CRÍTICA: BERNIE MARSDEN

BERNIE MARSDEN

(Shine)

9´5/10

Una maravilla de disco el que se ha sacado de la manga el que fuera guitarrista de Whitesnake, Barnie Marsden. Sin desperdicio pese a que trece temas sean un número considerable; pero con esta calidad, este talento y este buen gusto puesto ante nuestros oídos bienvenida sea la casi una hora de deleite musical que nos ofrece el guitarrista.

El trabajo brilla con luz propia, nunca mejor dicho, con temas que van desde el blues, al hard rock, pasando por el rock & roll, algún pequeño deje country y atisbos de comercialidad bien entendida, aquella que nos trae a la mente éxitos del rock de los 70 y 80.

Imaginaba una obra que tiraría más por los derroteros del blues, dada la trayectoria del guitarrista en los últimos años y dado el sabor que nos dejó cuando pudimos verle en directo por última vez, pero la obra se abre muchísimo más, abarcando un maravilloso universo ajeno a etiquetas y a épocas. Estos temas podían estar compuestos en la actualidad o hace varias décadas. Lo que no hay duda es de que en cualquier momento que hayan nacido prometen llevar muy bien el paso del tiempo, ya que resultan unos clásicos desde la primera escucha.

Precisamente con sonido añejo se abre la obra con uno de los temas más blues del disco “Linin´ Track”. Sin embargo en seguida derivamos hacia un medio camino con el hard rock en “Wedding Day” o directamente hacia el hard con melodía en “Walk Away”, que de poder ser radiado lo suficiente no me cabe duda de que sería todo un éxito. Gran entrada y gran estribillo. Perfecto para conducir resulta un rockero “Kinda Wish She Would”, que nos mete el ritmo en el cuerpo y no nos deja. Irresistible el sonido de teclado acompañando a la guitarra.

Tenemos baladas en una onda muy Zeppelin como “Ladyfriend”, muy mágica, como lo es también el psicotrópico “Dragonfly”, ésta en una onda de los Black Sabbath más místicos. Muchos grandes se me vienen a la mente escuchando esta obra (Yes, Asia, Pink Floyd, Toto…), por supuesto con el sello de Marsden, que no se me enfade. Pero tampoco falta una esencia Purple en el homónimo tema, donde colabora Joe Bonamassa para acabar de poner el punto más que brillante, reluciente, a la obra. O no, porque todavía nos quedan las aportaciones estelares de Cherry Lee Mewis en “Bad Blood” y del mismísimo David Coverdale en un tema de pegada como “Trouble”, inconfundible y genial en esta unión a su viejo compañero en la serpiente blanca.

Por si fuera poco tenemos los aportes a la obra de Ian Paice, Don Airey, Jimmy Copley (Jeff Beck) o Mark Feltham (Nine Below Zero). Todo ello como guinda a una obra en la que Bernie Marsden ha ofrecido un derroche de talento enorme, que se atreva a defender en sus directos estos nuevos temas, porque está claro que por mucho que se le pidan las canciones de Whitesnake de la época dorada en la que él militó en la formación, lleva mucho más dentro en la actualidad. Y en una época y contexto distinto no tiene por qué quedar a la zaga.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Top Artist Promotion (www.topartistpromotion.com)

Fecha de salida: 18 de Agosto de 2014