CRÓNICA: II GASTEIZ IN METAL (Brutal metal gaua) – MORPHIUM + RISE TO FALL + ELBERETH + NULLED

II GASTEIZ IN METAL (Brutal metal gaua)

MORPHIUM + RISE TO FALL + ELBERETH + NULLED

14 – 02 – 20

Vitoria-Gasteiz (Urban Rock Concept)

Con puntualidad, un año después del primer Gasteiz In Metal, nos dimos cita en esta nueva edición de un festival de invierno en el incomparable marco de la Urban Rock Concept de Gasteiz, que es lugar de encuentro continuo de los seguidores de nuestra música ante una programación incesante que sigue siendo un gran reclamo para amantes del rock y del metal.

Como en su primera edición las dos jornadas del festival se diferenciaban por estilos, siendo la del viernes marcada por los sonidos del metal más agresivos y contemporáneo. Fiel ejemplo de ello, con savia nueva además, son Nulled. Unos jóvenes gasteiztarras que abrirían el festival cargados de entusiasmo.

“Enjoy Together”, del único EP editado hasta la fecha en estos dos años de andadura de la formación, fue la sana y clara declaración de intenciones con la que el grupo abrió, haciendo alarde de un estilo sólido, con amurallados riffs sustentados en potentes y versátiles ritmos que dejan el espacio para que su vocalista haga alarde de rasgados y limpios registros en algunos momentos abajo del escenario mezclándose con los seguidores. Sí, el estilo puede resultar ya muy trillado, pero el desparpajo con el que se mostró la banda es muy destacable y da pie a esperar grandes cosas de ellos en el futuro.

De la juventud de los primeros pasamos a la veteranía de Elbereth, que deberían ser ya considerados unos clásicos del metal con label vasco. Los de Legazpi hicieron una  demostración de fuerza y poder, realizando una actuación a mi modo de ver más redonda que la del Dimetal de hace unos meses, última oportunidad en la que pude verles.

Con esas tres guitarras sonando muy compactas y dando una tremenda explosividad a la banda, el grupo despachó temas como “Segui Itxoiten” o “Nikomedes”, ejemplo de la evolución que han llevado desde unos terrenos de un heavy metal más tradicional hacia un thrash que tocan de manera cada vez más constante.

Tras “Doinu Ilunak”, también de su última referencia “Karma”, llegarían dos clásicos de su “Arima Pizturik Dirau” como “Itzalak Leihoetan” y “Gorroto”, que siempre encuentran respuesta en el personal y que en la recta final de sus actuaciones son garantes de un gran colofón antes del brutal cierre con “Arima Askea”. Tablas para ofrecer un derroche de caña y calidad de mucho nivel.

Conozco a Rise To Fall bastante bien, o al menos les he visto en múltiples ocasiones y considero que el prestigio tan grande ganado a lo largo de los años no solo es merecido, sino que aún podría ser mayor. Pero con todo y con eso aún fueron capaces de sorprenderme con un concierto de órdago que colocaría a la altura de lo mejor que le haya visto a la banda en todos estos años.

La motivación con la que la banda salió a escena hizo que el arranque con “The Descendant”, “The Wrong Hands” y “End vs. Beginning” fue electrizante. Pero es que cuando aquello ya ardía plenamente se añadió más leña con un tema de los más antiguos de la banda como “Redrum”.

El grupo apenas sí dio tregua, con esos acompañamientos de samplers marcando el camino a seguir por un grupo en el que cada componente desempeña una labor para el conjunto que encaja como un guante, con Dann Hoyos ofreciendo destellos técnicos en la guitarra que hasta su entrada no habíamos visto con esta brillantez en la banda, pero con la vieja guardia de Hugo y Javi en guitarra y bajo respectivamente sosteniendo el peso de estos temas impulsados por una locomotora como Txamo en la batería y con Dalay Tarda haciendo alarde de registros con plena solvencia, fluyendo entre agresividad y melodía como un verdadero portento en este estilo donde se le ve comodísimo.

Temas como “The Empress” o “Acid Drosps” daban buena cuenta de lo recogido en “Into Zero”, última referencia hasta la fecha editada por la banda, sin olvidar obras pretéritas donde también había buena dinamita como reflejaron “Parasites” o “The Compass”.

La actuación imparable de los vizcaínos solo dio un respiro para que amenazaran con una despedida que no llegaría sin “Decoding Reality”, que el grupo utilizó para ir regresando al escenario de manera escalonada, entrando primero la base rítmica, luego las guitarras y en último lugar la voz. Con ello el concierto se cerró de la manera espectacular que merecía. A estas alturas Rise To Fall se suben a un escenario con tanta o más motivación que en sus inicios, pero con la experiencia conseguida a lo largo de todo este trayecto. Y no solo no fallan, sino que aún pueden demostrar que su zenit puede estar más arriba.

Otra banda con poso internacional son Morphium, que llegaron a la Urban con algún cambio en la formación con respecto a lo que vimos en el Buenavista Metal Fest hace unos meses. Desconozco lo ocurrido en el seno de la banda en este tiempo y tampoco he encontrado mucha información al respecto. El caso es que la banda sonó con fuerza, tal vez no con tanta nitidez como sus predecesores, pero con la capacidad de hacer que su música, más atmosférica, atrapara a los presentes; siempre con Alex capitaneando a nivel visual la banda. Este tipo es todo un portento al que se le ve en su hábitat sobre las tablas.

La banda llegaba con miras a grabar nuevo material, pero como nos comentaba el vocalista no tiene sentido dejar de girar para grabar, cuando se graba para girar, así que de momento los temas de su tercera obra “The Backout”, que ya data de 2016, serían protagonistas de buena parte de su repertorio.

El arranque fortísimo con “Victim Of Your Shame”, “Mud For My Thirst” y “All You Are”, con los que la concurrencia ya se volcaría con el grupo catalán, más si cuando Alex nos incitaba a hacer un agujero en el puto suelo. Tal vez hubo peligro de derrumbe con “Point Of No Return” y “You´d O Rather Be Blind”, con toda la sala saltando. Y por eso en “El Final” el vocalista se quedaría en solitario en el escenario rebajando un poco la brutalidad de la descarga.

Se retomaría con alguna presentación de algún nuevo tema o un “Made Of Scars” donde tras arrancar el vocalista obligaría a parar a la banda para escuchar cantar al público y luego empezar con más fuerza. Dejando para el final todo un himno como “Everybody Is Dead In This House”, coreado como no podía ser de otra manera por un público que se dejó cautivar por el hipnotismo y la calidad que esta banda es capaz de trasladar a sus directos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)