CRÍTICA: VOSTOK108 – GEISHA NICE
VOSTOK 108
(Geisha Nice)
8/10
Las características de Vostok 108 se asemejan a lo que muchos de los grupos están ofreciendo en la nueva escena del metal. La melodía y la fuerza se combinan con perfecta armonía. Si os digo que se trata de una obra en la que los elementos metaleros se fusionan con pasajes muy próximos al pop, ya entenderéis dentro de qué oleada de bandas podemos incluir a estos guipuzcoanos. Sin embargo, en medio de ese poblado bosque hay muchos habitantes que además de contribuir a un paisaje precioso, tienen una personalidad que les distingue. Eso podemos decir de Vostok 108 desde este disco de debut. Tenemos unas composiciones cuidadas al detalle, muy adornadas sin obviar la contundencia de unas guitarras metaleras. Una vez te introduces en este universo de “Geisha Nice” puedes apreciar un decorado muy rico en matices con un contorno de seda.
De manifiesto quedan las intenciones del grupo con “Rompiendo Moldes”, dejando inmediato paso a uno de los temas de más gancho de todo el trabajo como “Nada Más”. Por eso ha sido elegido para grabar video-clip. Esa tonalidad sugerente que coge la voz en las partes más susurrantes atrapa. Pero no es Vostok 108 un grupo que se autolimite, sino que es mucho lo que aquí se estira la capacidad de la banda para en cada tema alcanzar lo más sosegado y lo más potente con gran naturalidad. “Geisha Nice” es un claro exponente que identifica a Vostok 108 dentro de este etilo de características compartidas con muchas bandas a día de hoy. La intencionalidad de las letras la puedes apreciar en la práctica totalidad de los cortes. Si bien, temas como “Clones Del Todo” o “Vencer A La Verdad” llevan implícito más significado. Hay que destacar la colaboración de Aitor Uriarte (Latzen) en el optimista “Biok”, cantado en euskera, idioma que la banda utilizara en sus principios.
Estamos ante un debut de mucho peso que no deja ningún cabo suelto. Los temas son un reflejo cristalino de la propuesta del grupo, sin ningún tipo de aspereza, lisos como porcelana. Esto puede hacer que a veces se torne el trabajo demasiado sobrio, pero la gran cualidad del grupo de unir tramos potentes con los más relajados sin ningún tipo de acritud, hace que el disco no deje de ondular con diferente bravura y nunca se haga monótono. Además de lo que Vostok 108 puedan prometer de cara al futuro, “Geisha Nice” es una realidad con pilares fuertemente asentados desde un disco de debut.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
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