bigelf_intothemalestromBIGELF

(Into The Maelstrom)

7´5/10

 

 

 

A medida que uno escucha música por un tubo agradece más las propuestas que se salen de la norma. Independientemente de la valoración que se pueda hacer luego de un disco de este tipo, ya que lo más objetivamente posible se puede pensar que este pueda mejorar, hay bandas que ya parten con el reconocimiento de ser capaces de proponer algo diferente, arriesgado y que a los más ortodoxos va a dejar literalmente a cuadros. En este aspecto Bigelf es uno de los grupos con el honor de tener una sorprendente extravagancia.

Editan nuevo disco tras su anterior “Cheat The Gallows” de 2008. Demasiado tiempo sin nuevo trabajo para un grupo capaz de hacer remover los cimientos de cualquier canon establecido. Aparte del pilar básico Damon Fox, el grupo reaparece con el protagonismo de Mike Portnoy, que tras su salida de Dream Theater lleva incontables proyectos a sus espaldas. Este es uno más donde el batería brilla con luz propia dando un empuje brutal en un disco de progresivo muy diferente al que puede acostumbrar en otras bandas por las que ha pasado y sigue pasando. Pero el carácter introvertido de estos temas lleva un poder muy metalero, con lo que su aportación tras los parches es fundamental. Pega muy fuerte un trabajo que además, huelga decir, sale de tópicos en ese aspecto rítmico, con lo que a un hombre que ha hecho de todo en eso de la música seguro que, sin facturar su obra técnicamente más exigente, no le ha dado para aburrirse.

Como tampoco lo hará en el caso de los oyentes que decidan tener la experiencia de pasar por la escucha del disco. Con un estilo en ocasiones tan caótico Bigelf es capaz de dar una coherencia a temas que no rehúyen su frikismo como “Control Freak”, que habla por sí solo. La fuerza con la que se abre la obra es tremenda, con “Incredible Time Machine”. Por otro lado, pueden tener melodías más luminosas en “Theater Of Dreams” y resultar algo más comerciales a su manera con “Alien Frequency”, que pese al título tal vez no sea de los temas más marcianos.

Lo más importante es cómo el grupo pone la imaginación al servicio de las canciones. Es decir, que pese a su técnica, clase y calidad no dejan de tener unos temas muy centrados y cohesionados, solo que debes meterte en este ambiente en el cual los teclados han dejado una huella muy de Pink Floyd. Tan solo se exceden en tesitura progresiva en el final “ITM”, con tres partes de virtuosismo musical para rematar a lo grande.

Si tenéis la edición de lujo con doble CD, no dejéis de apreciar las diferentes caras que la banda puede dar de sus propios temas, así como de disfrutar las versiones demo casi al desnudo de unas canciones que pueden ser percibidas prácticamente en su esqueleto. Un extra friki, como la banda, también muy interesante.

Como he dicho, si solo nos atenemos a lo excéntrico, original y arriesgado de la propuesta esto merecería un 10, sin embargo también me queda la sensación de que pueden dar en el clavo en cualquier otro momento con una obra maestra, sabiendo que este mismo disco con el paso de escuchas puede ir apreciándose más y hacer crecer mi sensación positiva, veremos hasta dónde, aunque no creo que hasta ese punto. Da para mucho recorrido un gran disco al que se le puede sacar más sabor y en al que apreciar más detalles con el paso del tiempo, conservando siempre ese halo misterioso que te hace volver a él, como si siempre te quedara algo por descubrir.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Insideout (www.insideoutmusic.com)