CRÓNICA: Z! LIVE (primera jornada)

 

Z! LIVE

-primera jornada-

SOUTHERN + AVALANCH + VITA IMANA + KORPIKLAANI + MORPHIUM + MOONSPELL + HIRANYA + BEAST IN BLACK + ARWEN + REVOLUTION WITHIN + SIN CONTROL

Viernes de de junio de 2022 – Auditorio Ruta de la Plata – Zamora

 

 

Con la buena resaca de la jornada de apertura de Toro On The Rocks! encarábamos la primera jornada del Z! Live que ya a la mañana vivía algunos escarceos por la ciudad con acústico de Avalanch. Han pasado 3 años desde que pisaba este recinto por última vez, aunque el festival se ha mantenido activo en los últimos complicados años con ediciones reducidas, algo que tiene mucho mérito y da buena cuenta de la voluntad del festival por consolidarse como cita obligada por estas fechas. De hecho, tras 5 ediciones estándar, más las dos especiales de los últimos años, podemos decir que ya lo ha conseguido. Y para más afianzamiento, a la noche Rafa Basa al presentar a Avalanch nos daría el dato de que el Z! Live ya había batido su record de asistencia. Y quedaba la jornada del sábado.

En este viernes nos encontramos nada más entrar, con un sol de justicia, a Sin Control, ganadores del concurso en la categoría de bandas de Zamora. La sorpresa fue encontrarnos con una cara conocida para los que el día anterior estuvimos en Toro, aunque en otra posición en el grupo. Y es que Sin Control es una banda liderada por Manuel Pérez, aquí guitarra y voz, batería de Atomic Megalodon, primera banda de la jornada de bienvenida del festival.

Queda clara la amplitud estilística que domina este chico, ya que, al margen de cambiar de instrumento, este metal agresivo solo tiene que ver con su otra banda, precisamente, en el hecho de que aquellos también son un grupo con voces rotas, pero dentro de un psychobilly muy alejado de esto que hoy nos recibía con toda la mala ostia al Z! Live.

Además en la banda nos topamos con Manu Acilu (Death & Legacy, Nocturnia) en la guitarra, aportando una gran solvencia a un grupo que desgranó un puñado de temas de thrash metal contemporáneo con mensajes muy claros y reivindicativos emergidos de una voz que juega alternando registros rotos y limpios, pero siempre transmitiendo una rabia brutal, como apreciamos en temas como “El Hombre” o “Ningún Dios”. No son unos novatos, ya que llevan funcionando desde el 2009, aunque con tan solo un par de EPs editados es uno de los grupos a descubrir que en este caso, jugando en casa, considero que aprovecharon la oportunidad.

Como nos acostumbró en el pasado el festival la alternancia de escenarios cumpliría los horarios a rajatabla, así que del secundario en el que vimos a Sin Control nos pasamos al principal donde en seguida comenzaría a arreciar la furia de los portugueses Revolution Within, que le darían buena brea al calor imperante a esas horas de la tarde. Y, aunque veía complicado que el personal se arrancara a poguear con ello, lo cierto es que el sonido explosivo del grupo y la actitud de un vocalista imponente en estos registros entre el thrash y el metalcore surtieron el efecto y con temas como “From Madness To Sanity” veríamos a la gente en plena batalla ante el escenario, con el sol soberano presidiendo desde lo alto la escena.

Aunque no faltaran temas como el mencionado de su anterior disco “Annihilation”, ni canciones que ya son clásicos, como ese “Silencie” de su debut “Collision” con el que cerrarían su descarga, dieron buena cuenta de su última obra “Chaos”, con temas como “Nebula”, “You Will Burn” o “Take You Down”. El caso es que tiraran de temas recientes o más antiguos todo lo que escupieron fue tralla de la buena, con la mejor actitud, recogida por los valientes que desafiando a las altas temperaturas no solo no quisieron dejar sola a la banda sino que apoyaron al grupo como se merece, con mucho movimiento ante sus frenéticos temas.

Muchos años han pasado desde que viéramos a Arwen con una formación muy diferente. En aquella época de sus dos primeros discos llegaban a contar con dos teclistas y dos vocalistas para su elaborada propuesta, pero tras su disco de 2004 “Illusions” el grupo no encontró continuidad y ya con mucha calma se fue gestando lo que años después es Arwen, con la sorpresa de que José Garrido se hacía cargo de la voz, con un resultado sorprendente para los que solo conociamos su faceta como guitarrista.

“The Soul´s Sentence” se editó en 2018. Un regreso discográfico brillante que pese a contar ya con una formación más básica mantenía todos los ingredientes que Arwen nos ofrecían tanto en “Memories Of A Dream” como en “Illusions”, si acaso modernizando y endureciendo su estilo.

Prácticamente todo el repertorio fue dedicado a presentar ese último trabajo discográfico, con temas tan elaborados como capaces de engancharte. Creo que los mejores ejemplos son “The Void” y “Torn From Home”, que seguramente por ello acertadamente la banda se reservó para el final de la descarga. Cabe destacar en cualquier caso cualquiera de sus temas, con un trabajo de composición tremendo y exigente que tan solo un sonido no del todo nítido nos impidió disfrutar al 100%, pero pudimos apreciar la calidad de la actual formación a la que se ha incorporó recientemente David Muñoz (Sun Of The Dying) como teclista, gran músico que además de aportar con esos teclados tan importantes en la banda hace unas fantásticas segundas voces.

Te podrá gustar más o menos la propuesta de Beast In Black, sobre todo porque los más tradicionales pueden ver con algo de recelo esos ritmos tan bailables, pero quedó claro que a la gente le encantó lo que los fineses nos ofrecieron en Zamora ante una gran respuesta de público.

El grupo cuida de entrada la puesta en escena, pero además sonaron en el escenario principal muy nítidos y potentes, enganchando con cada uno de sus temas y con un vocalista que aparte de mostrar un gran registro sabe actuar sobre las tablas y llevarse consigo al personal. El resto ya lo harían unos temas que dan pie a no parar de saltar. En su mayoría temas de su más reciente disco “Dark Connection”, aunque comenzaran alternando temas de todos sus discos arrancando con “Blade Runner”, “From Hell With Love” y “Beast In Black”, dejando así ya sus tres obras representadas en el inicio del concierto.

Luego ya quedaría claro que presentaban nuevo disco profundizando en temas como “Highwy To Mars”, “Moonlight Rendezvous”, “Hardcore”, o “One Night In Tokyo”, con algunos rescates como “No Surrender” o “Die By The Blade” y un final reservado para “Blind And Frozen” y “End Of The World” que completaron una actuación en la que hasta casi se nos olvidó que aun era de día y con el grupo tocando con un sol de justicia. Con esta respuesta de público y actuaciones así no cabe duda de que irán ocupando posiciones más tardías en los festivales.

Una de las cosas que distingue al Z! Live es la oportunidad que da a bandas por las que pocos apuestan a pesar de que llevan ya un tiempo pidiendo a gritos atención. Y en esa lista de grupos meto a Hiranya que con sus dos discos “Breathe In” y “Breathe Out” están llamando a la puerta de una mayor popularidad. Pero para ello requieren de oportunidades de dejarse ver ante un público como el que hoy tenían enfrente, para sorpresa de su vocalista que no dejó de mostrar su asombro ante el público congregado.

Presentaban en sociedad a su nuevo batería Iván Méndez y tuvieron que contar con un sustituto de lujo en el bajo como Iñigo López (ex Rise To Fall, The Descent). Pues ambos hicieron una gran labor. Y en el caso de Iván he de decir que se agradece tremendamente ver a baterías tan expresivos. Por su parte Sara hizo gala de esa alternancia de registros limpios y agresivos que en su caso son clave para la originalidad del grupo.

Los temas de sus dos obras que fueron desgranando lo dejaron patente. Arrancando con temas más melódicos como “Far Away” o “Shoeless”, pero metiendo intensidad creciente a la descarga con “False God”, “Dishonor” o “Inasnity” para acabar in crescendo con temas cada vez más explosivos, como “Owa”, “Transparency” y Lost” con los que consiguieron que la gente se marcara algún circle pit para congratulación de los músicos arriba de las tablas. Merecido tienen el ir ganando adeptos. Por donde pisen no pasarán desapercibidos.

Personalmente tenía a Moonspell como la actuación principal del día, con todos mis respetos para Korpiklaani. Y por lo que vi de los de Fernando Ribeiro no me equivoqué para nada. A posteriori puedo decir que fueron la gran actuación del escenario principal de esta primera jornada. Lo que no entiendo es cuánta constancia debe tener una banda para ser acreedora a ser un rotundo referente, algo que dentro de los terrenos más oscuros del metal ellos, sin duda alguna, son, pero siempre con esa sensación de que todo lo logrado lo han hecho a base de una carrera de fondo y sin haber alcanzado de lleno aun el estatus que merecen.

Hacen actuaciones tremendamente sentidas, tienen ese pequeño condimento de teatralidad y la imagen que dan es brutal. Al margen de que funcionan con una fluidez abrumadora. Así lo apreciamos en un concierto donde las, de momento, lejanas nubes de tormenta quisieron formar parte de un decorado gótico que acompañó a temas más recientes como “The Greater God”, junto a temas tradicionales del grupo como el dedicado a los vampiros de Zamora “Vampiria”, un “Mephisto” que sirvió para ver la imagen de todo el recinto con las manos en alto a petición del vocalista o un “Alma Matter” tremendamente celebrado, aunque el concierto lo cerrarían con “Full Moon Madness”. Impecables una vez más.

Tampoco son de los que fallan Morphium, que realizaron una actuación redonda a pesar de que los elementos quisieran ponerse en su contra. Porque ya en los primeros compases de su descarga comenzaron a caer unas gotas que poco a poco se irían haciendo más persistentes hasta que definitivamente se desatara una pequeña tormenta, acompañada de un molesto viento que les obligó a retirar parte del decorado sobre la marcha.

Lejos de deslucir la actuación, este tipo de percances indican de qué pasta están hechos los grupos. Y los catalanes son carne de escenario. Le pusieron al mal tiempo buena cara a pesar de la pequeña desbandada de estos casos con parte del público refugiándose en diferentes  lugares. Pero los que se quedaron frente al escenario hicieron piña con la banda y sacaron adelante el concierto, pese a todo, pudiendo decir que fue una de las actuaciones destacadas de esta jornada.

La banda siempre cuenta con una imagen impactante y suena pulcra, aunque cuente para ello con algunos samplers. Destaca la imagen de un frontman tremendo en este estilo que tuvo un desgraciado tropiezo nada más comenzar el concierto con “Everybdy Is Dead In This House”, acabando por los suelos, pero tan solo fue una anécdota que no le impidió realizar un show en el que desafió toda inclemencia fundiéndose literalmente con un público al que iría ganándose poco a poco con su habitual frase: vamos a hacer un agujero en el puto suelo.

Los temas de su más reciente obra “The Fall” se llevaron buena parte del repertorio, con destacados momentos como “Dance Of Flies”, “Tired” o un “Insorcism” donde vimos a Alex Bace bajarse hasta el foso para ser alzado por el público, pero no  hay que dejar de lado temas como “You´d Rather Be Blind o “What Lies Behind Words” de su anterior obra “The Blackout”, aunque es verdad que en este último tema mantener disparada la voz femenina resulta demasiado antinatural. Una pequeña puntualización que no resta mérito a la gran descarga de Morphium desafiando a la tormenta.

Con Korpiklaani me quedé con una sensación similar a la última vez que les vi en Bilbao. El grupo lleva una propuesta espectacular. A lo pintoresco del gran número de músicos que son le añaden una cuidada imagen y en el Z! Live lucieron sus mejores galas como cabezas de cartel. Además demostraron el poder de convocatoria que tienen.  Pese a la complejidad de su música llevan en directo todos los atrezos, con violín y acordeón incluidos, pero a lo largo de la descarga les cuesta mucho mantener la conexión con un público que se acaba evadiendo demasiado.

Tanto es así que he de decir que yo mismo aproveché para cenar, perdiéndome algún detalle de la parte central de su concierto. Pero a la vuelta tenía la misma sensación que cuando lo dejé, que tras un inicio donde la banda consigue meter esas ganas de fiesta el concierto había caído en un desierto del que solo saldríamos en la recta final, donde el público pudo despertar con los temas más clásicos del grupo. Hasta Jone Järvelä se lanzaba con unos curiosos bailes y hasta amenazaba con mostrarnos su trasero. Lo haría tímidamente al final.

Aun así, son un grupo tremendamente original y arriesgado, tal vez por ello en sus trabajos más recientes han querido profundizar más allá de su faceta festiva, porque deberían ser mucho más que eso, pero a la hora de la verdad el público parece que lo que les demanda es más alcohol y, a decir verdad, es lo que les funciona.

La noche ya estaba bien entrada cuando Vita Imana trajeron de nuevo la tormenta de vuelta, pero esta vez solo en forma de buen metal. El grupo ha vivido cambios en los últimos tiempos, con la salida de Javier Cardoso y la entrada de Mero Mero (Cuernos de Chivo) como vocalista. Si eso es lo más llamativo por estar hablando de la voz, no debería ser menos que en este caso vimos en escena a los dos guitarristas de Violent Eve, Diego Lopez y David Ramos, que son una dupla brutal para hacer estallar este sonido de metal étnico con el que Vita Imana la han venido liando muy gorda.

Y por lo visto en esta ocasión los cambios no deben ser óbice para que el grupo siga con su arrasadora trayectoria. Es verdad que Javier Cardoso es uno de los frontman que dejan huella, pero Mero es otro portento que con su propia forma de actuar defiende a puñetazo limpio si es preciso tanto los temas de su predecesor como los ya registrados por él en “Bosa”.

Le dedicarían buena parte del repertorio a ese más reciente trabajo, comenzando de idéntica manera con “Calima”, “No En  Nombre” y “Desfiguradas”, con el vocalista arrancándose en un momento con la letra del la canción de “El Príncipe De Bel-Air”. “Romper Con Todo” hacía que se intensificara la abrumadora sensación que daba la banda, con Miriam sin parar de aporrear las percusiones que tanto caracterizan al grupo.

“El Duelo” fue el momento más profundo de la descarga, muy sentido y desgarrador en la voz de Mero que quiso dedicárselo a la gente que nos ha dejado. Pero tras ello llegarían los esquizofrénicos “Desdoblamiento” y “Paranoia”, con wall of death incluido. Tras ello solo les quedaba rematar con el celebrado “Gondwana” y “Un Nuevo Sol”. Ha habido cambios en los últimos años, pero a la banda se la vio imparable con la fuerza que siempre les hemos conocido.

El escenario grande lo cerrarían unos remozados Avalanch, que parece ser que ya se han quitado la coletilla de All Star, aunque en la banda siguen quedando de esa época Mike Terrana y Jorge Salán. Lo que desconocía es que al margen de la entrada de Alirio Netto en las voces también había cambios en el bajo y los teclados. Pues este fue el primer concierto con la actual formación y vaya si se notó.

Quiero pensar que hay que darle tiempo para que las piezas encajen bien, pero lo cierto es que el concierto de Avalanch no estuvo ni de lejos a la altura de las expectativas. Aparte de que a Alirio Netto le cuesta bastante disimular su acento cantando en castellano, también creo que sufrió bastante para trazar ciertas melodías, saliéndose de tono en bastantes momentos. Puede que la reciente regrabación en inglés de “Torquemada” de pistas de lo que quiere hacer el grupo en el futuro, porque no me cabe duda de que este hombre se siente mucho más cómodo en ese idioma.

Temas como “Peregrino”, “Otra Vida”, “Pies De Barro, “Mil Motivos” o “Alas De Cristal pasaron con más pena que gloria por el Auditorio Ruta de la Plata, mientras que “Lucero” intentaba levantar un poco el vuelo, aunque Alirio entrara a destiempo en mitad del solo de Jorge Salán.

Tan solo rescataría el ánimo del personal con los grandes clásicos. Alguno como “Delirios De Grandeza” cayó a las primeras de cambio, mientras que “Xana” o “Torquemada” (en castellano) cerrarían la actuación sin haber convencido a nadie.

Dejábamos el recinto mientras que Southern se marcaba algunos de los grandes clásicos de Pantera. Porque es necesario reponer fuerzas, pero aunque no soy muy partidario de las bandas tributo gustosamente me hubiera quedado a verles hasta el final en otras circunstancias. Aparte de sonar muy fieles a los originales cuenta con una actitud a prueba de bombas y su vocalista es una fiera que se bate el cobre haciendo él mismo el circle pit con el público si es preciso. Igual hasta se quedó con ganas de coger a alguno de los que abandonaban el recinto y traerles de vuelta cogido por la pechera. Pero lo dicho, en un maratón de música como son los festivales hay que reservar fuerzas que al día siguiente nos quedaba una intensa jornada de heavy metal por delante.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)