TIERRA SANTA

(Destino)

8/10

 

 

Mucho se habla en estos días de los haters de determinadas bandas, algo que solo ocurre con los grupos que transcienden por una u otra razón. Mucho sabe de ello Tierra Santa, grupo que alcanzó la cima del heavy metal hispano, o al menos una de las posiciones más relevantes, a finales de los 90, convirtiéndose en uno de los grupos más constantes a la hora de editar discos. Eso conllevó que un sector de seguidores les achacaran ser excesivamente inmovilistas, sobre todo porque el paso de los años y el trabajo incansable provoca un desgaste lógico. Pero, cuando decidieron cambiar el rumbo con discos como “Apocalipsis” o “Morir En Pie” resulta que acusaron un pequeño bache de popularidad que la banda notó regresando a las raíces con un disco como “Caminos De Fuego”, suficientes ejemplos para darse cuenta de que hagas lo que hagas nunca vas a gustar a todo el mundo. No es ningún problema cuando se elude caer en la indiferencia. Y Tierra Santa, por mucho que parezca pesar a algunos, tienen sobrada relevancia como para generar opiniones… buenas y malas. El problema tal vez sea que las criticas malas suelen pesar más que las buenas, porque lo cierto es que con Tierra Santa sigue ganando por goleada la acogida con los brazos abiertos de sus nuevos discos que por aquellos que deciden rechazaros, que todo es lícito.

Y en este caso han pasado 5 años sin nuevo disco de la banda. Demasiado para lo que acostumbraban en el pasado. Y una vez que lo tenemos en las manos podemos darnos cuenta en seguida que la banda sigue por sus fueros. Sorpresas puede que ninguna, aunque siempre hay detalles, pero lo cierto es que una banda que se caracteriza por su nobleza es un seguro para los que se consideren verdaderos fans de la banda. No hace falta buscarle tres pies al gato. Simplemente tenemos 11 nuevas canciones que en parte siguen la senda que el grupo plasmó en el recopilatorio “Esencia”, donde regrababan algunos temas con la orientación sonora más hard rockera que el grupo ha ido adquiriendo, con un mayor peso del teclado, ocupados por Juanan San Martin ya desde hace muchos años y a los que les han ido dando un mayor protagonismo desde hace un tiempo, sin dejar de ser un grupo alejado de virtuosismos y que busca transmitir emociones, así de simple, con unas canciones que sin alardes tienen una personalidad que ya es marca registrada, sobre todo por esa voz de Ángel San Juan. Otro hombre criticado, pero que sin ser un gran vocalista tiene un sello completamente propio que viene marcando ya a varias generaciones.

De hecho no se hace de rogar el encuentro con su voz en “Por El Valle De Las Sombras”, con estribillo marca de la casa, con textos que de un tiempo a esta parte saben moverse muy bien en el filo de la épica y las historias del día a día. Es verdad que hay canciones en las que diría que hay un cierto regreso a las raíces, al menos a nivel sonoro. Y es que las guitarras de “Mi Libertad” recuerdan mucho a la época de “Sangre De Reyes”. Tampoco es la primera vez que le dan un aire árabe a uno de sus temas, y en este caso “El Dorado” cuenta con esas melodías cálidas, con un empaste entre guitarras y teclado que surte el efecto deseado. “Crucé El Infinito Por Tí” es un tema veloz, de nuevo recordando a los temas de su primera época, aunque “El Poder De La Tormenta” nos recuerda con su medio tiempo que los riojanos han sabido ahondar en otros terrenos que hacen de su propuesta algo mucho más rico de lo que algunos quieren reconocer. Y desde la incorporación de Dan Díez también se nota un mayor trabajo en los punteos y en la combinación de su guitarra con la de Ángel, algo a lo que le sacan un gran partido a temas directos como los siguientes “Destino” y “Pecado De Ángel”. Son temas veloces que de nuevo nos recuerdan a los Tierra Santa de toda la vida, solo que ese entrelazado trabajo guitarrero le da otro dinamismo que los diferencia de sus inicios.

No creo, sin embargo, que su fuerte sean las baladas, aquí sí que me parece que cae en tópicos que desde el mismo título quedan patentes, como ocurre en “Te Amaré”, pero el sentimiento que le imprimen puede ser suficiente para cautivarte. Son un grupo que no te van a vender algo que no sientan. Se agradece que tengan más o menos imaginación en un tema en concreto. Ya le dan algún viraje mayor a un tema con la pegada de “La Fuente De La Juventud”, mientras que la banda no cede terreno en un “Gran Alma” cuyo trato de guitarras y ritmos me recuerdan a algún clásico del grupo. Temazo vibrante. El vuelco lo pegan con el tema que cierra la obra, donde sí que creo que dan en el clavo a la hora de hacer algo diferente. Lo lógico hubiera sido un tema acústico e intimo para recordar a una madre, pero en este caso lo han hecho en electico, con un riff que releja añoranza y pesar, con una letra que deberías sentir muy dentro, porque con muy poco dice tantas cosas…

Hay bandas que no necesitan muchos aspavientos para llegar a un gran número de público, algo que puede que sea la raíz de que Tierra Santa levante tantas suspicacias entre alguna parte de los seguidores del heavy metal. Simplemente o te gustan o no, y no creo que haya nada de malo en ello, estés en el lado que estés. Ahora regresan con una obra que a buen seguro no hará cambiar esas posiciones, puesto que nos brindan un disco que partiendo de la evolución que habían venido teniendo pisa en parte terrenos que nos recuerdan a su época más primigenia. Y, sin más vuelta de hoja, va a encantar a los que estamos en un lado de esa balanza.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Maldito Records