CRÓNICA: JUDAS PRIEST + BLIND GUARDIAN + UDO

JUDAS PRIEST + BLIND GUARDIAN + UDO

20 – 05 – 12

Donostia (Velódromo Anoeta)

 

Quien más quien menos apostaba este verano tras ver el paso del Epitaph Tour a que volveríamos a ver a Judas Priest en directo, pese a esa amenaza de despedida de grandes giras. Lo que muy pocos suponíamos era que esa nueva visita llegaría menos de un año después y en la misma gira. Soy de los que lejos de pensar en esto como una tomadura de pelo y una forma de sacar los cuartos al personal me alegré porque el destino me diera otra oportunidad de ver a uno de los grupos más indiscutiblemente grandes de la historia de nuestra música. Ahora bien, también entiendo que el público no fuera tan numeroso como en su anterior visita, ya que con los festivales veraniegos a la vuelta de la esquina es normal que el personal deje de lado lo ya visto y se decante por otras opciones, más cuando la economía no da para muchas florituras.

UDO

En cualquier caso el cartel volvía a ser de lo más atrayente, sumando a los Judas la compañía alemana de Blind Guardian y UDO. Grupos, tal vez, con algo menos de tirón que Motörhead y Saxon, con los que vinieron hace unos meses. También por ello no considero floja la asistencia de espectadores al Velódromo Anoeta. Inferior a la del BEC de Barakaldo en la última referencia, pero no floja. Nunca dejó de haber un excelente ambiente de auténtico heavy metal, conformado por amantes de esta música y no con ese mestizaje que producen otros grupos que atraen en masa un público que solo busca grandes eventos y no pisa en todo el año otro concierto.

UDO
UDO

Todo ello se dejó notar desde que Udo Dirkschneider y su banda pisaron las tablas. No disponían de mucho tiempo, pero lo aprovecharon de una manera inmejorable. Para un artista con la trayectoria tan larga de UDO es difícil contentar a todo el mundo con 9 temas. En este caso si no lo consiguió debió quedarse muy cerca, aunque tampoco me puedo meter en la mente y en los gustos de cada uno. Lo cierto es que dejó representación de todas las épocas de su carrera. Comenzando por el reciente “Rev-Ractor”, con cuyo homónimo comenzaron, escuchándose el clamor del público, fiel al pequeño y carismático vocalista, que no solo había ido a disfrutar de los clásicos. De hecho, tampoco se quedó atrás otro nuevo “Leatherhead”. Claro que si entremedias cae el que puede ser mayor clásico de la carrera de UDO en solitario, como es “Animal House”, los ánimos se tienen que calentar.

UDO

No contó con un sonido del todo potente, lo cual mermó las prestaciones del grupo, en el que hay que destacar como funciona cada una de sus piezas, en una maquinaria alemana precisa que busca movimiento constante en el escenario e interacción, sobre todo entre las guitarras. Sin embargo, el carisma de Udo pesa mucho. Además se encuentra en gran forma vocal y sus movimientos en el escenario enganchan por el simple recuerdo de su época ochentera, de la cual sigue guardando poses inconfundibles.

UDO
UDO

Un paso previo a la actualidad lo dio cuando cayó “Vendetta”, a su época intermedia con “Man And Machine” y, como no, a su etapa de Accept con cuatro temas que hicieron la delicias del respetable allí congregado. “Princess Of The Dawn”, comenzada con el riff de la guitarra de un Stefan Kaufmann colocado al borde del escenario. Intensa interpretación donde no faltó el clamor del público. Como tampoco lo hizo en “Metal Heart”, no solo en su aplastante estribillo, también en la entonación de esa clásica melodía. Así mismo, qué decir de “Balls To The Wall”, que siempre que la hemos visto en directo, con Accept o con UDO, no deja de levantar a todo el público. Y para terminar rescataron un himno que marcó mucho el heavy metal alemán. Ese veloz “Fast As A Shark”, cuya tonadilla inicial comenzamos a cantar todos los asistentes a petición del vocalista, cortando en seco el clamor con ese grito peculiar e interpretado con precisión, clavando bastante fielmente también las partes de los solos de guitarra. No habrá sido su mejor actuación, tampoco es muy normal verle de telonero con tan reducido espacio de tiempo, pero UDO no es de los que defraudan.

UDO

Más de uno pensó en tomarse un respiro en la grada con la actuación de Blind Guardian. Los alemanes se quedan incluso algo modernos para el seguidor medio de un concierto de Judas Priest, pero es que además la fama de directo que tienen hace a muchos renegar. Considero que son uno de los grupos que han marcado un antes y un después en el metal, nadie ha conseguido igualar su sonido y su estilo, pero lo reflejado en discos de forma maravillosa nunca han sido capaces de transmitirlo en directo con la fuerza necesaria, al menos cuando yo he tenido oportunidad de verlos. Siempre muy estáticos, poco cuidadosos con la imagen y muy poco comunicativos. Un directo debe ser algo más que interpretar un puñado de temas.

BLIND GUARDIAN
BLIND GUARDIAN

Pues bien, en este caso debo decir que Bilnd Guardian nos sorprendieron. No se si las críticas les habrán llegado o simplemente han decidido cambiar su propuesta sobre las tablas, pero lo cierto es que Hansi se movió constantemente, gesticuló e interactuó con la audiencia más que nunca. Además de eso, el grupo ofreció un set list para el deleite de todos sus seguidores más tradicionales. Y la verdad que tienen un buen fondo de armario para buscar canciones que han marcado a más de una generación.

BLIND GUARDIAN

Tan solo “Sacred Words” de “At The Edge Of Time” para empezar el concierto supuso una venida a tiempos más presentes. Aquí comprobamos la buena interpretación de la banda y el buen estado vocal de Hansi Kursch. El sonido fue más potente que con UDO y la banda se mostraba motivada para dar a sus seguidores la mejor de sus versiones. Personalmente nunca había visto al grupo salir al escenario con tantas ganas. Vale que no sea ninguno de ellos un músico con esas cualidades innatas de frontman, pero solo pedíamos que en el escenario dieran señales de vida. Hoy lo estaban haciendo y brindaron un concierto que sus seguidores más fieles pueden tardar mucho en olvidar.

BLIND GUARDIAN
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Porque en seguida el grupo pasó a recordar títulos de emblemáticos trabajos como “Welcome To Dying” de “Tales From The Twailight World”, el siempre emotivo “Nightfall” de “Nightfall In Middle-Earth” o “Born In A Mourning Hall” de “Imaginations From The Other Side”. Tres obras que marcan probablemente la época más creativa de la banda y la que más les ha grabado a fuego en el corazón de sus seguidores como unos auténticos iconos del heavy metal.

BLIND GUARDIAN

Con este inicio de concierto las intenciones de la banda estaban más que claras. Lo complicado era mantener ese listón que había levantado al público, que en ningún momento dejó que solo se escuchara a la banda, correspondiendo a cada invitación de Hansi que de lado a lado del escenario hizo que se escucharan las voces del personal en un solo clamor. Lo que se vivió con temas como “Majesty” o “Valhalla” fue un total reencuentro con las mejores sensaciones de Blind Guardian que, por fortuna y como pudimos comprobar en este concierto, no se han quedado en el pasado. Temas muy bien acogidos, sin dejar de lado la calidad con la que ofrecieron “Tanelom”, “Lost In The Twilight Hall” o “Bright Eyes”.

BLIND GUARDIAN

Un repertorio que resultaría totalmente acertado en cualquier festival donde la gente quiere este tipo de repertorio tradicional. De hecho, como si de un festival se tratara vivimos esta noche, puesto que los tres grupos participantes dignos serían de un cierre brillante en cualquier festival al aire libre. Después de las emociones de esa entonación al unísono en “Valhalla”, Hansi nos lanzo un sois los mejores San Sebastian que le salió del alma. Fue la forma en que nos preparó para “Imaginations From The Other Side”, encarando una recta final marcada por el imprescindible “The Bard´s Song – In The Forest” cuyas acústicas solo fueron la calma antes de la fiesta de “Mirror Mirror”, tema en el que sus seguidores tienen la más efusiva de sus reacciones, contagiados de esas melodías épicas y ese estribillo marca de la casa.

BLIND GUARDIAN
BLIND GUARDIAN

Tras más de hora y cuarto de concierto Blind Guardian se despedían saludando desde el escenario con una satisfacción entre los presentes que no había percibido antes en ninguno de sus conciertos que había tenido oportunidad de verles. No es que a estas alturas la banda tenga que demostrar nada, pero resultó sorprendente e ilusionante encontrarnos con una banda reactivada que cosechó un gran triunfo. Solo había que compartir opiniones tras su concierto para comprobarlo. Fieles a una puesta en escena que no cuenta con más parafernalia que un telón de fondo, pero con más vitalidad en el escenario de la que al menos en los últimos años les habíamos visto. Así es como se defiende a ojos y oídos de todo el mundo un legado tan grande como el suyo.

JUDAS PRIEST
JUDAS PRIEST

Un telón cubrió el escenario para preparar todo lo necesario para el concierto de Judas Priest. Teniendo en cuenta que este sigue siendo el Epitaph Tour nos esperábamos un espectáculo visual similar al que vimos hace unos meses y un set list calcado. Así fue, tan solo cambiaron pequeños detalles de las imágenes proyectadas en la pantalla tras la batería de Scott Travis. Sonaba por los altavoces el “War Pigs” de Black Sabbath, lo que ha venido siendo el preámbulo de esta gira a los conciertos de los británicos. Con el tema aún a medias se apagaron las luces, el telón cayó y allí estaban en posición los 5 protagonistas de la velada.

JUDAS PRIEST

“Rapid Fire” nos llevó de nuevo a las fábricas de las que salió el acero británico, hoy combinado con el alemán de los grupos predecesores. Perfecto el sonido y la interpretación de la banda, con unos solos de guitarras marca de la casa a los que ya comentamos en su día que Richie Faulkner les ha cogido el pulso totalmente. El comienzo espectacular continuó con “Metal Gods”, sin tacha alguna en la interpretación de la banda. No quedaría la cosa ahí en esta primera toma de contacto, puesto que “Heading Out To The Highway” fue muy agradecida por los seguidores. Rob Halford constantemente cambió su indumentaria y en este caso del cuero pasó a una chaqueta vaquera que nos recordaba al video clip oficial de este tema. El vocalista se muestra cada vez con más movilidad en escena, nada que ver con lo ofrecido hace unos años. Parecería que hablamos de un joven si dijéramos que va mejorando, pero lo cierto es que desde su retorno a Judas Priest se le ha visto cada vez en mejor forma. O tal vez haga un sobreesfuerzo, porque en el aspecto físico es evidente que está cascado. La imagen durante la interpretación de “Judas Rising” apoyándose en un bastón es algo más que un juego escénico, es prácticamente una necesidad.

JUDAS PRIEST
JUDAS PRIEST

Esto no van con ningún tono crítico, simplemente busca reflejar la realidad de cómo ha afectado el paso del tiempo al metal god, ante el que pese a eso, o incluso por esa merma ante la que se revela encima del escenario con las armas de su talento innato, debemos quitarnos el sombrero. Porque ese hombre es y siempre será una leyenda que tiene aún hoy unas facultades admirables. Hace unos años en este mismo lugar le vimos sufrir más con la voz, pero ahora estaba bordando la primera parte de la actuación al nivel de la parte veraniega de la gira. Así que sabiendo lo que venia me disponía a disfrutar, con la duda de si el bajón llegaría a mitad del concierto, como entonces ocurrió.

JUDAS PRIEST
JUDAS PRIEST

Antes de esas dudas disfrutamos de clásicos como “Starbreaker”, “Victim Of Changes” y “Never Satisfied”. Con la portada de cada disco Halford daba una breve explicación de lo que supuso cada uno de ellos introduciendo el tema en cuestión. 40 años de Judas Priest desglosados en más de dos horas de concierto nos prometió. Eso es lo que tuvimos, con interpretaciones tan emotivas como la de “Diamonds & Rust”. He de admitir que no me había convencido nunca esa adaptación acústica del tema original de Joan Baez, pero esta noche les quedó bordada. Halford mostró buena voz y por si no llegaba, contó con el coro de todo el público. Un tema que otras veces me había parecido descafeinado en este formato me erizó el bello por la conexión existente entre grupo y público.

JUDAS PRIEST
JUDAS PRIEST

Llegaba el turno de venir a la última época de la banda con ese “Prophecy” donde Halford se disfraza de Nostradamus, con un bastón en cuya parte superior se encuentra el logo de la banda y del cual salen chispas al final de tema, en sintonía con los fogonazos que desprende el escenario. La intro de “Night Crowler” llenó la oscuridad dejada tras el anterior, nuevamente con buena interpretación, aunque con un Halford que sufrió un poco en los agudos, pero que no se cortó en intentar llegar a lo más alto. Aunque no bordara la parte más complicada del tema ya me parece suficientemente meritorio lo hecho a estas alturas.

JUDAS PRIEST
JUDAS PRIEST

“Turbo Lover” fue muestra de la comunión entre banda y público. Con cada estribillo arreció el Velódromo, mientras que con cada gesto de Rob Halford aparecían llamaradas a ambos lados de la batería de Travis. Espectacular y punto más alto del concierto hasta el momento. Continuó “Beyond The Realms Of Death”, tras el que de nuevo el más flojo de la noche fue “The Sentinel”. Todo un temazo al que no llega la velocidad de los dedos de Glenn Tipton ni la voz de Halford, que se come las melodías y canta a su aire. Eso sí, el tramo de los solos de guitarra fue brillante. Pese a este pequeño receso esta noche la banda no iba a desfallecer y “Blood Red Skies” ofreció un nivel bastante notable, antes de empezar con clásicos de los que levantan al público por si solos. “Green Manalishi” fue el comienzo de un traca final con la que nada debe quedar en pie. Bien es cierto que “Breaking The Law” vuelve a ser un karaoke para que cante el público, porque Halford elude esa faceta limitándose a guiar al personal con la letra. Hay a gente a la que este hecho le encanta, yo prefería que se hubiera cantado alguna estrofa al menos.

JUDAS PRIEST

Esta vez, además, no tuve la sensación de que reservara fuerzas para “Painkiller”, ya que se había mostrado de voz en muy buen estado. De hecho, el “Painkiller” que se marcó, precedido de solo de batería, superó a los de los últimos conciertos, e incluso demostró poderlo cantar andando y no inclinado sobre los monitores, como venía haciendo. Fue el final antes de los esperados y conocidos bises, que se abrieron con la intro “The Hellion”, para dar paso a un “Electric Eye” cantado por el vocalista desde la parte superior en uno de los costados de la batería. Tras ello los motores de la moto rugieron anunciando un “Hell Bent For Leather” al que le faltó algo de brillantez. La tuvo sin embargo “You´ve Got Another Thing Comin´”. Esta vez Halford no se apoyó en la moto, sino que campó por la parte frontal del escenario con la ikurriña a hombros ayudándose en el publico, que respondía cada vez que el vocalista incitaba a que terminaran lo que él comenzaba a cantar. Nuevamente parecía que se iban, pero un ágil Scott Travis subió a su batería de un par de zancadas y nos preguntó si queríamos una más. Por supuesto que sí. Y dada la hora qué mejor que “Living After Midnight”. La banda se entregó al máximo. Pudimos ver a Halford sufrir a la hora de subirse a las plataformas de los laterales del escenario. Insisto en que físicamente puede tener algún problema, pero en el aspecto vocal diría que está incluso recuperando tono.

JUDAS PRIEST
JUDAS PRIEST

Como la banda, que desde que regresó con su mítico vocalista parece ir en progresión ascendente en el nivel interpretativo. Se les ve ahora más sueltos, ofreciéndonos imágenes que nos recuerdan a los 80. Parece que hay más entendimiento encima del escenario desde que KK Downing se marchara, aunque no quiero decir que se deba a ello. Recuerdo que hace unos años apenas se miraron en el escenario, mientras que ahora podemos apreciar cómo se juntan las dos guitarras en el centro, cómo Halford marca a quien corresponde hacer el solo, incluso chocó la mano con el joven Richie Faulkner y también se acercó en algún momento a Ian Hill, cuya presencia inamovible en la parte trasera del escenario también es imagen característica de la banda. Rasgos que Judas Priest, lejos de enterrar, perece que estuviera resucitando a medida que escribe este epitafio.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lmiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)