo de Aitor López, Carlos Escudero esgrimía la segunda guitarra además de hacerse cargo de la voz. Ahora le ha cogido gusto a ser ese frontman que se lleva a la gente de calle con su particular forma de ser, con lo que tras la falta del segundo guitarra que le liberó hace un tiempo de esa labor compartida,  la banda ha decidido seguir con la única guitarra de Pedro. Pero es que este se sobra y se basta. Si siempre nos ha parecido un hacha excelente, ahora mismo ya podemos considerarle como todo un coloso. Es capaz de meter solos y riffs a la velocidad del rayo, multiplicándose para que nadie diga que falta una base más potente. De hecho, de potencia van sobrados estos tíos. Aquello rugía con la fuerza de un cañón. Y no iba a dejar de hacerlo.

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Además, el público se iba implicando más en la actuación. Si en un principio parecía que simplemente estábamos asimilando con asombro el sonidazo que exponía Vhäldemar, con “Dusty Road” un clamor acompañaba a la banda, algo que conectaría directamente con la siguiente “My Nightmare”, cuya melodía fue tarareada a petición de un Carlos que ya comenzaba a comunicarse con la audiencia en una noche en la que nos advirtió de no criticarle por hablar demasiado, ya que esta vez se cortó. Todo un crack en su faceta de enganchar al respetable, constantemente jugando con su pie de micro y sin quitarse prácticamente en ningún momento su visera de Manowar que lucía con orgullo de auténtico fan.

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Un clásico de su segunda obra “I Made My Own Hell” como “Breaking All The Rules” continuaba con esta fase intensa de la actuación, culminando el tramo en un “Rock City” que fue excelentemente recibido. Se nota que ha sido utilizado como single de su última obra. En la gente ha dejado huella. Como los latidos de esa ciudad rockera nos marcó el ritmo a seguir, en una descarga que encontró tras “Action” un pequeño parón para el solo de batería de Gontzal, joven baza tras los bombos y los platos de la banda vizcaína.

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Como suele ser habitual en Carlos Escudero, dedicó “Bastards” a todos esos hijos de puta de entre los que prácticamente solo nos librábamos los que habíamos asistido al concierto de esta noche. Con un siempre son la mismas calles, en un claro guiño a Leize que alguno de entre el público cogió (¡¡esos Leize!!), presentó “Danger Streets” para continuar con la descarga en clara tendencia favorable. Algo que nos llevó a “Metal Of The World”, tema título de su anterior y tercera obra para la que contó con un puñado de niños subidos en el escenario. Ya lo habíamos visto en pasadas citas con la banda, pero en esta ocasión el número de críos se multiplicó, llenando prácticamente el escenario para ayudar en ese himno que será de los que, sin duda, vayan a perdurar por mucho tiempo en sus repertorios de directo.

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Una sorpresa fue que Pedro J. Monje realizara un solo de guitarra, sin acompañamiento de sus compañeros. Si llevo toda la noche haciendo solos. Pero este fue un detalle muy espacial vestido de homenaje a Jason Becker, del cual Pedro dijo maravillas, calificándolo como uno de los guitarristas que más ayudó a evolucionar el mundo de la guitarra. En este caso, él se mostró también como un maestro.

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Tras este impasse el himno que abría “Metal Of The World”, “River Of Bood”, reconectó con la concurrencia ya en la recta final del concierto. Festivo resulto “Metal & Roll”, que apunta a ser una pieza que algún día podría hasta cerrar sus conciertos por todo lo alto. Pero de momento se quedó antes de los que podríamos considerar bises. Y es que todavía tienen clásicos de su primer “Fight To The End”, como “Energy”, todo un reclamo para entonar en una sola voz entre grupo y público.

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Termino este intento de describir esta noche de heavy metal huracanado con una frase literal de Carlos, de las muchas que soltó entre tema y tema y trago y trago. Tranquilos, mientras que nosotros estemos aquí esto no se muere. Eso seguro.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)