CRÓNICA: PRIMAL FEAR + BRAINSTORM + PALACE
PRIMAL FEAR + BRAINSTORM + PALACE
22 – 04 – 12
Villava, Navarra (Totem)
Tanto Primal Fear como Brainstorm son de los grupos que nunca defraudan encima de un escenario. Sobre todo lo digo en el caso de los primeros, puesto que son ya varias veces las oportunidades en las que he disfrutado de sus directos y siempre he salido con una gran sensación. A los segundos hacía tiempo que no se les veía por aquí, pero aún perdura intacto en mi recuerdo el colosal concierto ofrecido en el 2006 en el Metalway de Gernika. Por ello sabía a priori que merecería la pena hacerse unos kilómetros y dormir alguna hora menos ese domingo a la noche. Faltaba confirmación de la tercera banda en discordia, siendo los veteranos Palace los elegidos. La gota que colmó el vaso de las excelencias para todo seguidor del puro heavy metal con fuerte sabor alemán.
Pese a que Palace eran para mi desconocidos hasta el momento del concierto, la banda lleva ya más de 20 años de trayectoria apostando por el tipo de heavy metal que su país siempre ha exportado a nivel internacional, el de esencia más añeja de escuela Accept, influencia que se deja notar en sus canciones. Si alguien decidió llagar más tarde para ver solo a los grupos principales se equivocó. Además, doy por hecho que a quien le guste Primal Fear y Brainstorm no le puede defraudar Palace.
Así quedó constatado cuando un público que en su gran mayoría desconocía los temas no dejó de ir a más en sus señas de aprobación a la banda. Sonaron con la arrolladora potencia que requieren temas como “Between Heaven And Hell”, aprovechando cada segundo de su escasa media hora en escena. Se comieron el escenario como si de unos debutantes se trataran y consiguieron que la gente entonara el sencillo estribillo de “The Healer”.
Pese a que en principio pareciera que el ambiente podría quedárseles algo frío ante una entrada en la Totem que no llegaría a ser todo lo buena que el cartel mereciera, el grupo consiguió campar a sus anchas y plasmar toda la actitud de unos pura sangre como ellos. Movilidad y presencia no les falta a ninguno de sus miembros. Además son unos músicos que viven y sienten este estilo tanto como los allí congregados, descargando con ilusión hasta el final “Machine Evolution”, algo que contagiaron a todos los presentes, que si no les conocían (como es mi caso) se llevaron una sorpresa inesperada. Curtidos en la época difícil de los 90, cuando otros arrojaban la toalla, Palace se mostraron como unos luchadores infatigables.
Otros que surgieron en torno a los 90 son Brainstorm, aunque estos han calado, no sin lucha y constancia, algo más hondo en los seguidores del metal a lo largo del globo. Presentaban nuevo trabajo bajo el título “On The Spur Of The Moment”, del cual cayeron un par de temas. La banda se decantó por un set list más compensado, aunque siempre habrá temas que más de uno pueda añorar, dada la colección de canciones que atesora el grupo.
Andy B. Frank lideró la actuación de principio a fin. Aunque bien secundado por su formación, en ocasiones se puede echar un poco en falta que alguno de sus compañeros ayude al vocalista en la faceta protagonista. Bien es cierto que Andy solo se basta para acaparar todo el escenario e incluso lo que hay fuera de él, puesto que en dos ocasiones se atrevió a cantar entre el personal. El caso es que cuando comenzó a sonar “Worlds Are Comin´ Through”, con la primera de sus sonrisas prácticamente se había ganado el vocalista el carisma de todos los presentes. Claro que no nos vamos a dejar engañar por una imagen, la potencia y la profundidad vocal de la que hizo gala mostraron a un cantante en plenas facultades. Todo congenió para que la actuación se desarrollara de la mejor de las maneras. El sonido, que ya había sido bueno con los anteriores, continuó por esos derroteros para que Brainstorm nos aplastaran con temas como “In The Blink Of An Eye”, encontrando a un público receptivo.
La banda no desaprovechó ni un segundo de su actuación. Cada instante me pareció brillante, como en el caso de “Redemption In Your Eyes” o cuando en “Shiva´s Tears” Andy decidió cantar mientras se daba una vuelta entre el público. “Temple Of Stone” fue una de las referencias de su última obra. Tal vez por entender que aún no sea de los temas más conocidos la banda no esperó ovación, sino que lo enlazó directamente a “Fire Walk With Me”, para mi el momento de mayor impresión de toda la actuación.
A la banda le quedaban bazas para no desfallecer en todo el concierto, algo que consiguió. Porque su actuación me pareció de principio a fin digna de todo elogio. El veloz “Shiver” sacó a relucir las palmas de la concurrencia, ante un Andy B. Frank que no dejó a su vez en toda la actuación de pedir esa respuesta. Con la forma en que estaba mostrándose su grupo no tenían difícil encontrarla. Aún así en “Shadowland” frunció el ceño pidiendo más entusiasmo. Quería que la cosa se caldeara para encarar otro nuevo “Below The Line”.
Sentado al borde del escenario comenzó a cantar “In These Walls”, el más emotivo de la noche, volviéndose a mezclar entre el público. El único percance lo tuvieron con “All Those Words”, lo cual fue una pena porque la manera en que el público coreaba el tema hizo de ese un momentazo que se deslució en parte. Sin embargo, el sonido del bajo dio algún quebradero de cabeza, resuelto para terminar interpretando “Highs Without Lows”.
Hubo agradecimientos a todos los participantes en esta gira que hoy ponía fin, sobre todo a quien está detrás del telón llevando a las bandas. Para todos ellos tuvo palabras el vocalista, sacándoles del anonimato para a saludar al público. Si la banda no se mete demasiado al lado suyo en el papel de frontman, el sonido consistente que le proporciona sumado a sus facultades vocales hace de Brainstorm una banda que difícilmente puede defraudar en directo.
Y es que hay grupos que pareciera que nunca pueden tener un día malo. Otro de esos es Primal Fear, de los cuales he perdido la cuenta de las veces que les he visto y poco o nada negativo puedo decir de ninguna de ellas. Bien es cierto que en esta ocasión pensé que no superarían a sus predecesores, sobre todo porque la primera parte de la actuación les vi demasiado serios, sobre todo a Ralf Scheepers. Es comprensible en su caso, puesto que la portentosa labor vocal que desempeña requiere concentración, pero también se le notó muy atento al sonido que recibía y se le vio algún gesto que buscaba calentar su garganta. En cualquier caso, este tío tumba a cualquiera con su potencia vocal, en tanta o mejor forma que su físico. Y ya es decir.
Precisamente en esos primeros instantes realizó un comentario que me hacía pensar que no estaba del todo cómodo en el escenario a pesar de plasmar buenas interpretaciones. Pidió a la gente que no grabara el concierto, que el show era para vivirlo hoy y no al día siguiente en casa. Creo que no le falta razón y a veces la gente es un poco pesada con las cámaras, más pendientes de coger una buena imagen que de vivir y formar parte del ambiente, pero también es verdad que el rostro aún lo mostraba bastante agrio. También le vimos toser en alguna ocasión, lo cual es una mera anécdota, porque su actuación es digna de un coloso de esto del heavy metal. Esos registros están al alcance de muy pocos a día hoy.
En este inicio de concierto vimos especialmente activo a la guitarra a Alex Beyrodt, muy sonriente. Su pareja a las seis cuerdas fue Constantine en esta ocasión, ocupando la plaza de Magnus Karlsson que no pudo estar en este tramo de la gira. Para nada se notó falta de rodaje en esos duelos sin los que las canciones de Primal Fear no se pueden entender.
La primera parte de la actuación pasó como un ciclón. Estos si que demostraron que venían a presentarnos nuevo trabajo, comenzando de idéntica manera a como lo hace “Unbreakable”, última referencia de los alemanes. Tras la intro arremetieron con “Strike” y “Give´em All”. La velocidad que la banda había cogido continuó con “Nuclear Fire”, siempre bien recibido por sus seguidores, motivo por el que no lo esperaba en una fase tan inicial del concierto.
La emoción se disparó en “Seven Seals”, pero la banda aún no se veía del todo suelta. Tras “Black Sun” nos dimos cuenta de que ya estábamos prácticamente en el ecuador del concierto y apenas nos habíamos dado cuenta. Muy rápido nos estaban despachando cuando llegamos al potente solo de Randy Black, inconmensurable tras su enorme batería.
Ese pequeño respiro marcó un punto y aparte en la actuación, que ya de por sí estaba resultando impresionante. Con el medley de “Where Angels Die”, “Demons And Angels” y “Angel In Black” la banda se soltó del todo y tanto Mat Sinner como Ralf Scheepers se comenzaron a mostrar mucho más sonrientes. Deberían plantearse si este último tema no sería conveniente interpretarlo entero, puesto que la respuesta del público fue la mayor hasta el momento. He de decir que algún agudo del vocalista en este momento me pareció que llevaba algo de truco. Eso o es que este hombre es sobrehumano. Visto como se ve y como canta, todo es posible.
En temas como la balada “Fighting The Darkness” se volvió a disparar la emoción, muy cantada por el personal que también se rindió ante un nuevo himno como “Metal Nation”, probablemente el mejor momento del concierto. Con la banda ya muy cómoda y sin signos de la tensión que en algún momento de la primera parte del concierto llegué a percibir, Scheepers pidió a la audiencia que entonaran esos oes que tanto gustan a las bandas. Con petición o sin ella lo cierto es que Primal Fear se lo habían ganado y aún quedaba encarar algunos clásicos como “Final Embrace” y “Metal Is Forever”. Tres palabras que la gente no se cansó de repetir en cada nuevo estribillo, gritando a pleno pulmón. Ahora los oes ya salían solos
Llegaba el momento en que los músicos se despedían para regresar. No quisieron ser menos que sus compañeros y ellos también dejaron claro que era final de gira y agradecieron todo el trabajo a la gente que les había acompañado. En las presentaciones especialmente notorio el cariño que recibe Mat Sinner cuando coge el micro. Siempre un bajista muy especial y querido.
La banda se atrevió con otro nuevo tema una vez regresó al escenario. “Bad Guys Wear Black” tiene mucha pegada, aunque no reactivó el concierto como lo hubiera hecho algún tema de obras pasadas en ese lugar. En cualquier caso, la banda reservó fuerzas para despedirse con “Chainbreaker” echando el resto, arrastrándonos como un tornado hacia el final de la actuación. Una vez más Primal Fear estuvieron esplendorosos, infalibles en un escenario y redondeando una noche en el que cabe destacar a partes iguales a las tres bandas integrantes del cartel.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)
