CRÓNICA: ZURBARÁN ROCK BURGOS: Primera jornada

RONNIE ATKINS
ZURBARÁN ROCK BURGOS: Primera jornada
DARK EMBRACE + HIJOS DE OVERÓN + THE NEW ROSES + CHEDDAR + RONNIE ATKINS + NIGHTMARE + HEAVY PETTIN + LÈPOKA
Viernes 12 de julio de 2024 – Parque San Agustín – Burgos
El Zurbarán Rock de Burgos volvió a demostrar en su séptima edición que es mucho más que un consolidado festival de entrada gratuita. Es un evento que ha adquirido unas dimensiones de gran festival sin perder la modestia con la que se inició, pero que lejos de irse de las manos se ha convertido ya en cita habitual por estas fechas en plena calle de la preciosa ciudad de Burgos. Una ciudad que en estos días acoge a un buen número de metaleros que sigue en aumento cada año merced al buen hacer de la organización, a los buenos carteles que nos ofrece y a lo acogedora que resulta una histórica ciudad en la que todo pilla cerca, pudiendo disfrutar de una visita turística a la vez que se disfruta de un festival al aire libre sin ningún problema. Además, con la inclusión de un tercer escenario en la plaza de la Catedral de Burgos, la cita obligada al histórico edificio se hacía aun más imprescindible, ya que se anunció acústico de Skiltron los días previos. Un paso más en lo mucho que sigue ofreciendo un festival que, además, apuesta por algunas bandas no tan sencillas de ver en otros festivales. Para aquellos que dicen que siempre van los mismos.


Ya con una notable presencia de público a las seis de la tarde en el Parque San Agustín la cita se abría con una apuesta de lo más ideal, precisamente, para pasar un buen rato en un festival con una buena cerveza en mano. Aunque ese carácter festivo de Lèpoka no riñe con un espíritu reivindicativo que se deja notar en temas como “Dios Esta Borracho” o un “Donde Vas” que fue aprovechado para hacer un alegato a favor de la sanidad pública, con guiño final a “Enter Sandman” de Metallica.


Con el buen rollo que les caracteriza, aunque sepan apretar los dientes, la banda de folk metal siguió dando protagonismo a ese último “Dios Está Borracho”, sin dejarse en el tintero el tema en su lengua autóctona “La Nit Es Nostra”, “Un Año Más” o himnos de otros discos como “Seguimos En Pie”, ordenando a todo el personal agacharse, y cerrando con el clásico particular de la banda “Yo Controlo”, con una reincidencia final en el homónimo de su último disco que siguen presentando los valencianos en sus conciertos.


Los enormes barriles de cerveza que adornaban el escenario se desinflaron durante la actuación, no así el ímpetu y la fuerza de una banda que fácilmente puede hacer amigos en cada lugar que visite.


Heavy Pettin incluían en su gira estatal este paso tempranero por el Zurbarán Rock. Que una leyenda como ellos toque en segundo lugar y aún siendo media tarde da muestras del buen cartel del festival burgalés. Era uno de los grupos que mas ganas tenía de ver. Dejaron grandes discos en los 80 y fueron una de las figuras de la NWOBHM, aunque no alcanzaran la popularidad de otros contemporáneos, pero su sonido y estilo les delata. Un estilo que siguen manteniendo vigente tras volver a ponerse en marcha en 2017, aunque no parece que con demasiada prisa por hacer nuevos temas.


Su EP de 2020 fue seguido de un recopilatorio que deja bien a las claras que estos nuevos Heavy Pettin con el vocalista Steve Hayman como líder y figura clásica de la formación no tiene demasiada intención de romper con su pasado. También lo demostró un repertorio en el Zurbarán Rock plagado de clásicos, que al fin y al cabo es lo que más ganas teníamos de disfrutar, no nos engañemos.


Así que fue una gozada no perderse la oportunidad que nos ha dado la vida de escuchar en directo temas por los que ha pasado tanto tiempo como “Victims Of The Night”, “Rock Ain´t Dead” o “Roll The Dice”, con un vocalista en plena forma guardando ese registro agudo y afilado que fácilmente recuerda a Biff Byford de Saxon.


Tras el inciso de “X-Rated” los escoceses continuaron con su repertorio de primigenios temas con “Shout It Out”, “Hell is Bautiful” o “Throw A Party”, con los que defendieron que, pese a quedar relegados a un segundo o incluso tercer plano en su época, han dejado joyas que no pierden un buen aroma ochentero en el presente y que pueden seguir defendiendo con plena dignidad en estos tiempos, reivindicando un nombre algo más que de culto.


Muy diferente es la carrera de los franceses Nightmare, que iniciaron su historia incluso antes que los anteriores, pero cuyo clásico estilo ha quedado bastante enterrado en la actualidad. La banda ha pasado por diferentes épocas y cambios, aunque sigue siendo considerada una banda de heavy metal. Pero en su caso han modernizado el estilo de tremenda manera, sobre todo con la entrada de su vocalista Barbara Mogore, que de forma natural ya tiene un limpio registro más contemporáneo, pero que ademas juega con aspectos guturales que le dan otro talante a la música de una banda otrora muy cercana al estilo de Dio.


Ahora mismo temas de “Encrypted”, su mas reciente obra, dejan claro el salto al siglo XXI que ha dado la banda. Con una vocalista elegante en todo momento y con muy buena presencia y actitud, sin perder el apoyo de unas guitarras que siguen ofreciendo ese registro clásico de unos buenos solos, pero con una mayor contundencia en “The Blossom Of My Hate” o “Nexus Inferis”, defendiendo también plenamente piezas del pasado reciente como “Divine Nemesis”, “Aeternam” o “Serpentine”. Apostando por el presente y el futuro tras 45 años de carrera.


Otro regalo de este festival gratuito era la oportunidad de ver a Ronnie Atkins en una de sus pocas actuaciones en solitario. El vocalista danés está más activo que nunca tras 4 años conviviendo con un cáncer en fase muy avanzada que no presagiaba en el duro momento de conocer la noticia que pudiéramos estar hablando hoy de que nos ha ofrecido desde entonces tres discos en solitario, al margen de sus colaboraciones con Avantasia y haber reactivado Pretty Maids. Hoy podríamos considerarlo el plato fuerte del primer día de Zurbarán Rock, en una actuación que no defraudó para nada y en la que dio muestras de una fortaleza que ojalá le haga revertir una complicada situación que Ronnie acogió con el mayor arrojo, lanzándose a una carrera en solitario más que fructífera en muy poco tiempo.


De hecho, aunque no faltaron los temas de Pretty Maids en la parte final del concierto Ronnie Atkins apostó por su tres obras en solitario dejando un gran regusto en todos los amantes del rock melódico representando sus tres obras ya de entrada con temas como “Rising Yide”, “I Prophesize” e “If You Cand Dream (You Cand Do It).


No es de extrañar que el vocalista tenga fe ciega en las buenas canciones que nos ha dejado, separándose de su banda de siempre hacia una linea más AOR, pero encajando temas como “We Came To Rock” en el repertorio, animando la primera parte de y la descarga.


Tras “Make It Count” se centró en su más reciente obra, “Trinity”, enlazando “Paper Tiger”, “Soul Divine”, “Via Dolorosa” y “Godless”, que supieron a gloria a la gente que abarrotaba el parque de San Agustín. Un año más a rebosar.


Sin demasiadas palabras el vocalista nos cautivó con el alma puesta en cada canción, siguiendo con “Unsung Heroes”, “Real” y “Trinity”. Una vez más demostrando la seguridad que tiene en sus tres obras como Ronnie Atkins, con un papel destacado de su actual compañero en Pretty Maids, compaginando su labor de guitarrista con el teclado.


“A Place In The Night” y “One Shot” daban paso a un “Last Drops Of Heaven” que esperábamos en el repertorio, al margen de porque él mismo anunció que la tocaría en redes sociales, por el hecho de que es un tema que se adapta perfectamente a la línea que lleva su carrera ahora mismo.


Se marchaba tras ella pero quien más quien menos esperaba algo más de Pretty Maids, que llegó con el emblemático “Future World”, que hizo que saliera la actitud más heavy de algunos asistentes. Ya hubiera sido para ellos el premio gordo si hubieran rematado con el “Back To Back”, pero no fue así, ya que en consonancia con el estilo que llevan sus nuevos temas nos ofreció un igualmente exquisito “Rodeo”, aunque rebajara en parte el subidón de adrenalina del anterior y tal vez dejara a algunos con ganas de algo más heavy. Habrá que esperar para ello a verle con Pretty Maids sin desmerecer para nada el buen sabor que dejó Ronnie Atkins en solitario con sus propios temas en esta edición del Zurbarán Rock.


El segundo escenario, bautizado como Valdorrock en homenaje al mítico festival que se realizaba en la localidad cercana de Valdorros, sirvió también este año para dar a conocer algunas propuestas más emergentes, como fue el caso de los burgaleses Cheddar que inauguraron este pequeño escenario completamente opuesto en ubicación al principal. Pero bien merecía la pena acercarse para disfrutar de la presentación de los temas expuestos en su disco “Psyche”, que me sorprendieron gratamente, dada la calidad de su metal progresivo con tintes bastante mediterráneos. Para no sentir tanto el frio en una noche ya entrada en Burgos con temperaturas más frescas de lo que cabría esperar en estas fechas.


The New Roses entraron de rebote en el festival tras la caída de The Warning, pero estamparon su firma con letras mayúsculas en Burgos haciéndonos disfrutar de un hard rock tan americano que hay que mirar dos veces su biografía para creerte de verdad que estamos ante una banda alemana. Y la banda lo hace de cine. Con el vocalista Tommy Raigh erigiéndose en el líder sobre el escenario, cautivando poco a poco junto a la banda a todos los presentes con temas de su más reciente disco “Sweet Poison”, inyectándonos el dulce veneno del hard rock de clase y categoría con temas como “The Usual Suspects” o “The Lion In You”.


La banda cuenta con cinco discos de temas propios, pero también se marcan la versión de Neil Young de “Rockin´ In A Free World” que encaja perfectamente en el repertorio de una banda con ese carácter de rock tan amplio. Tras ello el vocalista dedica a las chicas “Gimme Your Love” y acaba mezclándose con la concurrencia abajo del escenario, conquistando pedazo a pedazo el corazón del publico de Burgos, que terminaría reconociendo el gran concierto de The New Roses, tanto si ya eran seguidores como si se convirtieron en una sorpresa inesperada.


Si alguno decidió pasar de las actuaciones del pequeño segundo escenario creo que se equivocó. Y es que a pesar de contar con mayores apreturas de tiempo y un sonido e iluminación mejorables, las bandas se batieron el cobre y hubo grandes e intensas descargas. Una de ellas la de los segovianos Hijos De Overón, que vienen funcionando desde 2017 defendiendo un tradicional heavy metal en castellano que ha quedado plasmado en tres discos y un EP. Entre los temas que nos expusieron sorprendió la versión de “Dragones Y Mazmorras”, aunque no es al primer grupo heavy que le escuchamos versionar el tema de la mítica serie de dibujos animados. Contaron en “Romper Cadenas” con la colaboración de Héctor, vocalista de sus paisanos Mortal Maze, dando un plus de agresividad a unos temas de afilado heavy metal que la banda ejecuta con precisión y entrega.


La noche la cerraron Dark Embrace en el escenario principal, en una actuación practicamente calcada del reciente Koba Live, ya comentada en este medio. Apenas 35 minutos para dar muestra de su “Dark Heavy Metal” que espero les vaya haciendo conquistar seguidores. Tiene un directo enérgico, con unos músicos que saben interactuar muy bien en escena y un vocalista que al margen de jugar con diferentes registros es capaz de animar al personal con una presencia imponente sobre las tablas y aportando toques de originalidad con su mezcla de registros.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)