CRÍTICA: DAMUDOT – HERIOTZA EZ DA BAKEA DAKARREN BAKARRA

DAMUDOT

(Heriotza Da Bakea Dakarren Bakarra)

6/10

 

 

La banda se forma en 2001, pero no es hasta ahora cuando edita este primer trabajo. Provienen de Zaldibar y cuentan como interesante aval con la participación en el disco de Aitor Gorosabel de Su Ta Gar en el tema homónimo.

Pocas veces recibe uno un disco al que no se le deban aplicar demasiadas etiquetas en estos tiempos. Y resulta que en ocasiones se agradece cuando pese a ello pudiera parecer que se peca de poca originalidad. Pero en este caso en el hecho de cortar esas ramificaciones está el encanto de esta banda. Una banda de heavy metal con mucha pureza que seguro que gustará a los más fieles seguidores de este estilo con la fuerza que da el euskera. Pese a la participación de un miembro de Su Ta Gar la comparación fácil sería con Latzen, pero prefiero analizar directamente la música de Damudot que tiene sus propias señas de identidad.

Es constante la cadencia pesada de los temas, no son amigos de la velocidad sino de la potencia, aunque hay temas que se prestan a los cambios como “Hiltzen Nauena”. Tampoco se ceban en meter solos de guitarra, sino que construyen cimientos sólidos con riffs bien asentados y se trabajan los tramos instrumentales en base a estructuras compactas. Lo apreciamos en cada uno de estos cortes, como en el propio caso de “Heriotza Da Bakea Dakarren Bakarra”, con un trabajo vocal espectacular a parte de la colaboración de Aitor, o en “Odol Beltza”. La banda también presenta una actitud rabiosa, pese a esa limpieza con la que suena el disco, merced a una producción de Carlos Creatror impecable en sus The RockStudios. Pero ahí tenemos temas como “Soldadu Itxua” o “Naturaren Akatza” para comprobar las agallas de una banda que nos aplasta. Esos sí, reservan su huequito para un tema más lento como es “Nintzenaren Itzala”.

Puedo poner como pega a la obra que se puede hacer demasiado rígida para mi gusto. Falta un poco más de soltura a mi modo de ver, por eso se agradece ese aire desértico que adquiere “Zer Egin Genezake”, que rompe un poco con la línea general. En cualquier caso es un trabajo atronador, al que no le falta potencia ni actitud, si bien en un segundo disco se les deberá pedir más para consolidar lo ofrecido en este debut.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)