CRÓNICA: OVERKILL + EXHORDER + HEATHEN + KEOPS

OVERKILL + EXHORDER + HEATHEN + KEOPS

Viernes 28 de abril de 2023 – Sala Totem – Villava, Navarra

La presentación en directo del nuevo disco de Overkill adquiría tintes casi de festival. No solo por contar en el cartel con cuatro bandas, sino porque además los de New Jersey estaban acompañados por otros dos grandes clásicos del thrash metal emergido en Estados Unidos como Exhorder y Heathen, siendo Keops la banda que abriría la noche ante una oportunidad de darse a conocer ante nuevos seguidores.

Un cartel que si bien no sirvió para llenar la sala sí que congregó un nutrido número de seguidores, aunque Keops pagarían tanto el hecho de ser aún bastante desconocidos, como el que su actuación fuera tan tempranera un viernes que es día de trabajo, para el que lo tenga. Sin embargo, los croatas nos brindarían una entusiasta actuación, cuidando la puesta en escena con la salida de su vocalista encapuchado.

Al parecer la banda ha endurecido su propuesta en su última nueva obra de título “Road To Perdition”, ya que venían de un estilo más melódico. Y aun en la actualidad se deja notar un espíritu no tan agresivo como para considerarles thrash al estilo de sus acompañantes en el cartel, incluso con un toque cálido arábigo en temas como el propio “Keops”.

Al margen de presentar algunos temas propios animaron el cotarro con la versión del “Symphony Of Destruction” de Megadeth, aunque les costó levantar a un público aun escaso y que parecía preferir reservar fuerzas para la tralla que vendría después.

Con Heathen aquello cogió otro color, aunque los clásicos de la Bay Area llegaran a la sala Totem sin Lee Altus, que actualmente es también miembro de otros grandes clásicos como Exodus. Tampoco estaría el actual batería oficial Jim DeMaria, aunque cuentan con remplazos tan solventes para esos puestos como el guitarrista Kyle Edissi y el bateria Ryan Idris que realizaron un gran papel. El primero compartiendo solos con Kragen Lum, conformando una afilada dupla de hachas que haría las delicias de los más tradicionales. Ante ellos no se quedaría atrás el bajista Jason Mirza, constantemente apareciendo por la parte frontal del escenario y concentrándose en algunos tramos más técnicos. Y, por su parte, hay que destacar la actitud a prueba de bombas de David White como vocalista. Thrash metal en estado puro en todos los sentidos.

Apostaron de entrada por su más reciente disco “Empire Of The Blind” con “The Blight”, aunque darían buena cuenta en poco tiempo de lo que ha sido una trayectoria larga pero no muy prolífica en cuanto a lanzamientos discográficos, continuando con “Opiate Of The Mases” que ya tiene más de 30 años en su haber, “Dying Season” daría buena muestra de lo que fue “The Evolution Of Chaos” de 2010 y el clasicazo de su “Breaking The Silence” de 1987 llegaría de la mano de “Goblin´s Blade”.

La intensa descarga de los californianos no bajaría enteros por volver a su más reciente disco con “Sun In My Hand”, ofreciéndonos su “Set Me free” particular, original de Sweet y cerrando con la pegada de “Hypnotized” una corta pero trepidante descarga a gusto de los más clásicos seguidores del thrash, cuyo estandarte nadie va a portar como uno de los emergidos en la cantera más pura del estilo.

Exhorder ofrecieron una actuación de circunstancias. Veíamos aparecer en escena a Waldemar Sorychta con unas muletas y la pierna izquierda inmovilizada. Este fenomenal músico tendría que realizar la actuación con la ayuda de una silla en la que no siempre estaría sentado. En algún momento se levantaba y realizó la actuación interactuando con el público lo que pudo. Y es que la predisposición del trio fue total. Y digo bien trio porque el vocalista y guitarrista Kyle Thomas nos explicaba que no podían contar con su bajista Jason Viebrooks que ha debido sufrir alguna operación, con lo que solo habría dos guitarras, batería y la propia voz del líder de la banda. Pero al mal tiempo Exhorder le puso la mejor cara y la predisposición para que todos disfrutáramos. Y a fe que lo consiguieron.

No se si son palabras mayores o no catalogarlos como los creadores del groove metal y la influencia directa de los propios Pantera. Lo cierto es que tienen un sonido más grueso y pesado en comparación al thrah tradicional. Y a pesar de no contar con el bajo demostraron ser unos auténticos maestros en la ejecución de ásperos riffs. Su trabajo de 1990 “Slaughter In The Vatican” es considerada una obra de culto que fue protagonista central de su repertorio con temas como el homónimo, “Death In Vain”, el propio “Exhorder” o “Desecrator”. Estos dos últimos por fin harían levantar a muchos de la siesta y se produjeron los primeros pogos notables de la tarde.

Defendieron su última obra “Mourn The Southern Skies” con un poderoso “My Time” y se marcaron “Ostracized” de Grip Inc., proyecto del propio Waldemar Sorychta, donde Kyle Thomas se descolgó la guitarra para hacerse solo cargo de la voz. Y es increíble lo rocoso que sonaba eso con tan solo batería, guitarra y una voz rota. Si esto es lo que son capaces de hacer tan mermados como les vimos podemos imaginar lo que hubiera sido con la banda entera. Ojalá que el tiempo nos dé la oportunidad de volverles a ver y comprobarlo.

Como no hay dos sin tres tampoco Overkill llegarían con su formación oficial al completo. Eso sí, no creo que fuera obstáculo para que todos los allí presentes salieran con plena satisfacción tras ver a uno de los grandes grupos del estilo en su 40 aniversario. En su caso el bajista D.D. Verni no pudo estar, pero el sustituto fue el experimentado Christian “Speesy” Giesler, ex de Kreator. Con ello ese hándicap quedó bastante disimulado.

Sorprende la modestia con la que en un momento del concierto Bobby “Blitz” Ellsworth comentaba que era increíble que tras 40 años aun íbamos a verles. Pero es que hay muchas claves para ello. Aparte de que son una banda clásica con 20 discos editados, siguen sacando discos tan impactantes como “Scorched”. Y en sus directos se atreven a defender sin miedo a fallar a sus fieles seguidores tanto esos nuevos temas como los más tradicionales. Y con esta actitud no quererles es casi imposible.

Por otro lado, la banda se muestra en forma, con el vocalista guardando ese chirriante registro intacto, con Jason Bittner en la batería, Dave Linsk aplicadísimo en la guitarra y un Derek Tailer hiperactivo en la guitarra, lanzando púas a diestro y siniestro y sin dejar de gesticular y hacer muecas.

Que apuestan por su nuevo disco y que no es por compromiso lo deja claro “Scorched”, que puso la sala patas arriba. Allí los pogos ya serían continuos. Pero la banda también sabe que sin irse a la nostalgia cuenta con buenos temas en el pasado más cercano como “Bring Me The Night” o “Electric Rattlesnake”.

Claro que habría clásicos como los siguientes “Hello From The Gutter” y “Powersurge», o temas ya con más de tres décadas a sus espaldas como “Coma” y “Horrorscope”, muy agradecidos por unos seguidores entregados, sin dejar algún guiño a una época intermedia en este largo trayecto con “Long Time Dyin´”. En ese repertorio de continua tralla conviven sin acritud los nuevos “Wicked Plece” o ·The Surgeon”, que nos seguían recordando que había nuevo discazo que defender.

Ya había amenazado Bobby que interpretarían una o dos más y parecía cumplir la amenaza cuando se retiraban tras haber dejado el pabellón en lo más alto con “Elimination”. Los gritos de Overkill!!! Overkill!!! hicieron que la banda regresara a escena para brindarnos tres himnos de su carrera. El propio “Overkill”, que resultó arrasador, y un impactante “Rotten To The Core” provocaron la locura entre los fans e hicieron temblar los cimientos de la sala. Y, por supuesto, para cerrar quedaba levantar el dedo corazón de nuestras manos con “Fuck You”.

Con esta capacidad arrasadora de pasar como una apisonadora por encima de toda una audiencia que no se sorprenda el señor “Blitz” de que sigamos asistiendo a sus conciertos. La importancia de Overkill en la historia de todo un género musical ya lo justificaría, pero la honestidad que transmiten riñe con vivir de la nostalgia y hoy siguen haciendo camino.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)