CRÍTICA: ISTHAR – SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS

 

ISTHAR

(Sangre, Sudor y Lágrimas)

8´5/10

 

 

Isthar es una banda capitaneada por el exbajista de Ñu, José Luis Rodríguez, formada en los 70. En todo este tiempo José Luis siempre ha estado involucrado en otros proyectos con lo que Isthar tan solo nos había dejado hasta la fecha un trabajo de título “En El Mundo De Los Sueños”, en el que colaboraron músicos de un buen número de formaciones del rock de la época. En la actualidad la banda reaparece con fuerza con “Sangre, Sudor Y Lágrimas”, un disco que reactiva muchas de las esencias de lo que fue el rock en los años posteriores a la formación de esta banda, donde nombres como el de Asfalto eclosionaron. Lo pongo como ejemplo porque la tendencia de Isthar a los terrenos sinfónicos y progresivos les asemeja mucho más a ellos que a lo que vino un poco después con el heavy metal de los Obús o Barón Rojo.

La comercialización de la música hizo que en muchos aspectos todo se simplificara para llegar al público, pero lejos de ello Isthar reaparecen con todo el despliegue al que nos acostumbraron las bandas de los 60 y 70. Temas de gran elaboración para un oyente que disfrute verdaderamente de la música con mucho transfondo y que no se canse de apreciar detalles en la libertad con que estos músicos se explayan a sus anchas. Detalles significativos que indican claramente por dónde va Isthar es que estas 12 canciones conforman casi 75 minutos de música y que entre ellos tenemos ni más ni menos que tres instrumentales.

Recuperando sensaciones de lo que hicieran en su anterior trabajo se atreven a abrir precisamente con uno de esos instrumentales. “Carretera Y Manta” es un tema de una riqueza incalculable en el que apreciamos la sincronización de guitarras que fluyen a sus anchas con un saxo que aparte de lo que aporta musicalmente da una tonalidad especial difícil de describir. De ello se empapa todo el disco, ya que es un instrumento para mucho más que simple adorno en esta banda. “La Tormenta” es el tema con un estribillo más asequible que nos da definitivamente la bienvenida, muy ideal para el directo y que nos introduce con mano izquierda en este hard rock elaborado y clásico del que el que suscribe se queda atrapado y no se cansa de degustar. Y es que pese a la extensión de algunos temas y a los incontables detalles para nada se me hace pesado. Ni una vuelta le quitaría a lo que los músicos exponen a su libre albedrío en “Sangre, Sudor Y Lágrimas”

La parte inicial del disco sigue haciéndose algo más resultona con ese “Donde Quiero Estar” que nos recuerda mucho a Status Quo. A partir de aquí profundizamos en unos temas de colores muy variados, de contrastes y de la elaboración de “Perdido En El Vacío”, que lejos de conformarse con el toque de hard rock con el que se inicia da vueltas y vueltas a lo largo de su transcurso. “Fobia A La Cronofibia” es otro instrumental, esta vez con las guitarras más protagonistas en el plano solista. La emotividad de “Mientras Todos Duermen” es hechizante, pasando a la mala ostia que transmite “Cuentos Chinos”. “Señor Importante” vuelve a lanzar un dardo envenenado, pero en este caso el delicioso inicio y final de saxo apacigua un tanto esa sensación, dejando un mensaje claro y a la vez elegante. “Mi Viejo Blues” no es exactamente un blues, sino que sigue con la misma tónica que identifica a estos veteranos que tenían un gran tesoro guardado que por fin ve la luz en estos temas. “10 – D – 10” es un instrumental al que esta vez le dan un toque cálido muy acogedor. Y nos quedan para completar la exposición de temas “Di De Alta A Mi Psiquiatra Y Me Senté En Un Sillón”, que es de lo más netamente rockero en sus guitarras de todo el disco, pero al que a partir de una base muy sencilla le hacen crecer hasta ser un tema de hard rock algo más endurecido de lo habitual; y la versión de Victor Manuel de “La Planta 14”, que pone final al disco de una forma cruda, real y emotiva.

Hay mucho que apreciar en este trabajo como para exponerlo en unas líneas de una crítica. Si alguno pensaba que el sonido de los clásicos ya no se podía plasmar en la actualidad puede apreciar con esta obra que está muy equivocado. Lejos de la simplicidad en la que cada vez más se estanca la música, lejos de etiquetas concretas que le cierren las puertas Isthar nos deja una obra abierta a la que le seguirás encontrando un nuevo horizonte en cada ocasión que vuelvas a ella. La evolución puede estar en rebuscar en las formas de un pasado que ante nuevas tendencias ha quedado un tanto olvidado, pero nunca caduco, que Isthar actualiza y revitaliza con esta obra con un sabor propio incomparable.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Background Noise