CRÓNICA: VIII ZOMBIE JAIALDIA – PRIMORDIAL + NUMEN + NOCTEM + ORPHANS OF PIETY

VIII ZOMBIE JAIALDIA

PRIMORDIAL + NUMEN + NOCTEM + ORPHANS OF PIETY

16 – 11 – 19

Donostia (Larratxo K. E.)

El día oscuro una vez más y con lluvia ambientaba una jornada marcada precisamente por los sonidos más tenebrosos dentro del metal, con una tendencia hacia sonidos extremos, en todos los casos con dosis importante  de personalidad propia. De nuevo he de pedir disculpas por no llegar a ver la actuación del primer grupo Orphans Of Piety, esta vez debido a los problemas de aparcamiento en los aledaños de Larratxo Kultur Etxea, un recinto fantástico, pero que normalmente nos da estos quebraderos a la hora de encontrar aparcamiento.

Después de años en los que les había perdido la pista pude ver de nuevo a  Noctem. Y pude comprobar que los valencianos siguen en sus trece. Una banda que lleva años trabajándose un hueco de honor en nuestro panorama extremo con lanzamientos constantes y con directos visualmente impactantes que revalorizan lo expuesto en cada uno de sus discos.

Lo último que traían entre manos era su nuevo disco “The Black Consecration”, que empezarían presentando con su homónimo tema. El sonido fue en algún momento un tanto embarullado, pero la banda sacó adelante la actuación con su habitual entrega sabiendo aprovechar el impacto visual que genera, con los rostros de los componentes maquillados y caracterizados como en ellos suele ser habitual.

De esta nueva obra irían representando a su terrorífica manera canciones como “Sulphur” o “Let That Is Dead Sleep Forever”, con  un cuarteto en la actualidad al que se le notan los años de rodaje, con una lección bien aprendida que ponen en práctica en cada actuación. Además de eso añaden un extra de sangre como haría en la parte final del show el vocalista Beleth, que acabaría con el torso empapado de roja sangre en un final donde “A Cruce Salus” y “Through The Black Temples Of Disister” serían el colofón a un grupo en directo siempre impactante al que no se le puede poner reparo en su apuesta por dar al público siempre algo más, creyendo no solo en su espectáculo sino también una carrera marcada por la constancia y la ausencia de techo a la hora de expandir su música.

Después de 12 años sin nuevo disco Numen presentaban esta noche una nueva obra. Eso y el hecho de que la banda siempre ha demostrado tener una gran aceptación en Euskal Herria hizo que la expectación con ellos se pudiera equiparar a los propios cabezas de cartel. Ninguno de los asistentes a este día se quiso perder a los guipuzcoanos.

Además entraban en el cartel de forma muy idónea, ya que al igual que Primordial estos juegan con los tintes folk de su propia tierra, perfectamente acoplados dentro de su black metal que alcanza de esta manera un punto muy original, al que se une la utilización del euskera.

De nuevo el sonido no fue del todo bueno, quedando un poco deslucidos algunos momentos tan espectaculares como aquellos en lo que aparecía la alboka. Pero la banda ofreció lo mejor que tiene con temas de su nuevo “Iluntasuna Besarkatu Nuen Betiko” como “Iluntasuna Soilik” o “Pairamena”, sin dejar de lado temas de sus anteriores trabajos como “Belearen Hegaldiak… Iluntasuna Dakar”, “Arranoaren Ahotsa” o “Euskaldunak”.

Completaron así una notable actuación en la que el personal pudo disfrutar de una banda que aporta muchos destellos autóctonos al black metal, entre ellas la excelente calidad de cada uno de los componentes de la banda. Tal vez, y sobre todo viendo cómo cuidan el espectáculo las bandas con las que hoy compartían cartel, les falte algo en este aspecto para llamar más la atención del público. Pero si lo que se transmite a nivel sonoro es lo importante son una formación en este estilo tremenda que tenemos mucha suerte de volver a tener activa con nuevas canciones.

Y llegaba el plato fuerte de la oscura noche dedicada al metal extremo con un grupo que ha sabido crear su propio estilo y consolidarlo desde que debutaran en 1995. Ahora venían ya con su novena obra bajo el brazo “Exile Amongst The Ruins”, pero entre los 11 temas que le dio tiempo a dispensar a Primordial para completar su hora y media sobre las tablas habría un elenco de canciones que darían muestra de lo que contienen sus anteriores discos.

La banda basó su espectáculo en la sombría figura de su vocalista Alan Averill, que con esa imagen sepulcral creaba un ambiente perfecto para encuadrase a medio camino del black y del gótico, con esos guiños que casi de forma natural evocan unas raíces celtas propias de su tierra. Si bien en un principio con “Where Greater Men Have Fallen” y “Nail Their Tongues” parecía que la banda podría salir simplemente a cumplir el expediente, lo cierto es que sobre todo su cantante tema a tema y trago a trago se fue metiendo en la descarga hasta acabar sintiendo muchísimo cada uno de los temas, acabando por provocar de manera constante la respuesta del público tanto con palmas como con cuernos.

En algún momento expondría ante el micro la soga con el nudo de la horca que colgaba de su cintura dando una sensación más agónica en algunos de esos pasajes oscuros de canciones como “The Mouth Of Judas” o “To Hell Of The Hangman”, algunos de los mejores tramos a mi modo de ver de una descarga intensa que tendió un negro manto sobre nosotros acabando por ganar el alma de todos los presentes.

La banda repasaría trabajos ya con una gran distancia en el tiempo como es el caso de “Spirit The Earth Aflame” con “God To The Godless”, pieza más longeva del repertorio, que fue escalonando canciones de otros discos como “Redemption At The Puritan´s Hands” con “No Grave Deep Enough”,  o de trabajos más antiguos como “The Gathering Wilderness”, con el homónimo tema, o “Storm Before Calm” con “Sons Of The Morrigan”.

“As Rome Burns” mediada la actuación fue un memorable momento en una parte del concierto penetrante, mientras que en la parte final llegaría “The Coffins Ships”, terminando sin paripés de abandonar el escenario para regresar con “Empire Falls”, dejando ya gran sensación sin ese bis que alguno podría esperar.

El concierto fue a más en todo momento y la banda pareció  ir sintiéndose más cómoda, con un sonido que además con ellos fue bastante mejor que con sus predecesores, haciendo valer su condición de cabezas de cartel para conseguir el triunfo.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)