CRÍTICA: VORTEX – CONFESSIONS
(Confessions)
7´5/10
No solo sorprende por ser un primer disco, también por la juventud de sus miembros; algo que muestran no tener reñido con la madurez aquí expuesta. Saben el sonido que quieren conseguir, el estilo que quieren lograr, y además son capaces, por intuición o por su propio trabajo, de salirse de lo más estereotipado entre sucedáneos de las mismas raíces.
Lo suyo es un metal moderno que recuerda a muchos frentes distintos. A mí se me vienen mucho a la mente fundamentalmente las bandas americanas de este estilo. Grupos como Shadows Fall o God Forbid son referentes de la línea que pueden llevar estos pontevedreses llamados Vortex. Independientemente de ello lo indudable es que estamos ante una banda cañera de metal actual. Si observamos cómo suenan las guitarras de “Eternal Darkness” veremos cómo grupos de thrash de los 90 tampoco andan muy lejos. Hay cierto regusto a Pantera. Por otro lado, su alternancia melódica y agresiva, enlazada de manera muy dinámica y lejos de la monotonía de otros grupos. Recuerda puntualmente a Machine Head. Pero si les pongo esa etiqueta de nuevo metal a secas es porque estoy muy lejos de intentar dar la impresión de que estamos ante otro de los muchos grupos con los 90 más contundentes como referencia, muchos de ellos desembocando en un repetitivo metalcore. Para nada es el caso.
Vortex brindan un juego de guitarras con una versatilidad destacable. Un sonido que perfectamente se amolda a la elasticidad vocal que demuestran en los temas. Siempre hay un riff contundente, pero igualmente queda espacio para detalles que se salen de típicos solos. Han sabido entrelazar muy bien el juego que pueden dar las seis cuerdas sin por ello dar sensación de algo excesivamente retorcido. Es una gozada ir pasando por temas que ya tienen un estilo tan personal como demuestra “Violent Inside” o el primero “Piece Of This Heart” y que sin ninguna extravagancia consiguen salirse de la saturación del actual panorama de bandas. Hay una sensibilidad dentro de una dureza muy presente, algo que el homónimo “Confessions” o “One Last Breath” demuestran, pasando por temas que pese su velocidad pueden tener un punto de vista más o menos melódico como “Stay Away” que desde el principio parece que busca ser tarareado, mientras que “This Is Hell” es un tema bastante más rudo o “In Danger” se vuelve de lo más frenético. Casi percibimos el peligro.
Es curioso cómo es capaz la banda de tener un estilo que puede hacerse asequible. Por ejemplo, “How The Story Ends” es un tema con una ligereza que a los que estén mínimamente habituados a la caña con melodía no tardará en atraparlos, aunque tampoco lo considero una de la mejores piezas del disco. Cierran con un tema tremendo que alterna varias tesituras siempre con una intensidad absoluta. Una pieza que se hace especial para terminar el disco como es “End Of Something New”.
Sorprende la madurez y la consecución de un estilo tan personal en un primer disco, de ser capaces de salirse de lo reiterativo, más en esta línea dura con melodía que ellos proponen. Ante ello ganan las buenas sensaciones, el gran disco que nos han dejado para disfrutarlo y el futuro que prometen.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
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