AMERICAN DOG

10 – 09 – 11

Bilbao (Azkena)

La gente debería saber que para disfrutar del auténtico rock & roll no es necesario ir a ver siempre a los grandes nombres de la escena. Cuando el verano va tocando a su fin y los conciertos al aire libre van diciéndonos adiós llega el turno de disfrutar del rock en salas, algo siempre más acogedor que no tiene por qué no dejar un auténtico desparrame de rock. Al menos American Dog no tuvieron ningún problema para crear en la sala Azkena de Bilbao una auténtica fiesta. Sin telonero de por medio los americanos fueron un reclamo para los seguidores del rock & roll de siempre, ajeno a tiempos y a modas, sucio, macarra y sin complejos.

Así se mostraron ellos en escena acompañados de unas cuantas botellas de cerveza que serían protagonistas de una velada donde el alcohol iría haciendo subir el tono poco a poco. Y es que su actuación la dividiría en dos partes. Una primera donde la banda fue presentando temas de su trayectoria en la que se han opuesto tajantemente a que el rock con actitud decaiga en el nuevo milenio. Tras echar un vistazo a las camisetas de la concurrencia en que se repetía la de Motörhead, no les quedó duda de que estaban en la compañía adecuada. La primera toma de contacto para comprobarlo fue “Shitkicker” al que le continuaron temas que nos iban pasando del hard a algo más punk, más tarde llegaría el country y el blues. Tras “Can´t Throw Stones” llegó el primer momento en que Michael Hannon nos muestra orgulloso su cerveza para decirnos que con ella cada día es más feliz, como otro día en el paraíso “Another Day In Paradise”, con la que el grupo comenzó a conectar de lleno con la concurrencia, pasando el concierto de ser una exposición de canciones a algo más. Todo iría progresivo con “Human Garbage Can”, “Drivin Down The Sidewalk”, “Rock & Roll Dog” y “Cat Has You By The Tongue”, hasta ir haciendo al público más cómplice con cada nuevo trago.

El tema que partió en dos el concierto fue el más heavy “TV Disease”, tras el que el grupo se soltaría de lleno la melena. Modestamente Hannon nos presentó a sus compañeros, un fortísimo Micheal Harris a la batería y un Steve Theado que desde este punto fue aumentando su recital guitarrero, pasando al blues “Beaten, Broken, Etc.”, tras el cual la improvisación por su parte y los solos aumentarían mientras que la cerveza seguía animando a los componentes del grupo, con un público que ya estaba de lleno metido en el bolsillo.

Nos aprendimos la frase más repetida de la noche it´s beer time!!!! La cual soltaba el vocalista cada vez que se abría un botellín con un curioso demonio colocado en su bajo con la boca abierta y cuyos dientes hacían de abridor. La felicidad se contagió a todos llegados a “Boozehound”, que dio paso a una nueva subida de temperatura con el provocador “Can Your Pussy Do The Dog”. Una vez dicho esto, se dispusieron a dedicar un tema a las damas presentes en la sala, diciendo lo sentimentales que eran y que llegaría una balada, la cual no fue otra que un depravado “DNF” (Drunk And Fuck), interesante mezcla para un sábado a la noche, que supuso el efecto contrario y en el que vimos como Hannon le hizo beber un botellín de cerveza entero de un trago a su guitarrista, el cual no derramó ni una gota y se explayó aún más con su solo una vez digerido. Lo mismo intentó Michael Harris, que parece tener un estomago algo más pequeño, ya que este si derramó alguna gota. Si bien donde se igualaron las fuerzas fue en el plano instrumental ya que ambos unieron decibelios en un duelo de guitarra y batería que gustó a un publico degustador del buen rock y por lo tanto de estos pasajes instrumentales improvisados que, en este caso, se tiñeron de salvaje country.

La fiesta cervecera continuó con un “Drank To Much” al que el público siguió cantando el estribillo cada vez más fuerte para regocijo de una banda que pudo sentirse cómoda en un ambiente que nunca fue frío pese a no contar la sala con una gran entrada. La banda supo incitar a la concurrencia con tres elementos que no suelen fallar. El rock, el alcohol y el sexo son un combinado que pueden hacer acabar en juerga lo que ya era una fiesta. Por eso “Sometimes You Eat The Pussy” era un tema adecuado para dejar el concierto en todo lo alto con el público nuevamente respondiendo. La banda se marchó para regresar, poner el micro un poco más alto y hacernos interpretar que tocaba una versión de Motörhead, con el vocalista esgrimiendo su bajo y mirando hacia el techo en claro homenaje a la postura histórica de Mr. Lemmy. “Bomber” fue el final definitivo del concierto.

Un concierto de actitud intachable que sacó el aplauso, la respuesta y la sonrisa de un público que disfrutó de un estupendo trío de ROCK  y que  pudo sentirse feliz junto a la banda durante toda la actuación. La vida se ve de otra manera con una cerveza (tras otra) en la mano. No esperes a que te lo recomiende el medico y lanza un grito que te puede alegrar el día.  IT´S BEER TIME!!!!

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es