CRÍTICA: DIRTY YORK – SAY GOODBYE TO DIAMONDS

DIRTY YORK

(Say Goodbye To Diamonds)

9/10

 

 

Ha llegado el momento de que Dirty York desplieguen sus alas desde su Melbourne natal para volar a nivel internacional como una gran banda. Esta segunda obra muestra un nivel alucinante. No han inventado el rock & roll, pero partiendo de sus influencias clásicas del estilo Dirty York es capaz de abrirse su propio camino evitando aludir a influencias excesivamente claras. De esta manera el sonido del rock de añeja raíz se actualiza en manos de estos australianos, que saben sacar todo el provecho a lo que todas estas décadas de rock nos han dejado. Por eso no necesitan inventar nada, porque las herramientas con las que cuentan son utilizadas con maestría y clase más que sobrada como para hacer de “Say Goodbye To Diamonds” una delicia para los oídos de cualquier seguidor clásico del rock o simplemente de aquel que aprecie los buenos sonidos, porque tan sublime me parece esta obra que no creo que haya que buscar un seguidor concreto. Esto es un legado para todos.

Por supuesto que hay dejes a otras bandas que te servirán de guía si lo que te digo en el primer párrafo no te convence y necesitas un referente. Por ejemplo, el inicial “Born With A Broken Heart” me recuerda a Black Crowes, al igual que en su caso, el tradicional estilo de Dirty York se hace moderno, o más bien ajeno a épocas. Evidentemente los 70 son una cuna importante para estas bandas, como muestra el toque Zeppeliano de “Deep Water”. Pero Dirty York puede meter la raíz mucho más atrás en el tiempo, con el Stoniano “Spin The Miracle Dice”, simplemente rock de todos los tiempos, también del siglo XXI. Incluso hay un paralelismo con Diamond Dogs a los que me recuerdan en “Fied Up”. Sin embargo, al contrario que los suecos, Dirty York no se queda en el ritmo más clásico exclusivamente y se abre mucho en cuanto a tesituras de los temas.

Podemos apreciar la grandilocuencia que puede dar un teclado envolviendo a unas guitarras en “Black Friday”, el juego colosal de voces en “Can´t Scare Devil In Me”, mostrando una elegancia propia de grandes de este estilo, los riffs más netamente rockeros de “Miss You”, con un toque incluso un tanto hard rockero, cosa que también apreciamos en “Stop The Rumours”. Mientras que la banda es capaz de mostrar en otros temas un lado más sensible, como en el caso de “Foolish Side”, más bluesero, o el redondo final “Move On Walk Away”. Porque en este disco hay espacio para reparar en los detalles sonoros de unas composiciones bien adornadas con la sencillez del rock más básico y también para sacudir la cabeza en temas como “Get It On (Original Hideaway)”. Y si lo que se trata es de poner los pelos de punta con las sensaciones que puede transmitir la música os recomiendo que reparéis en “World Is Blinding”, un tema simplemente para dejarte llevar, no sirven etiquetas ni calificativos, simplemente una muestra de la clase que Dirty York desparrama a lo largo de estos trece cortes.

Aquí hay para todos, tanto para los seguidores del rock más añejo, como para los que degusten un toque blues, los amantes de los 70, de buenas progresiones instrumentales, de rasgados riffs de rock & roll e incluso de los sonidos ochentenos en transición hacia el heavy metal, que también toca en algunos momentos Dirty York. Ante este, su segundo trabajo, me quito el sombrero. Demuestran lo amplio que puede resultar el término rock, sobrepasando épocas y  etiquetas varias. Un disco que degustas desde la primera hasta la última nota pese a su larga duración de 67 minutos. No encontrarás un instante de desperdicio en ellos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL
www.dirtyyork.com

www.myspace.com/dirtyork