CRÍTICA: BLOODHUNTER – KNOWLEDGE WAS THE PRICE

 

BLOODHUNTER

(Knowledge Was The Price)

10/10

 

 

Podría sacar el recurso fácil de utilizar frases hechas. Cosas como que en este disco Bloodhunter se han superado, que es el mejor disco de su carrera o que este trabajo no tiene nada que envidiar a los lanzamientos internacionales más granados. Pero es que, siendo cierto, hasta eso me parece que no haría justicia a una obra que es mejor coger aparte y no entrar en comparaciones.

Simplemente estamos ante un trabajo supremo en el que Bloodhunter hacen un alarde de técnica sobrenatural. Un disco al que ponerle la etiqueta de extremo se le queda corto. Es verdad que si hablamos de algo sobrenatural Diva Satánica hace aquí un esbozo de unos registros absolutamente inhumanos. Crudos y cavernosos, pero a la vez plagados de destellos de calidad que marcan la diferencia. Aunque en cuanto a individualidades no hay que mencionar solo a la vocalista. Los ritmos completamente vivos, cambiantes y exigentes contribuyen a unas estructuras de los temas sorprendentes que se acercan al progresivo. A ello hay que añadir un trabajo de guitarras del más alto grado de virtuosismo. Unas individualidades que se juntan y dan su resultado como bloque. Porque Bloodhunter es una banda con un sello propio ya labrado en sus anteriores discos, solo que en este ese sello se expande hacia una mayor apertura estilística y a un despliegue de posibilidades casi inabarcable. Sin romper el tronco de una carrera coherente son las raíces las que han ido buscando otras fuentes de las que beber.

No pienses que con el espectacular arranque de “Sharpened Tongues Spitting Venom” tiran la casa por la ventana. Porque ese inicio ya espectacular, con unos riffs apabullantes casi es la mejor manera de sorprenderte guardándose a la vez muchos ases bajo la manga. Que el disco es largo. Sin ir más lejos, el siguiente homónimo del disco es un dechado de virtudes. Esas guitarras van a hacer las delicias de los amantes del virtuosismo, con un toque de heavy metal muy tradicional. “Twist Of Fate To Come” mantiene ese pulso técnicamente deslumbrante, pero no te creas que vas a encontrarte con un disco confeccionado por un solo patrón. El siguiente “Medea´s Guidance” es un tema mucho más pesado donde Diva Satánica lo borda para hacernos creer que escuchamos a algún tipo de bestia del inframundo.

“Never Let It Rest”, con la colaboración de Tim “Ripper” Owens coge un punto más afilado y thrash. “Find Your Inner Fire” tiene unos matices más rasgados en la voz, tal vez no tan robustos. La obra no se estanca. Y ya con el siguiente “The Eye Of The Serpent” dan una vuelta de tuerca más a nivel compositivo. Cierto que Bloodhunter van por libre, pero aquí dejan una pincelada más cercana al death sueco, clara influencia para ellos que, sin embargo, saben sobrepasar para llegar mucho más lejos.

“Spreading Of Disease” puede que ya no tenga ese factor sorpresa. Solo que es otro tema bordado hasta la práctica perfección. Como todo el disco realmente. Y es que “Nothing Beyond The Realms Of Death” es todo un alarde de control por cualquier terreno. Tema con muchos cambios sonoros, sin que la banda se salga en ninguna curva. “A Relentless Force” es un sorprendente instrumental que adquiere un toque muy tradicional. Lo de las guitarras de este disco es como para mostrar en una clase. Son magistrales.

La colaboración de Rosalia Sairem en “The Forsaken Idol” es un contrapunto tremendo que le da a la banda otro toque distintivo, contrastando la dulzura de ésta con la crudeza de la vocalista de Blodhunter.  Después de esto “The Hunters” vuelve a echar la casa por la ventana, siendo el penúltimo prodigio musical del disco. Porque el último es la versión de Children Of Bodom “Bodom After Midnight”, que es como un final de fiesta cuando la banda ya ha demostrado de todo. Pero es que además de la manera más noble y natural hacen de esta versión un tema plenamente propio con total respeto a la original.

Uno de esos discos imposibles de describir con palabras. Sus trece cortes se pasan de una manera completamente amena, tanto por la variedad como porque en cada uno de los temas hay detalles como para poner bien el oído. Y le seguirás sacando matices escucha tras escucha. Deslumbrante trabajo que alza el listón de Bloodhunter hasta las mayores cuotas de calidad imaginables. Disco destacadísimo.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN:

Sello: Maldito