CRÓNICA: DEF LEPPARD + WHITESNAKE + EUROPE
DEF LEPPARD + WHITESNAKE + EUROPE
23 – 06 – 13
Donostia (Donosti Arena)
En la percepción de las artes la subjetividad personal goza de una importancia vital a la hora de dar una opinión. Podría valorar de dos maneras diferentes cada una de las actuaciones que disfrutamos esta noche. Si me salgo fuera de mi cuerpo y dejo mi corazón a un lado, diría que Europe es una banda en forma que despachó con solvencia a todos sus seguidores, que Whitesnake no anduvieron del todo finos y que su líder David Coverdale no puede llegar a los registros de antaño; y que Def Leppard ejecutaron de manera perfecta, con gran espectáculo y muy buen sonido, un repertorio plagado de clásicos soñados desde hace años por todos sus seguidores. Pero si me meto de nuevo dentro de mi cuerpo diría que Europe es un grupo al que es un lujo ver defender su música con la autenticidad que el éxito no les permitió en los 80, que Whitesnake me pusieron los pelos de punta y que, pese a sus defectos, fue la actuación que más me gustó; y que Def Leppard me dejaron mucho más frio de lo que debiera un espectáculo y un repertorio plagado de clásicos. Sea cual sea el plano en el que me ponga ninguna de las anteriores afirmaciones es falsa.
Para nosotros la jornada de rock comenzaba a las 16:00 con Overloud. Y es que el futuro ya no son los grupos que tocaban en el Donosti Arena por más que nos pese. El futuro tiene que ser bandas emergentes que tienen que agudizar el ingenio para poder llegar a más gente. Overloud decidió tocar en plena calle, en los aledaños del estadio de Anoeta, para atraer la atención del público que, tal vez por sorpresa, se encontrara con ellos de camino al recinto del gran evento. Y les salió bien la jugada, a pesar de los problemas de tocar en estas circunstancias. Pantalón roto de su vocalista como anécdota incluida.
Consiguieron que un puñado de personas permanecieran fijas ante el improvisado escenario, disfrutando de la savia nueva de esta banda de hard rock con influencia del corte más tradicional. Seguro que las tres bandas que tocarían después son referencias, aunque no pudieron clavar un improvisado “Animal” de Def Leppard. Y es que más bien grupos como Guns ´N Roses o Mötley Crüe son los que están de lleno en la onda de su propuesta. De ahí un “Wild Side” de estos últimos que sí que sonó íntegramente haciendo las delicias de los que quisieron disfrutar del hard rock en vivo desde primera hora de la tarde.
Presentaron temas de su único trabajo “Past Has Gone… Today Is Done”, con estribillos tan memorables como “Broken” o “Hell is Getting´ Closer”, pero sobre todo el grupo dejó claro que ya trabaja en un segundo disco que llevará títulos como “Homeless” o un “Swallow My Love” que interpretaron en dos ocasiones, añadiéndolo como bis ante la insistencia del público y después de los problemas que en la primera ocasión tuvieron con una de las guitarras. Esta vez sí que fue perfectamente ejecutado y además contó con mayor respuesta ante la insistencia de animar el cotarro de la banda.
Quería dejar constancia de esta iniciativa de la banda donostiarra y que no caiga en saco roto tampoco para este medio de comunicación, porque ellos también formaron parte de nuestra tarde noche de música en directo.
Ya de lleno en el Donosti Arena el ambiente se iba caldeando. No llegó al lleno, pero la entrada fue bastante buena, con una pista bastante repleta, así como la zona habilitada en las gradas. Había visto conciertos en el estadio, en el velódromo y en el polideportivo de Anoeta, pero jamás había pisado este recinto. La sensación es que es de todos los lugares el de peor acústica. La forma de cúpula del techo no lo convierte en el mejor lugar, aunque luego Def Leppard demostrarían que se puede llegar a sonar nítidamente. Pagarían más el pato Europe y Whitesnake.
Los suecos sobre todo lo hicieron al principio, yendo poco a poco a mejor, pero sin llegar a dejar de tener cierta sensación de bola sónica. Eso no impidió que Europe demostrara un gran estado. De hecho, dentro de las bandas emergidas en los 80 son uno de los que más activos se muestran, sin estancamientos y con ideas nuevas para cada nuevo lanzamiento. Y si alguien se piensa que viven de rentas es que no ha escuchado sus últimos trabajos. De hecho, incluso me hubiera gustado que en el repertorio hubiera aparecido ese “Start From The Dark” que titulaba su obra de regreso tras un largo parón y que para mí refleja mucho de lo que supone la nueva etapa del grupo. Pocas veces a un grupo con clásicos que se quedan irremediablemente fuera le pediré que toquen temas de lo último, pero es que creo que su grandeza como músicos se refleja en esos nuevos trabajos, que desde luego no han buscado a las masas sino a los amantes de la música sincera que Europe sigue proponiendo en su último “Bag Of Bones”, el cual empezaron a desgranar con “Riches To Rags” y “Firebox”.
Por supuesto que no rehuimos de los clásicos y ellos tampoco. Y es que hay que reconocer que en grandes recintos estos temas difícilmente van a levantar esa euforia de temas como “Rock The Night”, que puso todos los brazos apuntando al cielo y por fin hizo atronar el recinto. Un recinto que ya había sucumbido ante la elegancia de “Supertitious” y a una balada grande de todos los tiempos como “Carrie”, que no me esperaba en un repertorio corto de apenas una hora. Tampoco me esperaba un “In The Future To Come” antes del cual Joe Tempest recordó los 30 años de historia de la banda. Y es que este es uno de los temas de la primigenia etapa de Europe. Incluso podemos encontrar imágenes del grupo interpretándola siendo apenas unos niños, antes de llegar a la clave del éxito de un tema como “Final Countdown” que sigue provocando la locura en cuanto comienza a sonar ese teclado. Pero siendo consecuentes con lo que la banda ofrece a día de hoy, este vino precedido por un “Last Look At Eden” fantástico que sus actuales seguidores saben valorar.
En el plano escénico les vimos alejados de lo que suponía aquella banda que encandiló a toda una generación de jovencitas. De aquello queda la forma de mover el pie de micro de Joey Tempest, que no paró como gran frontman que además mantiene unas facultades vocales que en “Girl From Labanon” brillaron especialmente. Pero está claro que hoy en día la imagen es mucho mas sobria sobre las tablas y que alejados de ese maremágnum que se los tragó tras el gran bombazo hoy en día Europe son un grupo mucho más centrado exclusivamente en su música, con una comunión en directo con sus seguidores muy apasionada, pero sin aquella fiebre adolescente que tal vez nunca les hizo falta.
Me moría de ganas por ver a Whitesnake. Hace pocos años que estuvieron por aquí, pero yo me los perdí. Así que esta era la primera vez que tendría oportunidad de ver a la banda y con ella a una de las figuras más importantes de la historia de nuestra música. Ni más ni menos que el señor Coverdale. Y pese al paso evidente e inexorable del tiempo no defraudó desde que salió de camerinos. Desde allí abajo este ya empezó a saludar a los seguidores que desde la grada podíamos ver esa parte del backstage. Y este no se escondió para nada, ni se apresuró a subir el escenario. Sin comenzar la actuación solo un gesto ya era suficiente para levantar a una parte de los asistentes, algo que luego se reproduciría nuevamente. Allí donde posaba la vista la gente correspondía.
Coincide el año de la serpiente para los chinos con el 35 aniversario de la banda, así que a la banda le viene de perlas tal efeméride para colocar un gran telón que así lo expresa de fondo de escenario. El comienzo es sin reservas, con uno de los grandes clásicos. “Give Me All Your Live” sirve para entrar en calor sin previos. Directos al grano. Y la gente no reservó sus gargantas tampoco, apoyando a un vocalista que campó una y mil veces por la pasarela central, entregado en todo momento, con una figura por la que han pasado los años pero que sigue conservando ese glamour que solo él ha tenido en el mundo del rock. Hay más guaperas en este mundillo, pero David Coverdale lo es por excelencia.
No fue todo perfecto, ni mucho menos, tras “Ready An Willing” Coverdale se pilló un rebote de campeonato tras enredarse con el cable de la guitarra de Doug Aldrich y casi tirar el pie de micro de este. La tardanza de uno de los pipas en actuar provocó la ira del vocalista. Por fortuna la sangre no llegó al rio y pudimos seguir disfrutando de una actuación con momentos que me erizaron el bello como a un chiquillo. Entre ellos “Don´t Break My Heart Again” y, cómo no, “Is This Love”. Independientemente de que tengamos que irnos años atrás para encontrar a David Coverdale en plena forma, este sigue poseyendo un poder de atracción que dejó impreso en composiciones como esta.
Un detalle bonito fue dedicar “Gambler” a Mel Galley, Cozy Powell y Jon Lord. Pese a que sea difícil encontrar a una persona en el planeta capaz de saberse de memoria las formaciones de Whitesnake ha habido músicos que han dejado su huella en la banda. Entre ellos se encuentra el mítico Tommy Adridge, que estuvo fabuloso con las baquetas. Sin querer hacer de esto un duelo, su solo de batería se comió al de guitarras de Doug Aldrich y Reb Beach, momento en el que el vocalista puede tomar aire.
Puede que “Forevermore” no fuera el tema más esperado, resultó un momento lleno de encanto en unas tesituras que Coverdale sí se puede permitir cantar de una manera menos forzada. Una pena que “Bad Boys” no fuera interpretada de la manera más certera. Esto y el sonido algo embarullado hacían difícil en algún momento seguirla. Pero este y los clásicos que cerrarían la descarga iban a hacer que allí todo el mundo se rindiera sin remisión. Y es que “Fool For Your Loving”, “Here I Go Again” y “Still Of The Night” dejan a uno sin palabras, simplemente sintiendo la emoción del momento. Con un vocalista que con un registro cascado fue capaz de sacar lo mejor que lleva dentro. En otros momentos queda muy envuelto por los coros de sus compañeros, pero esa parte central no tenía trampa ni cartón. Es lo mejor que puede dar en la actualidad con la merma propia del paso del tiempo, pero para nada decepciona. Tanto es así que un público puesto en pie también en las gradas despedía al grupo con todos los honores.
Porque en la música hay muchos componentes a parte de la calidad con la que se ejecutan unas canciones, aparte del sonido, aparte de un estado de forma. Se trata del alma, del corazón, de esa parte visceral que Whitesnake supo exponer. Y no hubiera estado de más que Def Leppard hubieran tomado nota. No fue mala la actuación de los melódicos británicos, ni mucho menos. Casi diría que en ejecución y sonido fue impoluta, además con un espectáculo visual que contaba con una gran pantalla en el fondo del escenario que conjugaba imágenes del directo con repaso a modo de mini documental de la época dorada del grupo. Así, hubo momentos emotivos cuando pudimos ver al fallecido Steve Clark como si aún formara parte del grupo. Además de eso, el repertorio fue de lujo para todos los seguidores del grupo, centrado en la etapa de los 80 y con íntegra interpretación del “Hysteria”. Sin embargo, nunca me llegó a transmitir esa entrega por parte de la banda que vi en los predecesores.
Serán cosas mías, o puede que se me hagan muy blanditos. No lo sé, pero 17 años después de su última visita por nuestra tierra deberían de haber convencido más. Aún así, incuestionable la calidad de lo expuesto, con un Joe Elliott que conserva muy bien sus facultades vocales y con Phil Collen y Vivian Campbell como una sensacional pareja de guitarristas. Juntos se marcaron un “Switch 625” de verdadero lujo. Nos alegró ver a este último en buenas condiciones pese al tratamiento de un cáncer que esperemos supere definitivamente.
La banda comenzó enganchando con “Let´s Go Rocket”, pero posteriormente ese efecto se difuminaría salvo en momentos puntuales como el esperado “Pour Some Sugar On Me”, que nos despertó de un precioso y bien ejecutado “Love Bites”. Pero es que ahí faltaba algo más de actitud netamente rockera. Eso no fue óbice para que el respetable en buena medida reaccionara con entusiasmo levantándose en las gradas. Supongo que todo tendrá que ver con lo fanático que te consideres. Yo me quedo con “Armageddon It” o “Gods Of War”, de nuevo precedido por un video del pasado del grupo en su momento de explosión y números 1.
Desde luego, momentos brillantes los hubo, la banda gozó de un sonido que ya hubieran querido sus predecesores y el espectáculo visual fue fantástico. Pero también hubo una parte del público que siendo domingo decidió marcharse a lo largo de la actuación para descasar algo más, lo cual no debería ocurrir si la banda nos enganchara como es debido. Aunque tras los bises “Rock Of Ages” y “Photograph” los oes arreciaron, no sé hasta qué punto los no estrictamente seguidores acérrimos del grupo pudieron quedar satisfechos. Hacía tiempo que se reclamaba la vuelta de Def Leppard por aquí y la alegría de haber visto a unos grandes no nos la quita nadie, pero el balance es un poco contradictorio. La siguiente frase la puedes cortar antes de los puntos suspensivos si quieres quedarte con el mejor recuerdo: Perfecta plasmación de los temas, gran sonido y mejor repertorio, banda compenetrada y musicalmente impecable… pero me faltó algo más de espíritu y actitud que identifica esa pasión que debe tener el rock. Es solo una percepción subjetiva.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)
