CRÓNICA: STALIN + THIRST FROM THE SUN + EBONY ROSE

STALIN + THIRST FROM THE SUN + EBONY ROSE

18 – 06 – 11

Barakaldo (Edaska)

Tres prometedoras bandas vizcaínas de muy diferentes estilos dentro del rock configuraban este cartel. Comenzaron la velada Ebony Rose dándose un pequeño baño de masas en una concurrida sala Edaska. Esta banda con chica al frente demostró tener unas hechuras más que interesantes para desarrollar un metal con cierto toque alternativo. La banda se mostró entusiasmada ante su nutrida parroquia, con una ilusión tremenda por hacernos disfrutar de sus canciones. Ya demostraron desde el inicial “Winter” que tenían intención de dar todo lo mejor, encontrando respuesta en una audiencia muy participativa. Las palmas en el estribillo de este tema inicial ya fueron una constante que se repetiría en casi todas las canciones. “Beautiful Corpse” aumentó la fuerza en un arranque muy directo y cargado de intención por su parte.

Llegado ese momento aprovechan para saludar a los presentes y dedicar a todos “Earth Code”. El concierto lo completaron con detalles como el estreno de un tema nuevo de título “A Light Is Gone”. No voy a negar que me escandalizara y estuve punto de salir por patas cuando anunciaron una versión de Lady Gaga. Sin embargo, la fiesta que provocó “Born This Way”, respondiendo a la petición de su vocalista de alegrarnos un poco esta noche, lo convirtió en uno de los mejores momentos de su actuación. Además la llevaron muy acertadamente a su plano rockero de guitarras potentes que no dejaron de apuntar una originalidad que puede ser su camino a explotar en el futuro.

Para que no decayera aquello una que gusta mucho. Se trataba de “Dance With Me”, aunque más que bailar, lo que hicieron las primeras filas, repletas de chicas, fue cantar con la banda. Muchas veces se les acercaba el micro para que formaran parte del concierto. Se relajó la cosa con la acústica “Porcelain”. Una pena que la guitarra apenas se escuchara y casi tuviéramos un tema cantado a capela, pero no dejó de ser emotivo, también con el público entregado. Antes de interpretar “Midnight Romance” hubo alguna coña para uno de sus guitarras incitándole a tocar desnudo, cosa que prometió si llegaban a cierto número de personas en la sala. Probablemente lo superaran, pero la amenaza no se cumplió y continuaron una recta final con el primer tema que hicimos, de título de “Memory Fades” y terminando con  temas más cañeros como “Contagiuos” e “If I Could”. Un concierto bastante completo para conocer a una nueva banda a la que le falta asentarse y matizar algunos aspectos, pero que parece bien encaminada para encontrar un estilo personal dentro de un metal actual con carácter femenino al frente. Los gritos de beste bat les animaron a volver para interpretar una versión de The Cranberries no tan atinada como la de Lady Gaga.

Se trata de una joven formación que no duda a la hora de tirarse a la piscina de cabeza con un estilo de metal potente e intenso difícilmente calificable. Rozan lo más extremo y de la misma manera meten unas voces melódicas de una calidad alucinante. La voz principal se muestra totalmente desatada, apoyándose en sus compañeros, que en algunos temas ofrecen mucho juego con tres voces totalmente contratadas entre sí.

Cuando ellos subieron a las tablas una revolución ocurrió en la sala Edaska. La gente se vio obligada a abrirse, ya que el frontman no dejó de bajar del escenario, que se le quedaba pequeño, para en ocasiones incluso montar un pogo del que él mismo formaba parte. Toda esta entrega que les puso a chorrear de sudor y que subió la temperatura general del recinto la acompañan de una calidad instrumental sorprendente en unos chicos tan jóvenes. A pesar de ser una banda que esta misma noche celebraban su primer año de existencia, pareciera que llevaran mucho más tiempo curtiendo su estilo y ofreciendo este rodaje. Sus temas complejos, que ofrecen una diversidad de matices impredecibles, fueron llevados al directo de una manera incontestable con una contundencia que no debe ocultar esa otra cara sensible y de mestizaje que el grupo ofrece. La sensación es que el techo se nos puede venir encima con ellos, pero no te los imagines como una martilleante banda más que sigue ese metalcore tan de moda en los últimos años, porque aquí hay un trabajo de composición y arreglos mucho mayor que en directo se puede apreciar muy claramente. Disculpad que no mencione ninguno de sus temas, ya que aún no controlo sus títulos. Esperaremos para memorizarlos a que nos presenten su primer trabajo, que a nada que tenga un tratamiento adecuado puede ser una bomba metalera estallando en nuestros oídos. Un grupo que muestra todo esto sobre el escenario ya está trabajada para dar ese paso que esperemos pronto sea posible. De mientras, que no cesen de ofrecer este despliegue en escena donde terminaron por provocar en el público la reacción que deseaban, poniendo en un momento dado a todo el presente a hacer el símbolo de un sol juntando el dedo pulgar e índice y manteniendo los otros levantados, símbolo de la banda. No dejéis de tenerles en cuenta como una banda con mucho futuro.

Stalin no hizo que la noche se enfriara. Todo lo contrario. Esta banda formada por músicos curtidos, entre los que se encuentra Juanmi de Laia, daba esta noche su segundo concierto como banda. Su estilo se puede describir simple y llanamente como energía. Esa fue la puesta en escena de una banda potente a rabiar, con una movilidad y un nervio contagioso en estos temas que nos presentaron, aún no se si con títulos definitivos. La banda cuida mucho la puesta en escena y su cara a cara con el público, al cual incitan de principio a fin.

Los platos de la batería ardieron brevemente para dar comienzo a la descarga, metiéndonos rápidamente en un concierto fulgurante, rápido y potente. Cada uno de los temas fue una descarga eléctrica de un rock actual y personal que, bajo mi punto de vista, rebasa en agresividad a posibles influencias achacadas en la información que recibíamos presentando este concierto, como Incubus y más aun a Foo Fighters. Sin demasiada tregua entre un tema y otro llegamos a momentos donde la gente respondió con palmas. Apenas si hubo un poco de relajación en “James. Allen”, antes de la versión de “Image Of The Invisible” de Thrice, tras el cual la banda al completo, salvo su batería, bajaron del escenario para interpretar mezclados con el público “Obligarte A Sonreir”. Si no me equivoco fue “Monet” la que anunciaron como primer single de Stalin. Apuntes de un futuro inminente en el que deben dar mucho que hablar, ya que son músicos de experiencia que saben estar en  un escenario y que unen de una manera muy natural un atisbo de comercialidad con una agresividad digna de la banda más metálica. Habrá que verles en escenarios más grandes donde prometen un espectáculo aún mayor. Por ejemplo, Juanmi me decía que en este concierto, dado lo bajo del techo del Edaska, no podrían saltar por encima de la batería, uno de los aspectos que expone en vivo esta inquieta banda que se está dejando la piel en este incipiente momento de su carrera con conciertos donde se desborda la adrenalina. Van a dar que hablar. Mientras esperamos una primera grabación por su parte, nosotros nos adelantamos.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)