CRÓNICA: ORION CHILD + HIRANYA + THE KRAVEN
ORION CHILD
ORION CHILD + HIRANYA + THE KRAVEN
Sábado 5 de octubre de 2024 – Sala Plateruena Kafe Antzokia – Durango, Bizkaia
La noche nos daba la oportunidad de ver un mismo cartel a dos de las bandas más interesantes de la actualidad en estilos muy diferenciados. Por si fuera poco a los anfitriones Orion Child y a los visitantes Hiranya se les unieron como banda invitada The Kraven, que desde su regreso, constatado en la edición del Koba Live de 2022, han venido ofreciendo nuevos temas asentando el presente de la banda y relanzando una larga carrera, aunque haya sido en la sombra, sin la rubrica de nuevos temas que ahora sí que vienen presentando en forma de singles y con el nuevo EP “Dawn Of Civilization”.


Los de Durango abrieron la noche organizada por los Sugaar Music Events, artífices del Koba Live de Abadiño que les impulsó en este regreso. Y pese a que su nombre apareciera un tanto mas pequeño abajo en el cartel no hicieron de convidado de piedra, ni mucho menos. La banda animó el cotarro con una tremenda energía no exenta de una carga extra de ilusión, con Juanmi como un ftontman imparable al que el escenario se le queda pequeño.


Disfrutar tú mismo es la mejor manera de hacer disfrutar a los demás, aunque el vocalista no dejara de mirar el móvil de vez en cuando, no por prisa por acabar, sino porque en unos días le tocará ser padre, y ya sabemos de buena tinta que estas cosas no son matemática pura y se pueden adelantar. Desde estas líneas mi felicitación. Nada le impidió ni a él ni a sus compañeros despacharnos con ese groove metal muy en boga en aquellos primeros años del milenio en los que ellos se dejaron ver sobre los escenarios dejándonos algunos buenos temas que a la postre quedarían casi como un tesoro oculto ante la falta de actividad de la banda y la salida del grupo de algún componente.


Ahora mismo The Kraven es una sólida mole sonora que arremetió sin piedad con algunos de los singles que han ido goteando en los últimos meses como “Lullaby” o “Pull Me Under”. El sonido orgánico del grupo no riñe con un estilo actual y contemporáneo, pero sin artificios y poniendo toda la carne en el asador con nuevos envites atronadores, tanto de la nueva hornada como algunos, rescates de antiguos temas que la banda amolda a la fuerza que actualmente desprende, impresa en esos temas de su nuevo EP, que no faltaron, destacando “Play For Losing” o el final “Reptilian Self” que no ocupó el definitivo puesto final del concierto por casualidad, ya que se antoja todo un temazo muy significativo de su estilo. Una rubrica contundente y sin posibilidad de respuesta ante su noqueante actuación.


Dice mucho que una banda decida llamar a un trabajo de forma homónima con un disco que no sea el debut. Y es que Hiranya han plasmado en “Hiranya” el definitivo reflejo de un estilo genuino que se fue fraguando con dos recomendables discos como “Breathe In” y “Breathe Out”. Ahora en este nuevo disco nos encontramos con una banda que ha afianzado con mayor madurez la agresividad y la melodía dentro de un marco contemporáneo, pero escurridizo a tópicos y etiquetas.


Ellos sí envuelven su música con una aura creada por unos samplers que deben ser disparados en directo para poder entrar y entender ese mundo interior que inspiran estas canciones que hoy debieron ser defendidas sin una de sus guitarras, ya que no pudo estar Daniel en esta primera cita de la nueva gira de la banda. Johnny se sobró en este aspecto para que la vacante se notara lo menos posible y la verdad es que no creo que el grupo cojeara en ningún sentido ante los oídos del personal


Además se ven plenamente acoplados en el grupo madrileño tanto a Iván en la batería como a Iñigo en el bajo. Bromeaba Sara diciendo que ahora ya eran un poco vascos con la incorporación de este último músico vizcaíno, experimentado ya con bandas como Rise To Fall y The Descent. A ambos hay que destacarlos ante la complejidad de unos temas de cambios de ritmo brutales que exigen una buena concentración que no les impide en todo momento mostrarse muy sueltos a la hora de interpretar los temas.


Tras un recuerdo a sus anteriores discos con una entrada portentosa con “Far Away” y “Shoeless” llegarían los nuevos impecables “Paradox” y “Poison”, con Sara haciéndose con el protagonismo en escena, sorprendiendo con la brutal alternancia de registros agresivos y limpios, que casi nos alucinan más emergiendo de su aparente timidez, nada exenta de expresividad a la hora de hacernos sentir emociones que surgen de los más profundo de su ser.


Así se iría corroborando en la alternancia de viejos y nuevos temas, destacando especialmente esas nuevas composiciones, tan redondas como “Broken Bones”, sin olvidar que temas de anteriores obras con “Transparencvy”o “False God”, pero reafirmándose con el final “Bad Dream” en un rotundo presente con su última obra “Hiranya”, más abrumador cuando constatas la fuerza de la banda en un escenario.


Además de ser la noche de presentación de “Aesthesis” este concierto de Orion Child cogió un tinte más especial al haberse anunciado días antes que sería la despedida de la banda de un miembro tan relevante como Jonkol. El teclista está ahora mismo a fuego con unos Vhäldemar en gran momento y sigue al frente de Incursed. Entiendo que la falta de tiempo le debe complicar el poder estar con los tres grupos al 100% y a veces no queda otra que tomar una triste decisión que a la larga espero sea la mejor para él y que el grupo sepa seguir adelante de la manera tan brillante como lo ha hecho durante toda su carrera.


Los vizcaínos cuentan con 4 discos exquisitos que nos transportan a un mundo de fantasía también reflejado de manera literaria en una novela y otra que está en camino. Ellos mismos se caracterizan de esa manera futurista que se refleja en una música de otra galaxia para salir al escenario, sin Jones en la guitarra y en la voz gutural. No pudo actuar por problemas personales, aunque sí estaría entre el público. Su puesto fue suplido por Sito (ex Ymotek) en la guitarra y Peter (ex Black Ocean Witness) en la voz agresiva, lo cual dio un tremendo juego visual, ya que tuvimos a este alternándose en el escenario con Victor, realizando ambos una colosal labor como tremendos vocalistas cada uno en su estilo, pero también sabiendo escenificar perfectamente cada una de las interpretaciones.


La complejidad de su música puede hacer que cueste de entrada equilibrar todo a nivel sonoro, algo que pagaron de entrada con “Skhuldom”, aunque no tardaríamos en tener en plenitud a la banda, presentando esa nueva obra con excelentes ejecuciones del homónimo “Aesthesis” o “When The Tides Arises”.


Lo de Victor a nivel vocal me pareció todo un alarde, aunque a estas alturas no sorprenda. Pero si hay que remarcarlo mil veces se hace. Y eso que en la propuesta de Orion Child, que va mas allá de un estilo, debe dejar espacio para ese metal extremo que se alterna con la de su limpia voz, que se alza solemne entre la hostilidad, con un nivel fuera de serie.


El show daba un salto hacia su segundo disco de 2016 “Into The Deepest Bane Of Hope” con los consecutivos “Escape From Hell” y “Fallen Gods”, tras los cuales Rafi reivindicaba con mucho sentimiento lo que significa el bajo para él y en la música sobre la base de un puñado de temas de diferentes estilos donde colocó con destreza su instrumento en primer plano.


Las banda al completo reapareció recuperando el último disco con “Numbers Are Law”, rescatando de “Cotinuum Fracture” “Sons Of The Sea” e invitando posteriormente a escena a Sara de Hiranya para un “Invictus” que se nos anunció como el último tema de la noche. No hubiera sido un mal colofón con los tres vocalistas dejándonos una gran imagen en la retina, pero el grupo regresaría para hacer tres bises y hacernos salir de allí con una sensación plena.


“Reaching For The Stars” nos recordaba que era la noche de “Aesthesis”, de nuevo con una impecable ejecución por parte del hoy septeto. “Fight Beyond Bane” fue usado de nuevo como amago de despedida, pero todos esperábamos que la banda cerrara con ese “Nuclear Horizons” que ahora mismo es como su tema fetiche. Uno de los pocos momentos en los que la complejidad de su música deja espacio para que el público pueda cantar, algo que el grupo explotó para despedirse entre el clamor de la concurrencia. Un acompañamiento que ensalza y reconoce un nivel de calidad de un mundo paralelo hacia el que nos transporta Orion Child con su música de ensueño.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
