PORCO BRAVO + LOBO ELÉCTRICO

24 – 09 – 11

Bilbao (Kafe Antzokia)

Como en la anterior ocasión en que presentaban su trabajo “Show!!”, Porco Bravo eligió el Kafe Antzokia como templo de reunión con toda su piara para anunciar a voz en grito el nacimiento de su nueva obra, nuevamente de expresivo título, “Grooo!!!”. El público, una vez más, no falló a una banda que hace de sus directos mucho más que un concierto de rock. El Kafe Antzokia se vistió de gala para ver a los porco, esta vez acompañados por una banda que verdaderamente puede hacer sombra a unos salvajes del escenario como ellos. Y es que no es fácil tocar con ellos en un mismo cartel y que después de ambas actuaciones alguien se acuerde de que hubo otra banda.

LOBO ELECTRICO
LOBO ELECTRICO

En este caso, Lobo Eléctrico no solo hizo un concierto para recordar, sino que a quien no les hemos seguido hasta ahora, nos dejaron boquiabiertos pensando cómo es posible que una banda que lleva desde el 99, con este nivel de directo, no es más reconocida por nuestra tierra. Los de Tolosa demostraron todas las tablas del mundo, el descaro y el desparpajo de auténticas estrellas y un talento que se puede llevar con todos los galones a nivel internacional sin desmerecer a infinidad de bandas foráneas que son recibidas aquí como ídolos. Pues resulta que mucho más cerca tenemos a un grupo de ese y más nivel.

LOBO ELECTRICO
LOBO ELECTRICO

Sensacional concierto el suyo de principio a fin, sin ninguna tacha, con un vocalista que desprende chulería, que cautiva y nos hipnotiza poco a poco, hasta convertirnos en “Amante De La Serpiente”, si es preciso haciendo del suelo un confortable lugar donde cantar sensualmente tumbado. La banda nos hechizó con el “Rayo Cósmico” en busca de esos “Agujeros De Gloria” por los cuales nos introducimos en un “Retorno Al Planeta Polimorfia”, dando una mirada a un pasado en el cual bandas como esta tocaban en recitales de lo más candentes, en cualquier rincón de la ciudad en una noche de la que Lobo Eléctrico se adueñó, haciéndonos olvidar el tiempo. La imagen que veíamos en escena lo mismo te puede evocar los 80, lo 90 o el siglo XXI; pero hay que ver lo bien que se conserva el rock reencarnado en una banda así, ajeno al paso del tiempo, que no le hace perder atractivo, porque aunque no conozcamos a la belleza el corazón sabe perfectamente cuando está frente a ella. Más o menos fue lo que nos dijo el vocalista cuando tocaba el turno de un cálido, denso y glamoroso medio tiempo llamado “Antinoo”.

LOBO ELECTRICO
LOBO ELECTRICO

El público estaba de lleno metido en el bolsillo de Dr Sirius Magma, el cual no dudó en provocar al respetable bajando constantemente las escaleras del Antzoki para mezclarse con una concurrencia cada vez más receptiva. Se había despertado en nosotros “El Lado Salvaje Del Corazón”, sentimos las garras de “Chico Gato”, no sentimos “Vertigo” ante un “Himno Loco” cabalgando sobre un “Caballo Sónico”, ni nos pareció raro un “Hombre Verde” mirando con “Ojos Carnívoros”, puesto que la magia de la música cambia las reglas a su antojo para pasar a una realidad “Mutante”, paralela a la que nos esperaba en la calle una vez terminado el bolo y en la cual podemos responder afirmativamente a la pregunta de “¿Has Visto Al Lobo El Eléctrico?”.

LOBO ELECTRICO
LOBO ELECTRICO

La verdad que he tardado en descubrir a una banda que me ha dejado muy gratamente sorprendido, auténtica carne de escenario. Inundados por la abundancia e inducidos por el poder del esperma negro. Debes de experimentar la sensación para comprenderlo.

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO

Con el problema del derribo del gaztetxe de Kukutza de fondo, del cual se acordaron mucho los asistentes con más de un recadito para ayuntamiento y responsables del derribo se desarrollaría el concierto de los vizcaínos, la noche siguiente a unos altercados en Bilbao que pasarán a la historia. Como siempre, la prensa oficial se encargó de dar la vuelta a la historia, criminalizando a los que defienden la existencia de lugares donde difundir la cultura de forma independiente mientras que dan total legitimidad a las cargas policiales, que desde luego no promueven la paz que tanto promulgan ni mucho menos apaciguan los ánimos de quien tiene motivos para protestar. Aunque eso es otra historia. Vamos a lo estrictamente musical.

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO
PORCO BRAVO

Se escapa a toda lógica lo que ocurre en un lugar donde Porco Bravo se sube a un escenario. Seguro que en ningún concierto se acerca una chica al cantante de turno para pedirle que diga por el micro que cambia sus zapatos por unas chanclas, incluso diciendo el número que calza. Solo un detalle de los ocurridos durante la actuación. Esta banda lleva ya un tiempo rompiendo las reglas de lo habitual en cualquier concierto de rock, llevando su propuesta de espectáculo hasta coquetear con el riesgo y alcanzar la locura más absoluta. Nunca defraudan sobre un escenario y saben hacer de su actitud una garantía de éxito, sumado a que estamos ante una potente y compacta banda de rock que cada vez cree más en sus posibilidades. El nivel mostrado en su nuevo disco les hace subir enteros, más allá de una banda de directo muy cachonda y espectacular. El grupo tiene ahora un disco que defender y que hacer sonar en directo con la contundencia con la que suena en estudio. Puede que por ello durante el primer tramo de la actuación noté a la banda más centrada que nunca, lo cual me llegó a dar un poco de miedo, puesto que pese a estar alcanzando ese estatus que les impone una mayor autoexigencia, nunca deben de perder el lado más desenfadado y gamberro. Solo fue cuestión de tiempo y de temas que la banda se soltara como en ellos es habitual.

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO

A este inicio un tanto más conservador por su parte pudieron contribuir unos pequeños problemas de sonido. A Manu no se le escuchó el micro en la primera estrofa, lo cual siempre puede provocar una cierta tensión. Tras la intro de su disco “Grooo!!!”, con la mascota haciendo acto de presencia, la banda arrancó de idéntica manera al disco con “Mutante” y “Lasciva”, portando la bandera de su última obra como uno de los elementos visuales nuevos a su puesta en escena. También es nueva la cabeza de jabalí utilizada, con unos ojos luminosos, y que Manu nos presentó en seguida. Un elemento fundamental que vuela por la sala a lo largo de la actuación, lanzada de aquí para allá por el público y los músicos. Con lo nueva que se la vio en esta noche de presentación, ya veremos como acaba con los envites de unos cuantos conciertos más. Tras ese ¡¡¡Buenas noches Barakaldo!!! del cual para Porco Bravo Bilbao debe ser tan solo un barrio, aquello ya no tenía freno.

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO

La banda no tardó en echar una mirada a sus inicios maqueteros, donde tenía temas que para sus seguidores son todo unos clásicos. Es el caso de “Se Acaba”. También hubo representación de su anterior disco “Show!!”, del cual el propio “Porco Show” es otro que tiene toda la pinta de no faltar nunca en sus directos, ya que es una perfecta declaración de intenciones de la banda. Manu por poco hace astillas el micro golpeándolo contra uno de los monitores accidentalmente, pero el grupo se fue soltando cada vez un poco más y los solos de Pulpo y Asier fueron saliendo más fluidos. Por cierto, que si se les ha comparado este sucio rock and roll con Turbonegro, el casco de aviador de Txelu da pie a un mayor acercamiento a los noruegos.

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO

Tras una nueva dosis de nuevos temas con “Motel” y “Deja Vu” llegaríamos a un ecuador donde todo lo habitual en los shows de la banda se desató por completo. Llegados a “Deseo Verte” vimos a una banda desparramando sobre nosotros toda su carga de rock sin tapujos, con más guiños entre los músicos en “Antes De Nacer”. Manu cogió a cuestas al Pulpo en uno de sus solos y comenzó a mezclarse con el público, que termina siendo parte activa del concierto. Imposible que no te enganche un grupo que transmite tan buen royo y que se deja, literalmente, la piel en escena. “La Piara” es ese gran himno que acoge a todos los seguidores de este cerdo salvaje reencarnado en estrella de rock. No puede faltar en los conciertos del grupo el que Manu se grape el set list en el pecho y le prenda fuego. Esta vez lo hizo mientras que lanzaba grapas a los asistentes. Una vez realizado, vimos la sangre caer por su cuerpo, cual Gene Simmons de Kiss, solo que en este caso no es falsa.

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO

La parte más cañera de la actuación llegó con “Di Ke No” y “Dios”, sin bajar demasiado posteriormente con “Donante”, ni qué decir con ese “Bitxo Raro” que formó un bestial pogo animado por el propio vocalista que se mezcló con el público a empujón limpio. Para entonces su cuerpo ya se había deslizado de espaldas sobre las escaleras del Antzoki y en “No Hay Nada” se lanzó desde el pivote de las escaleras de subida a la parte alta de la sala siendo recogido por un público que lo llevó en volandas por el recinto. No se si llamarlo valor o locura, pero lo que está claro es que para este hombre no existen ni el miedo ni el dolor.

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO
PORCO BRAVO

Llegados a la recta final del concierto tal era la complicidad existente entre grupo y público que hasta el siempre algo más sobrio Chelu, bajo en mano, se mezcló también con las primeras filas mientras que interpretaban “Puto Amor”. La orgía ya estaba desatada para amenazar con el fin de fiesta utilizando “Electrica Actitud”, en la que el confeti cayó desde el techo creando un fantástico clima festivo y rockero. A ver quien no se contagia de ese virus llamado rock and roll teniendo a estos delante.

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO

Manu no se llegó a marchar del escenario. Todavía quedaban un par de temas y la batalla estaba de sobra ganada una vez más. La versión de “Nice Boys Don´t Play Rock & Roll” de Rose Tatoo, rebautizada a “Los Porco Tocan Rock & Roll”, retomó la marcha a ritmo frenético para finalizar con “Sin Ti”, en la que introdujeron otro de sus números habituales con la bengala en el culo de Manu y con las guitarras de Asier y Pulpo echando chispas de su mástil. La imagen de juerga y desenfreno a la que todos sucumbimos fue el final de un nuevo concierto que volvió a convencer a los que ya les conocíamos y a dejar perpleja a la gente que por alguna casualidad fuera esta la primera vez que tenía delante los Porco. Es una experiencia que marca de por vida.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)