CRÓNICA: KORPIKLAANI + TROLLFEST

KORPIKLAANI + TROLLFEST

12 – 04 – 12

Barakaldo (Rockstar Live)

Las ganas de fiesta aumentan el fin de semana, por ello tal vez el ambiente no se caldeó del todo un jueves a la noche para recibir a estas dos bandas nórdicas que casan perfectamente en un mismo cartel. Un centenar de personas se reunieron en una Rockstar Live que se quedó un tanto grande. Sin embargo, ambos grupos dieron todo lo que tenían sobre las tablas y la gente se comportó como merece una noche destinada a moverse con el folk metal que nos ofrecían tanto Korpiklaani como Trollfest.

Estos últimos salieron a escena al principio a verlas venir. Puede que conscientes de que aún no son un grupo conocido. Cuando su vocalista preguntó cuál era su último disco nadie abrió la boca, lo cual no quedó otra que tomárselo con humor. Sin embargo, el público, tras ese inicio más titubeante, entró de lleno en la fiesta troll creada por esta curiosa banda. Su imagen requiere de algo de maquillaje que ensucie su imagen y su propuesta cuenta con instrumentos como el saxofón y el acordeón, que dan ese toque folk a una banda que en la base no deja de ser de duro y potente metal con influencia de lo más extrema.

Sonaron muy rocosos temas como “Legendarik Ol” o “Brakebien”. El mismo cantante se encarga en “Den Apne Sjo” de ayudar a la percusión, dejando por un momento su ubicación al frente del escenario, donde su presencia es imponente y acorde a la propuesta musical que llevan. El tramo intermedio con temas como “Du Kom For Seint”, “Der Jegermeiter”, “Gjetord” o “Korstog” fue el momento de mayor ebullición. La gente reaccionó de manera inesperada proponiendo un wall of death que demostraba que el que había ido no iba a perder la oportunidad de pasarlo bien, y promovidos por la banda reaccionaron a la petición de apoyar al más puro estilo troll, ofreciendo unos fuertes coros en algunos momentos de la parte final de la actuación donde “Essenfest”, “Skogfest” y “Helvest Hundem Garm” terminaron de corroborar la fiesta nórdica y mitológica.

Los noruegos daban paso a los finieses Korpiklaani, que nos venían a presentar su nueva obra “Ukon Wacka”, aunque ni mucho menos se centraron en ella, sino que desglosaron una buena selección de temas de sus siete trabajos discográficos, incluida una última revisión al paso anterior a la formación de Korpiklaani con un recuerdo a Shaman. Por lo tanto pudieron salir satisfechos por ese lado los seguidores del grupo.

Bien es cierto que el planteamiento del concierto tuvo, bajo mi punto de vista, algún que otro reparo, aunque no faltaron momentos tan brillantes como “Kipumylly”, o el inicio tirando de dos temas que podemos considerar ya dos clásicos como “Hunting Song” y “Journey Man”. También vivimos en esta primera parte donde se sucedían los temas a gran velocidad un sensacional “Juodaan Viinaa”, que demuestra que además de ser una banda muy festiva también puede ofrecer música de calidad.

Pero la gente había ido dispuesta a bailar y saltar, cosa que no dejó de ir en aumento en este primer tramo hasta que llegamos al solo de violín, que supuso un respiro con reconocimiento para quien porta el elemento fundamental que hace de esta propuesta algo verdaderamente folk. Sin embargo, los que en el escenario parecen liderar a la banda son el vocalista Janne Järvelä y el guitarrista Cane. Este último se movió muchísimo y no paró de mostrar guiños a los seguidores. Ambos fueron los miembros más sonrientes durante toda la actuación.

Llegaron momentos tan festivos como “Vodka”, con ofrecimiento de botella al público incluida. Está claro con temas como este, “Tequila” o “Beer Beer” que a estos hombres les gusta el alcohol. Desde luego, una jarra espumeante de cerveza puede ser buena compañera para brindar durante uno de los conciertos de la banda.

Homenajearon a Motörhead con “Iron Fist”, donde vivimos de nuevo otro wall of death de un público que, si desconocía a los anteriores en el cartel, era en su inmensa mayoría fiel seguidor de Korpiklaani, acompañando a la banda con saltos y danzas, además de con el apoyo vocal cuando así lo requería el grupo. En cualquier caso, se presentaron a sí mismos con el homónimo “Korpiklaani” y cerraron con esa extensa versión de Shaman “Li Lea Viobmi” que a mi modo de ver hubiera quedado mejor en una fase central del concierto. La gente tenía ganas de bailar y esto les privó de un final festivo con el que hubiera quedado una mayor impresión. Una banda como Korpiklaani es preferible que no se explaye para acabar y vaya a alguno de sus temas más indicados para poner una sala patas arriba. Tan solo una cuestión de orden en el set list que hace que esa última impresión no se corresponda con otros momentos de auténtico gozo del personal. Con ellos nos quedamos como un reflejo más real de lo que el grupo ofreció en directo.

Texto y fotos: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)