CRÍTICA: RHESUS – LA CASA DE LAS SERPIENTES

 

RHESUS

(La Casa De Las Serpientes)

9/10

 

 

 

Nos hicimos eco en este medio del gran sabor que nos dejó “La Santa Muerte”, su anterior obra, que en mis oídos ha durado hasta la actualidad. Pues si cabe ese eco retumba ahora con más fuerza cuando tres años después nos presentan un disco que corrobora aquellas brutales sensaciones de una banda henchida de fuerza. Así se presentan nuevamente con “La Casa De Las Serpientes”, tercer lanzamiento en 10 años de carrera de los de Toledo. Un disco que vuelve a resultar aplastante, si cabe con una mejora en el sonido extraído en este caso en gran parte de los Sandman Estudios de Carlos Santos en Madrid y en otra parte de los Jenny Records estudios de su Toledo natal.

Estamos un poco saturados de propuestas cañeras que van a más de lo mismo, y se agradece que una banda que puede tener una base importante a medias entre el thrash noventero, pinceladas de death melódico y algo de metalcore también sea capaz de aportar unos toques de originalidad que les hacen marcar una diferencia.

Es un trabajo impecable en todos los aspectos, con ritmos demoledores a cada golpe que te dejan seco en algunos cambios, riffs de guitarras que te aplastan, un bajo que hace retumbar los cimientos y una voz con una variedad de registros que tus oídos agradecen. Y es que aquí no existe la monotonía. No solo hablamos de una banda que te pasa por encima, que sabe meter tralla y ya está. Esos registros alternados entre lo gutural, lo rabioso y lo limpio dan un juego espectacular a una obra que nos acribilla a base de excelente metal.

Desde  el inicial “Mi Pequeño Planeta”, donde la banda se presenta con todas sus señas de identidad vamos pasando por 10 cortes que no dejan de meternos caña ni de sorprendernos. La banda no solo pega fuerte con su solidez musical, también con algunas letras cargadas de odio, de crítica y de intención, como pueden ser “Hienas Y Lobos” o “Ciegos”. Recomendable seguir los textos para no perderte lo que dicen las partes más guturales.  Pero por otro lado Rhesus nos deja una balada a su manera, llamada “Medusa”. Con sus características de agresividad y fuerza se han marcado una power balad con una parte central mucho más intensa que se eleva en fuerza, pero una balada al fin y al cabo. Parece que algo de los 80 también conservan en su influencia, aunque lo traigan a un terreno moderno. De hecho, también hay unos solos de guitarra fabulosos que la banda no suele dejar de lado. Hay nivel para ello y resultan acribilladores, afilados como cuchillas. Estos se mezclan con temas con el odio de “Jodete Y Baila”. Aunque para odio lo que el grupo nos deja en el final “S.T.U.P.”, donde se olvidan de la melodía para no dejar títere con cabeza en un ataque directo, sin previo aviso, a la iglesia.

Se quedan a gusto, como te dejarán a ti si te metes en este torbellino y lo disfrutas a tope, como ha sido mi caso. Imponente trabajo nuevamente el que nos han hecho llegar los de Toledo.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Blood Fire Death (www.bloodfiredeathpromo.com)