CRÍTICA: LAMPR3A

LAMPR3A

(ESnSE)

8´5/10

Hay veces que resulta irrisorio tachar de debut a una obra, pero es ante lo que nos encontramos. “ESnSE” es el primer larga duración de este grupo vasco del que ya nos hicimos eco con un EP que, de la misma manera, parecía mucho más que una carta de presentación como fue “Neurocoalescence” en 2017. Y es que hablamos de tres músicos experimentados como son Mikel Gomez (Childrain) en la batería, J.I. Izaguirre en el bajo y Borja Mintegiaga (Baalphegor) en la guitarra. Tres músicos que han tenido el valor de crear una propuesta musical instrumental bastante experimental donde dan rienda suelta a la técnica y a la creatividad ilimitada que llevan dentro. Que no se os vengan a la mente otras propuestas instrumentales que hoy, por suerte, están bastante en boga como El Altar Del Holocausto, Ciconia o Toundra, que a su vez son muy diferentes entre sí. En el caso de Lampr3a estamos ante un estilo mucho más agresivo, con un tinte de metal contemporáneo que nos deja toques de Meshuggah, pero suficientemente original como para que merezcan su propio lugar en el actual panorama.

Cuando se llega más allá de los sentidos, como es el caso, tenemos un disco intrigante. Perturbador para los oídos más acomodados. Un disco que rezuma un aura conceptual, aunque su arte abstracto deja la vía abierta a la interpretación que quiera darle cada uno. Que se escapan de lo convencional queda claro en cada trazo de la obra, desde lo visual, pasando por los títulos de los temas y del propio disco y, por supuesto, en el plano netamente sonoro.

El caso es que la obra es una caja de sorpresas que se abre con la agilidad de unos riffs y unos ritmos tan duros como dinámicos en “MAGLA”. Zigzagueamos por ellos para ir pasando por momentos de mayor sensibilidad, aunque la obra rezuma dureza. En cualquier caso, saben hacer evolucionar cada tema. No en vano, es metal progresivo que, a pesar de su anarquía, sigue respondiendo a ciertos cánones del estilo.

Otros de esos cánones es la cantidad de detalles que hay en la obra, lo que te hará ir apreciando cosas nuevas en cada escucha. También hay algunos añadidos como las risas y gemidos femeninos en “ROCD”, dentro de un tema aún más contundente que el anterior, pero que de nuevo deja un pequeño tramo más ambiental para recrearnos en emociones que a cada uno le toca masticar a su manera.

“Evolve” alterna calma con tramos más nerviosos, manteniendo la tónica general de un disco que en cada nuevo giro ofrece algo diferente, con más añadidos en el caso de ciertos coros en el siguiente “KEMFERT”. “XXIV VII” arranca con un sosiego que no es sinónimo de calma. En todo momento tienes la sensación de que puede aparecer una maniobra inhumana por parte de estos malabaristas de los instrumentos. Y en esa línea sigue un “KOE” que a cada paso gana en intensidad para pasar de un tenue arranque a un desarrollo vertiginoso.

“EVØKE” es otra caja de sorpresas que en este caso tiene un ritmo más sostenido, lo cual no es sinónimo de inmovilidad en una banda con las vías de escape siempre abiertas para cambiar la dirección. El cierre con el homónimo “ESnSE” es un cúmulo de contrastes y de emociones que se adorna con unos llantos humanos a lo largo de un trayecto que fluctúa entre lo agresivo y lo atmosférico con coherente lucidez.

Porque dentro de la complejidad de una música instrumental que va más allá de los límites de la técnica y la expresividad hay un cúmulo de estímulos trenzado a conciencia, plasmando tanta emoción como inteligencia, haciendo del riesgo virtud para que la escucha de esta obra suponga un reto emocionante para aquellos que les guste explorar en la periferia del universo conocido.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN:

Sello: Art Gates Records