CRÍTICA: TRANCE – VERITATUM
TRANCE
(Veritatum)
7/10
Con las premisas de poner la verdad sobre la mesa, denunciar y criticar las muchas injusticias que ocurren en nuestro entorno, parecería que Trance no es más que otra banda de rock que se amolda a otras bandas como los propios Reincidentes y Benito Kamelas, de los cuales han colaborado en este disco Fernando Madina y Quini respectivamente. Sin embargo, no necesitas más que un instante para comenzar a escuchar “Soledad”, tema con el que se abre el disco, y encuentras mucho más aliciente de lo que cabría esperar. No solo vamos al terreno letrístico, donde el grupo sí que trata temas una y mil veces hablados, me inclino más por degustar la variedad de la que dota Trance a este disco en el que a cada tema le acabas sacando más sustancia que la que se le presupone a una banda de rock ante todo directo y sincero. En el caso de este primer tema resulta muy vistoso como los teclados se acoplan a un estilo que muchas veces tiende a pecar de sencillo y olvida este tipo de detalles. En el caso de Trance los teclados se tornan fundamentales, especialmente en un tema como “Ahora Mírame”, con el regusto clásico hammond. Aunque para clásico el rock que se marcan en “Así Soy”, muy añejo, o el blues de “Historias Del Querer”. El disco ofrece tanta cantidad de virajes como temas nos ofrece. “Gorrino Tú” deja apreciar ritmos latinos; “Clara” es un nuevo azote a la violencia de género que no deja de estar en el candelero día tras día; y “Ríndete A Mis Pies”, con Quini a la voz, es un rock guitarrero y tan sentido como todo el disco. La voz de Fernando Madina aparece en “Quisiera Despertar”, que supone una especie de resumen de todo el disco, con una idea global de justicia que se defiende en todo el trabajo, diría que más incluso que el de verdad al que se refiere el título. Un inicio acústico da paso al tramo eléctrico, con esas arrancadas a las que el grupo ya nos ha expuesto en distintas fases del disco. Lo vientos dan un color mexicano en algún tramo de este completo tema ideal para cerrar. Pero el que definitivamente lo hace es “Un Velero Llamado Libertad”, versionado aquí por la banda en su onda más rockera. Un buen toque de despedida que también refleja el carácter soñador de esta banda, pero a la vez deja entrever un lado un poco ingenuo. Creer en utopías puede ir acompañado de ello, pero hay algunas letras donde pienso que dan una visión demasiado parcial, como puede ser en “Sin Correspondencia”, dedicado al 11M, si no lo interpreto mal. Tal vez nos hayamos acostumbrado a ver todo desde un punto de vista más profundo o que Trance no desprenda la mala ostia de algunas bandas mucho más hirientes en sus críticas. Simplemente que en sus textos a veces se me quedan algo cortos en historias a las que les veo mucho más trasfondo. Pero el grupo consigue erizar el vello de quien atiende a sus mensajes, porque tienen la forma adecuada de expresarlo con recursos musicales que hacen de “Veritatum” un disco, además, variado y entretenido. No nos contarán nada nuevo, pero lo expresan a su manera y, sin hacer nada del otro mundo, no se ciñen a esquemas de otros y nos dejan un disco que a cada paso te ofrece un toque distinto que mantendrá tú atención.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Sello: Background Noise
