CHIVO

(Ouroboros)

9/10

 

 

“Ouroboros” es un disco que trata de la naturaleza cíclica de las cosas como indica su título, pero si atendemos a lo que ha sido la carrera de Chivo, lo suyo ha sido siempre ir hacia adelante desde que debutaran en 2010 con “Swamp Of Sounds”. Posteriormente es verdad que evolucionarían con los siguientes “Catankerous Rock” y “Waiting For o Long”; trabajos que, aunque se hayan editado espaciados en el tiempo, siempre han mantenido una fuerte raíz ligada al stoner que les ha caracterizado y sobre el que han labrado su propia personalidad, más grande con cada disco.

Y eso vuelve a ocurrir ahora que nos llega “Ouroboros”, un disco en el que ya de entrada nos topamos con la marca de la casa de riffs aplastantes como los de “Hard To Say”. No solo se trata de un riff magistral que nos guía por el tema, es esa capacidad de hacer de su sonido orgánico, crudo, grueso y árido auténtica virtud. Pero si hablamos de grandes riffs aun rizan más el rizo en el siguiente “Altered Carbon”. La densidad que posee el tema no le impide jugar con diferentes intensidades a la hora de manar como lava de un volcán, con un sonido de batería, bajo, guitara y voz que se funde como una solo pieza aguerrida y moldeable a la vez.

Y si hablamos de una banda que suena así de gorda pero a la vez es capaz de tener dinamismo el mejor ejemplo es el siguiente “Looking Upside Down”, con un riff más rockero, aunque cuando entra toda la banda vuelven a ser plenamente sólidos. La obra no decae con el impactante “Phony Braggart”, dando paso a un tema por contra más elaborado como “Fingers Crossed”, contrastando con el siguiente, más conciso y con una línea vocal melódica y adictiva “Dark Path”. Un tema que sin excederse es capaz en pocos minutos de mostrar las cualidades de la banda.

El sonido árido entre el stoner y algún tinte de cercanía doom expande con “Ashes”, mientras que  tenemos un tema más experimental como “Breaking Me Down”. Un tema menos distorsionado, más ambiental y atmosférico, pero que cautiva con su aire hipnótico. Y lo más importante, en terrenos completamente dispares la banda mantiene una cohesión. Y para cerrar la obra el grupo nos ofrece como algo más que una curiosidad “Looking Upside Down” y “Dark Path” regrabados en acústico. Y es que para una banda que gusta tanto de la distorsión sorprende lo bien que le quedan estos temas, manteniendo la fidelidad a las estructuras originales, en este formato.

En definitiva, Chivo lo han vuelto a hacer. Cada vez que nos ofrecen un nuevo disco son un seguro de autenticidad dentro del stoner. Fieles al estilo, con la raíz más cruda y pura, pero sabiendo estirar ese chicle de largos riffs para explotar la libertad creativa para encontrar variedad y tener puntos originales. Para escuchar a buen volumen y sentir cómo tiembla el suelo bajo tus pies.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)