CRÓNICA: HELLOWEEN + STRATOVARIUS + TRICK OR TREAT

HELLOWEEN + STRATOVARIUS + TRICK OR TREAT

14 – 01 – 11

Barakaldo (RockStar Live)

Esto es comenzar fuerte el 2011 en cuanto a conciertos se refiere. Bien es cierto que teníamos unidas a dos de las bandas más grandes a nivel europeo dentro de los terrenos melódicos del heavy metal, pero también es verdad que ninguna de las dos están en sus mejores tiempos y eso podía generar alguna duda. En cualquier caso, esperemos que el lleno a reventar que vivimos esta noche en la sala RockStar Live de Barakaldo se pueda repetir en muchas ocasiones este año. Por otro lado, habrá que dar un toque a la sala porque el calor que acogió el recinto superó demasiado la media de lo saludable para cualquier cuerpo y me da que el aire acondicionado del local tiene que dar para más que para tenernos a todos sudando a chorro limpio.

Todavía no se había llenado el lugar cuando Trick O Treat asomó a las tablas. Esta divertida banda de power metal rinde pleitesía a los hoy cabezas de cartel, de los cuales comenzaron siendo grupo tributo. Así que los chavales como unas castañuelas salieron al escenario, con una sonrisa de oreja a oreja. El happy metal nunca ha sido un género como tal, con lo que esta gente se encuentra un poco sola en esta escena musical. Ni tan siquiera los propios Helloween se lo tomaron tan a pecho, a pesar de sus pinceladas de humor que algunos alumnos aventajados como Edguy o Dragonforce también han adquirido. Pero basar su propuesta en una música tan alegre y con tantos toques disparatados no lo acabo de ver. Valorar que son una banda con aptitudes para hacer power, que nos brindaron algunos temas propios como el final “Like Donald Duck” y una acelerada versión de “Girls Just Want To Have Fun” de Cyndi Lauper , con detalles como las orejas de conejo que portó su vocalista entre otros gestos graciosos. Apenas dispusieron de tiempo ni de espacio, con la batería colocada en un lateral, y amenizaron a medias al personal. Mientras que en las primeras filas hubo quien les siguió, desde atrás no nos los pudimos tomar muy en serio. Puede que a muchos les abriera los oídos saber que con esta gente ha colaborado ni más ni menos que el propio Michael Kiske o Marcelo Luppi (Vision Divine). En cualquier caso, un directo anecdótico que les sirve para que su nombre nos suene.

La buena noticia fue que tras un problema de salud en París con Stratovarius que obligó a suspender alguna fecha en Francia, aquí en Barakaldo se aseguraba que podríamos verlos sobre el escenario. Lo malo fue que no los vimos ni de lejos en plenitud de facultades. Timo Kotipelto cantó varios tonos por debajo de su nivel, pidiendo disculpas por ello. Lo entendemos perfectamente y agradecemos que la banda tuviera el valor de salir con el vocalista tan mermado de salud. Pudimos disfrutar de lo mejor en el inicio con “Phoenix” y “Paradise”. A partir de ahí el vocalista no daba para mucho más y tuvo la banda que salvar la papeleta con solos de bajo, teclado y guitarra demasiado largos. Entre lo mejor estuvo el solo de bajo de Lauri Porra, estando esta noche un poco más discreto que en las dos ocasiones anteriores en las que le vi con la banda su compañero a la guitarra Matias Kupianinen. Un problema fue llegar a esta gira sin que el disco nuevo de título “Elysium” haya salido a la venta. En otros lugares habían venido descargando el single “Darkest Hours”, pero esta vez ningún tema nuevo tuvimos. Sorprendió la interpretación del relajado “Winter”, seguramente rescatado más por no forzar la voz de Timo que por ser un tema destacado. La gente tuvo paciencia con los solos, diría que improvisados ante la situación, pero cuando el vocalista regresó ya había dejado la poca fuerza que hoy tenía después de atravesar esos problemas estomacales. Si no, ese “Kiss Of Judas” hubiera sido, como siempre, un tema de los más vitoreados por su gente, “Forever” hubiera sido cantado con más intensidad y “Black Diamond” no hubiera recaído casi completamente en el público. Había momentos que Timo abría la boca y no se le escuchaba. Salvaron la papeleta a duras penas con un encomiable esfuerzo. A destacar un recuperado Görg Michael al cual nos alegramos de ver de nuevo en la batería tras una dura operación. En esta nueva época del grupo para mí pasaron la reválida el día que actuaron en el Metalway de Zaragoza, pero es una pena que la situación actual del grupo no se haya podido fortalecer con un concierto más sólido en esta nueva visita. En cualquier caso, creemos en que Stratovarius han renacido y tienen cuerda para volver y presentarnos “Elysium” en un futuro cercano, cuando éste ya esté en la calle.

Los que ya tienen un reciente e impactante disco bajo el brazo son los padres del power metal europeo. Podrá sembrar discrepancias la actual situación de La Calabaza, pero nadie podrá decir que Michael Waikath y los suyos no han arriesgado últimamente. Lo cierto es que para muchos supuso un sacrilegio editar la tercera parte de “Keeper Of The Seve Keys” hace pocos años, pero fue un trabajo que respondió a unos niveles de calidad que pocos esperaban. Posteriormente han tenido trabajos como el reciente de revisiones de sus propios temas, que han recibido más palos que halagos por prensa y público, y ahora nos ofrecen probablemente su trabajo más duro a lo largo de su carrera. Con todo ello, Helloween han recuperado en los últimos años parte del territorio perdido con muchos de sus seguidores pasados al bando de Kai Hansen y su Gamma Ray. Sin embargo, de un tiempo a esta parte estamos recuperando sensaciones. Fresca está en nuestra memoria su actuación en Kobetasonik de hace un par de años respondiendo a la organización, que les había colocado como cabeza de cartel del segundo escenario. Hoy reventaban la sala como en sus mejores tiempos con una entrada espectacular que hizo abrir la zona trasera, normalmente destinada a restaurante.

Tampoco nos ceguemos, durante todo el concierto se dejó percibir entre la gente el halo nostálgico de los tiempos más gloriosos, a lo que también contribuyó el grupo con la famosa introducción de aquel EP del año 83 que nos los dio a conocer. No pude quitarme de la cabeza el comienzo de “Starlight”, que era lo que correspondía en el disco, pero la banda arremetió con un exponente de su último “7 Sinners” como “Are You Metal?”, que se convirtió en un alegato digno de unos nuevos tiempos gloriosos para el grupo. La reacción de sus fans también fue considerable y sorprendió lo interiorizadas que tienen estas nuevas canciones. Helloween no quisieron más riesgos en el arranque y pasaron a un “Eagle Fly Free” que fue de los mejor cantados por un Andi Deris que muestra ser un profesional como la copa de un pino cuando tiene que recordar los tiempos de Kiske. “March Of Time” fue otro tema que puso la sala patas arriba, aunque el grupo continuaría dando cancha a su última obra entre clásicos de los primeros tiempos y algún puntual recordatorio a una época intermedia.

Tras el solo de guitarra de Sascha Gerstner “Where The Sinner Go” volvió a demostrar que ese nuevo disco le ha entrado bien a la gente por el oído. De hecho, la sala fue un clamor con un nuevo himno de título “World Of Fantasy”, después de un “I´m Alive” imprescindible pero menos vistoso en la voz de Andi Deris. El vocalista hace una labor de frontman insuperable, dirigiéndose a la gente siempre en castellano (cada vez mejor después de tanto tiempo viviendo en Tenerife) con una simpatía muy natural. No fueron pocas las veces que hizo referencia al calor reinante en la sala, aunque tuvimos que aguantar casi todo el concierto con esa insoportable temperatura. Que pongan remedio los responsables de la sala porque así lo más probable es que siempre haya que atender desmayos.

Los terrenos más cómodos para el grupo son los de discos como “The Time Of The Oath”, del cual rescataron “Steel Tormentor” en un momento muy álgido del concierto, con el grupo a pleno rendimiento y un Dani Löble que nos brindó un potente solo de batería. De los dos puestos menos estables de la banda, el batería me pareció que fue el que más asentamiento mostró. Un batería fuerte y con técnica para dar a Helloween lo que necesita desde ahí atrás. Muy acoplado en temas tan duros como “You Stupid Mankind”. ¿Quién dijo que esto era Happy Metal? La banda muestra una crudeza en estos nuevos temas que se adecua a los tiempos complicados que vive este planeta.

En acústico descargaron “Forever And One (Neverland)”, aunque el momento relajado del concierto no sería uno de los más memorables. Nos quedamos con el medley de los tres temas largos de los tres “Keepers” unidos uno tras otro. Especialmente celebradas las partes correspondientes a los dos primeros y un tanto más corto el tramo del más nuevo. Antes ya había caído de “Better Than Raw” un “A Handfull Of Pain” a la altura de un concierto que estaba siendo muy grande. “I Want Out” fue alargado para hacer cantar al público, algo agradecido en ese momento. Andi nos pedía quedarnos afónicos y el público no cesaba de gritar más una y otra vez. También es una forma de cumplir el papel de Michael Kiske, al que nadie ha olvidado en este grupo. No es por entrar en comparaciones, Andi hace bien lo que hace, pero es evidente que los temas más clásicos nunca han estado hechos para él.

El vocalista se desenvuelve mejor en un “Ride The Sky” que consigue plasmar con dureza. Siempre sufre más en “Future World”, en el que cometieron el único error que yo les puedo achacar en esta descarga. Volvieron a alargar los cánticos de la concurrencia en exceso, de forma similar a lo ya hecho anteriormente, y se hizo tan pesado que llegaron a aflorar algunos pitos. Lo curioso fue ver a la banda moviéndose lentamente por el escenario, con un Weikath bastante gracioso. Luego dicen de su carácter, pero esta noche le vimos bastantes guiños a las primeras filas y repartió púas hasta hartarse después de finalizar la descarga con “Dr Stein”, que contó con unos doctores Stein subiéndose a las tablas y repartiendo calabazas entre el publico. Fin de fiesta que dejó alto el pabellón para unos Helloween ganando terreno en cada nueva visita. Que tengan por seguro que con dos rubios que dejaron mucha huella en la banda de nuevo en la formación una sala como la RockStar Live sería totalmente insuficiente para acogerles. Y no lo digo por anhelo ni como posibilidad bastante remota, aunque como negocio sería una buena operación sin duda. Pero las cosas también tienen visos de exitosa continuidad tal y como están. De hecho, pequeña se quedó una de las salas más grandes que tenemos en Bizkaia para verles esta noche. Sin emular sus buenos tiempos, defendiéndose en cada nuevo clásico con la ayuda del público, bordando los temas en que Andi Deris ya figuraba como cantante y clavando cada pieza de nueva hornada Helloween mostraron una buena parte de lo que queda del grupo que convulsionó una escena europea que aún no se ha recuperado de su impacto. Esa parte, sin olvidar lo que el grupo se ha dejado por el camino, es más que suficiente para corroborar la esencia y la fuerza de una banda que en conciertos así hace incontestable su relevancia.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)