BARAKALDO ROCKALDIA: OVER THE THE RAINBOW + RISE TO FALL + ESTAMPIDA + POWER UNDER CONTROL + THE HOWL
BARAKALDO ROCKALDIA:
OVER THE THE RAINBOW + RISE TO FALL + ESTAMPIDA + POWER UNDER CONTROL + THE HOWL
31 – 10 – 09
Barakaldo (Rock Star Live)
La iniciativa llevada a cabo por el ayuntamiento de Barakaldo de ofrecer un gran concierto de forma gratuita y apoyar a las bandas locales ha seguido adelante con esta segunda edición de Barakaldo Rockaldia. Nos alegra ver que las instituciones se impliquen de esta manera con esta cultura no solo por su simbolismo, sino porque sabemos de buena tinta que esto está promovido por gente que es tan seguidora de los sonidos duros como tú, que lees esto, y como yo, que te lo cuento. Las cosas pintan mejor cuando se hacen con cariño.
De nuevo, una serie de bandas locales tenían la oportunidad de ofrecerse ante un buen número de público en unas estupendas condiciones. Sí que es verdad que el cartel llamaba la atención por la poca consonancia entre las bandas, que en ningún caso llevaban el palo de Over The Rainbow. Sin embargo, cuando un proyecto se va consolidando siempre hay aspectos que van más rodados.
Sin ir más lejos, la presencia de público desde muy pronto ya era más notoria que hace un año. Es congratulante que en esta ocasión se palpara más interés por aprovechar la oportunidad de conocer nuevos grupos. Cuando The Howl pisó las tablas ya había un buen número de personas frente al escenario con sensación de cierta expectación. También yo tenía ganas de verles, ya que esta banda vizcaina con un disco ya editado lleva unos cuantos años funcionando y hasta ahora se me había escapado. Por fin les pude ver en directo.
De primeras me llevé dos sorpresas. Una fue el hecho de que contaran con dos vocalistas, algo que desconocía, y la otra el estilo tan moderno que practica el grupo. Mis referencias de hace años eran las de una banda más clásica con típica vocalista de metal al frente. Sin duda, más interesante resulta algo que suene novedoso, sin dejar de lado los solos de guitarra que Imanol mete más en busca de originalidad que de lucimiento.
El aspecto visual es arrasador, con Miriam comandando la banda. Una chica que es carne de escenario. Descaro no le falta. La adrenalina se escapaba de su cuerpo al ritmo de unos temas de riffs contundentes que para nada achican una presencia femenina tan imponente. Su nervio lo compartió con su compañera a las voces que le hizo unos magníficos doblajes, muestra del curro que llevan en el local. Ellas dos se marcaron un compenetrado espectáculo junto a su banda dando mucho juego en el aspecto visual y musical.
La tarde noche de rock había arrancado y seguíamos con ganas de descubrir. Y es que quien escribe no conocía aún a los jóvenes Power Under Control, una banda que está teniendo repercusión en algunos concursos con una media de edad de apenas 20 años. Cuando comprobamos su manera de desenvolverse en escena entendimos por qué esta banda está llamada a destacar. La frescura propia de la juventud la conjugan con una mentalidad madura que les ha llevado a sacar un estilo propio que muchos no consiguen alcanzar en su vida. Se trata de una fusión de estilos que no elude ni la agresividad metalera ni las melodías poperas. Ya se que esto ya lo hacían otros, pero Power Under Control emplea toda la imaginación para compaginarlo todo a su propia manera. Más que amoldarse ambos extremos de su música para crear algo similar a lo que están haciendo multitud de bandas en onda Söber, estos hacen convivir en armonía guitarras realmente afiladas con las melodías de voz netamente pop.
Muy entusiasmados se mostraron por la oportunidad de poder tocar en Barakaldo Rockaldia, pero vimos a un grupo con lo pies en el suelo. Esa chispa de una banda con ganas de agradar fue un arma que aprovecharon casi sin querer. Estos chicos tienen claro que la música es para disfrutar y hacer disfrutar, premisas que cumplieron llegando a conectar con un público que a veces es esquivo con nuevas bandas. Se ganaron una buena respuesta y la obtuvieron. Su entretenida actuación pasó muy rápido.
Con el ambiente caldeándose llegaba el turno de Estampida. Los argentinos afincados en Bizkaia están ganando público a pasos agigantados. El núcleo central de la sala conocía a la banda, lo que se notó en su aliento hacia los siempre entregados músicos. Muchos temas de esta noche correspondieron al nuevo disco que aún no ha visto la luz, pero en el repertorio también hubo hueco para temas del debut “Sin Rencor”, trabajo que nos los presentó en sociedad. Destacó “Guardianes De Mi Fe”. Pero, aunque Estampida es un grupo contundente, quiero dedicarle una mención a la balada “Más Allá Del Llanto Y El Dolor, en la que es increíble ver cantar a Gerardo en ese brutal tono con el reposo de un tema lento.
No es habitual en un grupo que se mueve en estos niveles verles regalar baquetas y púas a tutiplén. Pero esta noche Estampida estaban que lo tiraban. Y es que debe de ser un aliciente ver ahí abajo a tanta gente apoyando de corazón lo que estas haciendo sobre el escenario. Le gente se movió y reaccionó en todo momento. Su potencia hizo impacto con una presencia que te hace replantearte dos veces si decirles que se les acaba el tiempo de actuación. Aún así, ellos mismos se despidieron con sentido del humor haciendo referencia al grandote de la puerta como excusa. Una actuación que muestra a una banda creciendo arriba y abajo del escenario. Que sigan así de intachables.
Volver a hablar de Rise To Fall para mí es como volver a reincidir en lo que ya he comentado sobre sus últimos conciertos. Mucho tienen que mimar estos chicos su maquinaria porque esta engrasada siempre de manera perfecta. La actitud del grupo es siempre de 10. Enchufados desde el primer al último segundo de actuación, sin bajar la guardia en ningún momento, sonando con una compenetración digna de profesionales que hacen largas giras con bolos cada noche. Lo que hacen lo hacen de manera perfecta. Pueden ganar en conexión sobre las tablas, ya que cada uno ocupa su puesto de manera un tanto aislada, pero solo es un detalle que no merma la forma en la que estos individuos ejecutan sus canciones.
Una vez más el escenario ardió con temas como “Redrum” o como “Rise From Drama”, con la ya clásica colaboración de Aimar de No Drama. Salvo que Hugo, siempre acertado en los solos, se coloqué a la izquierda o a la derecha del escenario, poco cambian sus conciertos de un tiempo a esta parte. Y cuando las cosas están tan bien es bueno que se repitan. Cada nuevo concierto es una confirmación para ellos, lo que ya les ha reportado un respeto muy considerable al menos en la escena vizcaína.
Un concierto gratuito conlleva que la gente desprenda unas mayores ganas de fiesta. Antes de ver a Over The Rainbow esa era la sensación que ya vivíamos. Y qué mejor para montar una fiesta que un grupo de versiones de clásicos de la historia de esta música. Y es que los clásicos de Rainbow son de los que no deben faltar en una colección de rock que se precie. Si encima esa banda de versiones es tan especial que se forma íntegramente por miembros que han estado en diferentes épocas de la banda en cuestión con el mismísimo hijo de Ritchie Blackmore a la guitarra la cosa ya es como para contar con 2000 almas abarrotando la Rock Star Live en busca de los momentos musicales que han marcado la existencia de muchos.
Me apresuro a decir que los que esperaban como agua de mayo “Stone Cold” y “Street Of Dreams” se llevarían un fiasco. Debieron asistir al concierto que diera Joe Lynn Turner con Big Noize hace unos meses, ya que esas fueron las dos únicas piezas de Rainbow que interpretó entonces. Tal vez por eso hoy las pasaron por alto, aunque difícil es de entender aún así su no inclusión en el set list. El grupo se decantó por ofrecer una velada netamente hard rockera sin apenas descanso salvo para el solo de batería.
Este concierto gratuito fue un delicioso caramelo para todos los asistentes, que no se llenó por este hecho de curiosos. La audiencia congregada era netamente hard rockera y conocedora del legado de Rainbow. Así quedó demostrado con el inicial “Tarot Woman”, al que le superó un “Kill The King” en el que el mismísimo Joe Lynn Turner se impresionaba al escuchar las voces del público. Y es que el ambiente se tornó netamente festivo, aprovechando que esto era de regalo. Bien es cierto que el vocalista dejó demasiados huecos para las voces del respetable, no solo por el clamor producido, sino porque parecía evidente que en esta ocasión su voz no estaba tan a tono como hace unos meses. Ha pasado poco tiempo, pero el legendario vocalista, en lugar de lucir palmito con aquel chaleco abierto, apareció con una camiseta totalmente cerrada que no disimulaba demasiado una tripita que denotaba un verano un tanto descuidado en el aspecto físico. De igual manera su voz no estuvo tan perfecta como entonces, no llegando tan fácilmente a emular los registros de Dio. Incluso en los temas de su época tampoco adquirió totalmente ese aroma tan propio que le ha hecho grande entre los grandes. Sin ir más lejos, el siguiente “Can´t Let You Go” no llegó a brillar como soñábamos. Tampoco el sonido fue del todo nítido, al contrario que con Gotthard 24 horas antes en este mismo recinto.
Pero aquello seguía teniendo visos de fiesta total entre la parroquia; y para eso que mejor que “All Night Long”, donde comenzamos a degustar plenamente la forma de tocar de Jurgen Blackmore, con un físico que no deja lugar a dudas quién es su padre y con un estilo tan elegante como él. A partir de ahí entramos en una racha un poquito más apagada con “Death Alley Dinner”, “Eyes Of The World”, “Ariel” y “Wolf Of The Moon”, el único de la oscura época de los 90. Sin embargo, la sala reventó con “I Surrender” como pocos temas puedan conseguirlo. Había hambre de clásicos como este que podemos decir que fue devorado con un mar de manos arriba mientras que el conocido estribillo estremecía el recinto. Después de este subidón que nos podría hacer creer que lo mejor ya estaba visto, “Man On The Silver Montain” nos demostró que aún había mucha tela que cortar. O más bien seda que cortar, tratándose de temas como “Jelous Lover” o “Stargazer”, estos más degustados que bailados. Este último se presta para el lucimiento del vocalista, que no llegó a acaparar todos los registros como podíamos esperar, aún dejando clara muestra de por qué es uno de los mejores cantantes de la historia del rock.
El final del concierto intercaló la festividad del imprescindible “Long Live Rock And Roll” con la deliciosa “Gates Of Babylon”, llegando en los bises unos acertados “Since You Been Gone” y el rockero “Can´t Happened Here”, presentada por un agradecido Joe Lynn Turner, provocando que nadie dejara de echar el resto. Tan agradecido que nada más terminar el tema, cuando parecía que esa explosión de decibelios iba a ser el final definitivo, al grito de one more!!!, el grupo comenzó con otra joya, esta no estaba en el repertorio. “Spotlight Kid” fue como un bonus de premio al ejemplar comportamiento del público. No se si en el resto de fechas la habrán tocado, pero así se pudo sentir en este show en el que vimos a los músicos muy agradecidos ante la entrega de una sala abarrotada.
Una despedida con buen sabor de boca a pesar de los temas que todos echamos de menos. También el conjunto del festival dejó ese grato sabor, reflejado en las actuaciones de gran altura de las bandas locales y en el apoyo del público a esos grupos y al festival. Con esta implicación no queda duda del éxito de Barakaldo Rockaldia como una iniciativa para seguir manteniéndose en futuras ediciones.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)
