BURN IN HELL

(Dr. Awkward)

8/10

 

 

Una de las propuestas más curiosas y difíciles de calificar esta que recibimos desde Australia. Burn In Hell presentan su segunda obra marcada por un estilo y un sonido que de ninguna manera te dejará indiferente. Puede que te cautive o que no le pilles el punto, pero ten por seguro que con unos pocos minutos que escuches de su música no los olvidarás. Y es que el teclado y el  ritmo del inicial “Dead Teddies In A Stick” se te meterán en el cuerpo para bien o para mal. En mi caso está claro que gana el bien, y a medida que voy dándole escuchas a la obra voy sacando más gusto a la cantidad de detalles de una cruda producción en la que aprecias sonidos indescifrables. Dicen que en los antiguos trabajos había señales del diablo, algo que puede ocurrir en una obra marcada por la tétrica oscuridad en medio de la cual apreciamos un sinfín de efectos crudos, nada de parafernalia sacada con las maquinas en el estudio. Y es que en esta obra se han utilizado elementos como el saxo, el harpa, la mandolina, el banjo… y algunos no necesariamente instrumentos musicales como cadenas. Cualquier cosa que provoque un sonido que hace de la escucha de esta obra algo más especial, ya que contiene de forma subliminal detalles que puedes tardar mucho tiempo en apreciar, con lo que el disco ganará con cada reproducción.

Por eso no te dejes engañar si en algún momento algunos temas te parecen algo machacones, porque soterrado hay un afán de ofrecer más de lo que la superficie aparenta. De primeras lo que me cautiva es el clima que la banda crea. Pareciera que tuviéramos ante nosotros un oscuro cabaret que arrastra la podredumbre de algún rincón de los bajos fondos de la ciudad siniestra que quieras imaginarte. Porque a su manera esto tiene un toque callejero. Con esas premisas ellos suenan tan macarras como en “Iron Girder Woman”, porque pese a que su fusión musical se aleje un tanto del rock más tradicional o incluso del heavy, tienen esa actitud. No dejamos de apreciar en esta aspereza el tratamiento exquisito para provocar precisamente esa sensación agria, pero con dulces manzanas envenenadas como esas segundas voces femeninas en temas como “Memphis”. También me inspira su música la imagen de ciertas películas añejas, con lo que puede que no sea casualidad el título del tema “Check Point Charlie Chaplin”.

Una vez que entras en su particular visión del rock es un grupo que te engancha. Claro que tampoco te culpo si tu oído no está preparado para una cosa tan especial. El caso es que ellos rompen moldes de la manera contraria a la mayoría de bandas, ya que aquí no hay modernismos, sino una mirada a una parte pasada de nuestra historia, tocando estilos musicales pretéritos y añadiéndoles una parte de crudo, duro, oscuro y tétrico rock. No sería una mala banda sonora para el cine en blanco y negro mezclado con las películas de terror de serie b de los 80. Es decir, altamente adictivo una vez que te engancha.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Beast Records