CRÓNICA: HAMMERFALL + VICIOUS RUMORS + AMARANTHE
HAMMERFALL + VICIOUS RUMORS + AMARANTHE
10 – 12 – 11
Bilbao (Santana 27)
Nueva venida de Hammerfall a tierras vascas, donde han sido muy habituales en la última década. Un tanto lejos quedan aquellos tiempos en los que había unanimidad en su consideración como una de las bandas principales del resurgir del heavy metal tradicional. La banda ha sufrido un desgaste que se refleja en unos últimos trabajos más flojos que sus ya clásicos de finales de los 90 y la disparidad de opiniones en la red se ha dejado notar, sobre todo a raíz de los cambios de formación. Puede que por todo ello, por la crisis y porque el heavy metal que ellos facturan no está en su mejor momento de popularidad esta ha sido la ocasión en que menos expectación ha levantado la banda sueca.
Lo que no cambia con el tiempo, aparte de su estilo puro de metal, es la costumbre de traernos buenos teloneros que les ponen el listón muy alto. Sobre todo me refiero a Vicious Rumors que actuarían justo antes que ellos, aunque por la disposición del cartel que recibimos pensamos que serían Amaranthe los segundos en liza. Sin embargo, la cordura primó y fue la banda más novel la que se encargó de abrir la velada.
Mucha gente conoce ya esta banda con tan solo un trabajo discográfico que no encajaba en el mismo estilo que las dos bandas siguientes. Estos hacen un metal mucho más moderno, con tres voces al frente y una ligera base de teclados que se dispararon en vivo. Se dejó notar la respuesta de un público que se sabía las canciones de su homónimo debut, siendo recibidos en Bilbao por la puerta grande. El griterío se hacía notar entre los temas, con mucha chica alzando la voz. La presencia de Elize Ryd como voz femenina es un reclamo para ellas. La chica esbozó una gran voz entre sus compañeros contrapuestos, por un lado la agresividad death metalera de Andreas Solveström y por otro la voz melódica y limpia de Jake E, que desarrollaron un complejo y buen papel sobre una base contundente de metal.
Entre los temas ejecutados cabe mencionar “1.000.000 Lightyears” que provocó gran respuesta, el emotivo “Rain” con el lucimiento de la vocalista en solitario, “It´s All About Me” con un estribillo fácilmente llevable al pop pero que enganchó a la audiencia o ese final “Hanger”. Durante la actuación, como fecha de fin de gira que era esta de Bilbao, los roadies de la banda gastaron una de esas bromas típicas de estos momentos cuando salieron al escenario y se dejaron caer como muertos o desmontando la batería mientras que su descarga aún no había terminado. Una propuesta que con tan solo un disco goza de bastantes adeptos. Eso o se empaparon el disco solo para la ocasión, pero lo cierto es que en todos esos que cantaron sus canciones pudimos ver un claro gesto de agrado.
Como era lógico, justo antes que Hammerfall el turno sería para Vicious Rumors. Cabría pensar por la longevidad de la banda, por su trayectoria y por lo que en muchos metaleros supone Vicious Rumors que incluso los teloneros de estos deberían ser Hammerfall. Sin embargo, los americanos nunca han experimentado el reconocimiento de los suecos, con lo que esta es la segunda vez en pocos años que tenemos que verles abriendo para otros. En cualquier caso, supo muy bien su tiempo sobre las tablas y fue suficiente para hacernos una portentosa demostración de puro heavy metal de la vieja guardia que levantó a los que con los anteriores nos habíamos quedado un tanto más impasibles.
Para ellos la banda comenzó la descarga con clásicos de la talla de “Digital Dictator” y “Minute To Kill”, en los que examinamos al nuevo vocalista Brian Allen, otro más en un puesto demasiado cambiante en el grupo, pero normalmente dando con la tecla adecuada. Pese a que oímos previamente a su actuación decir que estaba enfermo, muy enfermo, quien no anduviera escuchando conversaciones ajenas antes del concierto no notaría nada, visto lo que vimos en el escenario. No solo cantó bien, sino que estuvo muy atento con el público y se entregó tanto que terminaría precisamente volando, literalmente, sobre el respetable.
Entre temas tan clásicos como “Down To The Temple” o “Soldiers Of The Night” pudimos apreciar que su último “Razorback Killers” no solo sigue siendo fiel a su estilo, sino que posee temas que perfectamente podrían ser ya clásicos. Y es que uno de los que más me gustó en toda la noche fue “Let The Garden Burn”, precisamente de esa última obra. Tampoco se libraron de las bromas, ya que en este caso fueron los miembros de Amaranthe los que colocaron unas mesas en el escenario y se pusieron a comer en medio de la actuación, algo que aceptaron de buen grado los miembros de Vicious Rumors aunque al principio pareciera que nos les iba a hacer mucha gracia. También le tocó a Larry Howe lidiar con los pipas que se iban llevando su batería, solo que este luchó por mantener en pie el instrumento hasta el final de “Don´t Wait For Me”, con el que se despidieron demostrando la categoría y la historia que lleva detrás la banda liderada por Geoff Thorpe. Aprovecharon muy bien su estancia en las tablas, dieron una lección de clásico y directo metal con sus armas de siempre e hicieron que la noche mereciera mucho la pena para el seguidor más tradicional que no comulgaba en exceso con los anteriores y que no termina de convencerse con esa nueva generación de finales de los 90 encabezados por los que en breve saltarían a las tablas.
A mi personalmente Hammerfall siempre me han convencido sobre las tablas y creo que tienen unos primeros trabajos de lo más recomendables, editados en un momento en el que una nueva generación de metaleros pedían una reinyección en la escena para poder agarrarse a algo más que a los clásicos cedidos por padres, hermanos mayores o tíos. Su papel fue fundamental y hasta hoy puedo decir que nunca he visto un directo suyo que me haya decepcionado. En concreto, tenía fresca la referencia de su escasa media hora en Sonisphere Madrid, a pleno mediodía, que supo a gloria a una numerosa audiencia que decidió retrasar la siesta por verles a ellos.
Con el recuerdo que dejan en la mente uno tiene ganas de volver a verlos siempre. Sin embargo, he de decir que de todas las veces que les he visto tal vez esta sea la más floja. Al menos la primera en la que puedo reconocer abiertamente que la banda telonera superó las sensaciones de Hammerfall. Aún así, no fue un mal concierto ni mucho menos, pero sí que pude apreciar cierto cansancio en esta última actuación de la gira, un Joacim Cans con la voz un tanto cascada y un Oscar Dronjak que no desarrolla la actuación en la misma sintonía que sus compañeros. Vi a Pontus Norgren y a Fredrik Larsson bastante a su aire, mientras que en el otro extremo Oscar hacía la guerra por su cuenta. Los que les hemos visto con Stafen Elmgren y Magnus Rosen pudimos ver hace años una banda bastante más unida sobre el escenario.
También han quedado atrás los espectáculos estudiados para paulatinamente pasar a actuaciones más sobrias, sin el fuego que fue un elemento habitual de sus conciertos, y con unos trajes bastante menos llamativos por parte de los componentes. Con todo ello no creo que hayan perdido efectividad sus conciertos, pero sí que es verdad que en noches que no están tan finos ese tipo de aspectos pueden hacerlo disimular en una parte. En cualquier caso, teniendo en cuenta la cantidad de gente que levantó la mano cuando el vocalista preguntó quién estaba viendo a Hammerfall por primera vez (prácticamente la mitad de la sala), muchos no tendrán la posibilidad de entrar en estas comparaciones. Tan asombrado como yo mismo debió estar Joacim que zanjó el asunto diciendo que siempre que dice algo todo el mundo grita, porque parecía increíble que tanta gente estuviera por primera vez viendo a Hammerfall esta noche. Por supuesto que también se hizo notar el personal cuando preguntó quién había visto antes a la banda, aunque no cabe duda de que muchos estuvieron o viendo el Madrid – Barcelona o en el tributo a Chuck Schundiner de la Bilborock, porque allí faltaban algunos fieles que en otras ocasiones no fallaron a los templarios.
La descarga ofreció una colección de temas de todas sus obras que debía contentar a todo el mundo, ya que para nada se centraron en presentar su nuevo y discutido “Infected”. Sí que empezaron con “Patient Zero” para que supiéramos en qué gira estábamos, pero rápido pasaron a un clásico celebrado desde la entrada de la batería de Anders Johansson como “Heeding The Call”. El batería sí que estuvo como siempre. De hecho, en las presentaciones Joacim se refirió a él con un siempre tan joven. La banda juega al estilo Saxon con lo de viejos y nuevos temas. Y es que desde finales de los 90 ya ha llovido algo. “Any Mans Necessary” mostró la fuerza de un single con buena pegada para el directo. De su última obra “Bang Your Head” fue de lo que mejor les quedó, dando paso a otro single como “Blood Bound” que es nuevamente garantía de resultado en directo.
Posteriormente pasaríamos más sin pena ni gloria por “Let´s Get It On” y por “Last Man Standing”, para resurgir con “Renegade”, otro de los mejor recibidos por la concurrencia. La balada elegida fue “Always Will Be” en la que Cans se excedió dejando cantar al público en cada estribillo, teniéndonos que conformar con la parte final en la que sí se atrevió a llevar su voz a esos registros más agudos que acentúan su peculiar forma de cantar. Probablemente cuando mejor vimos a la banda fuera con un atronador “Riders Of The Storm”, continuado por el clásico y directo “Steel Meets Steel”. Aquí vimos a la banda en su mejor tono, roto en parte por un “Legacy Of Kings” en el que Joacim Cans no anduvo muy fino que digamos y en el que se notó bastante la distancia entre los miembros del grupo. Mientras que Oscar Dronjak en cada estribillo levantaba el puño como habitualmente nos han acostumbrado en este tema, sus compañeros de bajo y guitarra permanecían bastante más indolentes.
Continuaron con un tramo que debía ser el éxtasis de la noche para los seguidores más tradicionales de la banda sueca, uno que siempre deja buen sabor como “Let The Hammer Fall”. Me sorprendió que no lo eligieran para justo antes de los bises porque hubiera dejado el ambiente más caldeado que “The Dragon Lies Bleeding” y “The Templar Flame”. Claro que si con lo que van a retomar la descarga es con “One More Time” el contraste podría ser demasiado grande, puesto que el single elegido para presentar su última obra no creo que pase a los anales como una gran canción, aunque parece especialmente diseñada para aparecer en este lugar. El final del concierto con “Hearts On Fire” y con los miembros de las bandas acompañantes en el escenario como fin de gira sí que puso las espadas en todo lo alto para finalizar la descarga con el sabor de boca de otro de esos temas de puro heavy metal directo y con estribillo que cantar hasta la saciedad. Un final festivo y metalero al máximo que fue de lo mejor de una descarga con algún altibajo, algo a lo que no nos tiene acostumbrado un grupo diseñado para el directo que seguro en esta ocasión contentó a los muchos que decían verles por primera vez, pero que no superó el recuerdo de anteriores actuaciones en los que les hemos visto unas cuantas veces.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN OUBEL (mari@lamiradanegra.es)
