CRÓNICA: DEKTA + SINMAS

DEKTA + SINMAS

Viernes 24 de junio de 2022 – Sala Groove – Portugalete, Bizkaia

Un día después de ver arder las hogueras de San Juan, lo que veríamos en llamas sería el escenario de la sala Groove con las dos bandas que prenderían sobre él. Precisamente el título de la segunda obra de los catalanes Dekta es explícito, “When Everything Burns”. Ellos recorrerían buena parte de la península para llegar hasta aquí, mientras que Sinmas harían las veces de anfitriones con “Muerto Por Dentro”, un disco menos reciente, con unas ganas inusitadas por volver a pisar las tablas, dejando claro que lo de su última obra es para otros, porque ellos rezumaron vitalidad, por dentro y por fuera.

Lo dejaron patente nada más pisar las tablas, con un llamativo pie de micro en forma de espada sobre el que Goiri escupiría toda la rabia que llevan los textos de la banda. Si no les conociéramos podríamos pensar con ese elemento visual que íbamos a ver a un grupo más épico, pero Sinmas es un grupo que salta de lleno a la yugular desde el suelo de las calles que todos pisamos y cuya realidad todos vivimos.

Musicalmente cada vez se me hacen más metaleros, dejando un poco más escondido el punk más presente en sus inicios. A la evolución lógica del sonido del grupo hay que añadir una mejoría como músicos y lo compactos que suenan ahora mismo. Se nota mucho que tanto Goiri en la voz, como Erlantz en el bajo y Julen en las guitarras llevan juntos desde 2003. Van muy cuadrados junto con una arrasadora batería por parte de todo un torbellino llamado Alain. Formación básica pero que suena como una sólida mole imparable una vez que echa a rodar.

Se centraron mucho en su más reciente obra, con la que tenían alguna cuenta pendiente, ya que la extraña situación vivida en los últimos años afectó a su presentación, como le ha ocurrido a casi todos los grupos.

Siguiendo con el fuego, protagonista de este solsticio de verano, temas como “Tierra Quemada” sembraban ya las bases de una trepidante actuación que iría desparramando adrenalina y entusiasmo con el festivo “Beers” o “Bullet Day”, con la primera caracterización de la noche del vocalista, esgrimiendo un arma de fuego y aportando una pincelada teatral al show.

La banda alternaba momentos de pura rabia como “Corazón Podrido” o “Juicio Final” con temas del buen rollo de “De Puta Madre”, donde si cabe reflejaron más las ganas de volver a pisar un escenario. Momentos más festivos como este eran el contrapunto a temas tan contundentes como “Violadores De Almas”, con Goiri realizando una actuación muy ceremonial.

Si bien la banda se centró sobre todo en su última obra, con más temas como “Gato Negro”, un “Juego De Tronos” en el que el vocalista le sacó partido a la espada, “Entre Las Calles” o “Un Día Más”, cabe estacar la relevancia que en el segunda parte del concierto iban cogiendo los temas de su anterior “Desesperación”, como el homónimo o “Sekula”, con un final en el que veríamos de nuevo a Goiri disfrazado en este caso de una especie de hechicero en “Ojos De Brujo”, tema perteneciente su segunda obra “Fieles” de 2005, aunque regrabado para “Desesperación”, y un “U.S.A.” en el que el vocalista se recitó el extracto de la película “Apocalypse Now” aparte de disfrazarse de nuevo de manera acorde al tema en cuestión.

Gran actuación la suya, cada vez sonando mas metalizados, con un directo muy entretenido y con el ímpetu de una fiera recién liberada de sus barrotes encontrando de nuevo su hábitat.

La imagen impactante de Dekta es lo primero que a uno le puede llamar la atención de la banda. La vienen explotando desde su homónimo debut y por esa senda han seguido con “When Everything Burms”, disco que asienta mucho más el estilo personal que el grupo ha conseguido. Puede que quedándose un tanto aislado en estos tiempos dentro del nu metal más propio de los finales de los 90, pero con muchas cosas que decir y un camino propio que ya se está fraguando.

Los enmascarados músicos de la banda salieron a escena entre la expectación de los presentes que rápidamente pudimos comprobar que el impacto visual se acompaña del sonoro. Cada componente de la banda se esconde tras un siniestro rostro, habiendo cogido cada uno de ellos un seudónimo para convertirse en un personaje con diferente papel en el grupo.

Presentaron casi de manera íntegra su segundo disco. Tan solo se quedó fuera el más ambiental “Dived”, con la banda ya arrancando a saco con el directo “When Everything Burns”, intercalando temas de sus dos discos, como “We Belong”, “False”,  “Losing My Life” , “These Walls”, “Amandla! Awethu” o “You Are Gone”.

Detrás de esas máscaras se intuye la pasión por lo que el grupo transmite. Un estilo también con mucha rabia, pero con un mayor halo reflexivo que sus predecesores.

Pese a que en “Forgotten Innocence” el micro cascó y apenas pudo ser cantado por Cubitus, la banda se llevó una gran ovación y todo el apoyo de los presentes. Cosas del directo. Nada que les impidiera demostrar su interesante propuesta, reconectando con el pegadizo “All I Want” y con el regalo de ofrecernos acto seguido un tema nuevo de título “Lost My World” que, entiendo, formará parte ya de un tercer disco.

La banda anunciaba despedida con “Bloody Land”, pero rematarían la actuación con “Untrully Savior”, temazo final, despidiéndose entre los merecidos aplausos y vítores de los presentes, que si bien no éramos muchos, podemos ser la base sobre la que arda la llama que haga que Dekta prenda definitivamente como un grupo a tener muy en cuenta en el actual panorama del metal. La tendencia del fuego es expandirse hasta arrasar con todo lo que pille a su paso.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)