CRÍTICA: IN THOUSAND LAKES – MARTYRS OF EVOLUTION

 

inthousandlakesIN THOUSAND LAKES

(Martyrs Of Evolution)

7/10

 

 

 

Después de 16 años tras su separación se reúnen In Thousand Lakes. Esta banda vizcaína puede ser considerada sin tapujos una de las pioneras en el death melódico en todo el estado. No en vano allá por el 95 ellos ya comenzaban facturando este estilo cuando la eclosión de grupos como In Flames o Dark Tranquility comenzaba a estar en su máximo apogeo. Su única obra oficial editada hasta la fecha bien podría enmarcarse de lleno en aquella corriente, ya que “Lifeless Waters And Forgotten Land” se editó en 1998, precedido por una demo de título “Emotions” editada en 1996. En aquellos años llegaron a compartir cartel con bandas como Cradle Of Filth o Napalm Death, pero sin embargo el grupo en seguida desapareció de la escena.

Ahora regresan con un EP donde muestran fidelidad a su estilo madre, con los miembros clásicos Javi en la batería y Jokin a las guitarras y las nuevas incorporaciones de J al bajo y Jose a la voz. El trabajo se compone de 4 temas muy consistentes, potentes, agresivos y melódicos. Lejos de encontrarnos con adornos de teclados o samplers excesivos tenemos una banda cruda. Este aspecto lo celebrarán los más clásicos, ya que les queda ese punto aguerrido de los primeros grupos suecos del estilo.

La obra se ha producido por Jagoba Ormaetxea, que ha sabido exprimir a la banda en este estilo no muy usual en su faceta musical. Sin embargo, a la dureza se le ha sacado una mayor limpieza, con la voz adquiriendo un grosor muy cafre, pero con una instrumentación de pegada clara y limpia a la vez que directa.

Cuatro cortes muy diferentes entre sí donde nos topamos de bruces con un machetazo llamado “Martyrs Of Evolution”, con una letra a tener muy en cuenta, velocidad, riff contundente y mucha agresividad. Se hace más heavy metalera “Broken Silence”, tal vez dando un aire más suavizado en guitarras. La oscuridad de “Unconscious Mind” les acerca en un principio al gótico. Incluso los sutiles arreglos de teclado generan esa sensación. Por último tenemos un tema de contrastes y matices como “The Dark Room”.

Por lo tanto estira la banda las posibilidades de su concreto estilo en tan solo cuatro cotes. Cuatro cortes que traen de nuevo a la actualidad a una banda vuelta a la vida con unas ganas que perfectamente se reflejan en la furia de estos temas. Death melódico mucho menos sobado de lo que el estilo ha estado en los últimos años, con la esencia de unos clásicos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Pathologically Explicit Recordings (www.pathologicallyexplicitrecordings.com)