CRÍTICA: BAJOPRESIÓN – IMPERIO DE MONSTRUOS

 

BAJOPRESIÓN

(Imperio De Monstruos)

8´5/10

 

 

Bajopresión comenzó como un proyecto liderado por el bajista Javier Canseco, uniéndose al guitarrista Rodrigo Alvarez-Martin, una vez finalizada la trayectoria de Asfaltika. Esta sería una continuación lógica que comenzó con un gran disco como “Desafiando El Caos”, aunque aun como un proyecto cuya continuidad estaba por ver. “La Maquina De Sueños” nos dejó bien a las claras que Bajopresión definitivamente estaba aquí para quedarse y definitivamente en este “Imperio De Monstruos” han corroborado el asentamiento de la banda con la aportación ya más clara de todos los componentes, asentándose definitivamente en el grupo junto al mencionado dúo el vocalista Tony Robledillo y el batería Nacho Ortiz.

“Imperio De Monstruos” es el trabajo más completo de la formación, en el que cada miembro del grupo ha dado mucha mayor solidez en la composición, manteniendo un estilo muy personal que ya quedó plasmado desde su primera obra y si miramos grupos predecesores a lo que ahora es Bajopresión diría que hay una cadena de ADN que nos llevaría hasta Cuatro Gatos al menos. Estamos ante un grupo con melodía, con alma hard rockera, un espíritu sinfónico, una ambición progresiva y un latir muy heavy metalero.

Eso se refleja de entrada en el homónimo tema que abre el disco. Donde los ornamentos orquestales engalanan un tema duro y melódico que nos abre las puertas de una obra conceptual en la que transitamos por una realdad distópica muy cercana a la realidad, sobre todo en estos tiempos. Tan realista es el disco que resulta crudo tanto en su mensaje como en su sonido, transmisor de esa sensación un mundo oscuro y misterioso regido por manos invisibles.

Aparte de la descripción de esa realidad hay una crítica que se hace más patente en “Mi Rebelión”. La obra está llena de temas de gran impacto en los que cada músico a nivel individual se luce con un sonido muy nítido en el que todo se distingue perfectamente. Además pese a esos retazos orquestales creo que es el disco de sonido más duro, acorde con la temática de la obra y con temas como “Reos Del Poder” o “Límites Del Miedo”, que me parecen muy representativos de la obra. Eso sí, hay tiempo para una cálida balada, y nunca mejor dicho, haciendo que sobre los escombros de un mundo en declive surja la llama del amor en “Calor Y Fuego”. Incluso les queda un rincón para la diversión en el gamberro “Surcando Los Bares”. Y es que no llegaron ni en ese “Imperio De Monstruos” a imaginar estos chicos que se podían cerrar los bares como ha ocurrido aquí.

En el desenlace del disco el Nuevo Orden Mundial emerge en “Renacer” y cierran el disco con un extenso “El Fin Del Tiempo”, carpetazo ideal para el disco que además de ser un buen resumen del disco intencionadamente incluye referencias a los anteriores temas en sus textos.

Aparte de ser el disco más consolidado de Bajopresión, cuyas anteriores obras no dejan de ser igualmente recomendables, es uno de los lanzamientos que merecen ser destacados en este convulso 2020, siendo además un fiel reflejo de la sociedad actual y del punto en el que nos encontramos. Ojalá dentro de un tempo lo volvamos a ver como ciencia ficción, pero lo cierto es que es un disco real como la vida misma, como lo es una banda que se consolida en cinco años como un grupo a tener muy en cuenta por calidad y personalidad, reclamando a gritos una merecidísima atención que te va a ser recompensada con su música. Te lo aseguro.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)