CRÍTICA: DRAGONFORCE – EXTREME POWER METAL

 

DRAGONFORCE

(Extreme Power Metal)

8´5/10

 

 

Soy defensor desde los comienzos de esta banda británica de que no son tan solo un grupo que toca endiabladamente rápido. Es verdad que han hecho de esta condición virtud, pero aparte de eso es un grupo con una calidad impresionante. Los hachas Sam Totman y Herman Li son una dupla difícilmente superable a nivel técnico, casando como una de esa parejas inigualables dentro de nuestra música. Cierto que normalmente ofreciendo esos solos sobre galopadas de doble bombo, pero a mi modo de ver jamás cayendo en la monotonía. Y para ejemplo me quedo con el inicio con “Highway To Oblivion”, un tema que abre con la grandeza de los grandes grupos de heavy metal de los 80. Una pieza que nos lleva por diferentes densidades, que cambia constantemente el tempo y que pese a tener esos ramalazos de inhumana velocidad, también nos lleva por terrenos mucho más ambientales.

Eso sí, ya en los siguientes “Cosmic Power Of The Infinite Shred Machine” y “The Last Dragonborn” hacen honor al título de la obra, con el que la banda parece etiquetar su estilo. También hay que reconocerles que entre la infinidad de bandas de power que surgieron hace un par de décadas a la par que ellos mismos, estos son de los que tienen una personalidad que no tardas demasiado en reconocer.

Pero Dragonforce es mcuho más que simplemente pisar el acelerador. Un ejemplo es “Heart Demolition”, probablemente el tema más accesible de la obra. Tiene un cariz bastante hard rockero, es incluso muy ochentero con unos detalles de teclado, instrumento en este disco grabado por Coen Janssen de Epica, que lo hacen adictivo, con una vocación clara de single. Esos sí, el ritmo tiene pegada. Que no te lleve a engaño porque Dragnforce son ante todo una banda de heavy metal.

“Troopers Of The Stars” es de nuevo una cabalgada con grandes guitarras y muy buenas melodías a cargo de un Marc Hudson que se ha hecho con gran categoría con ese puesto. En este disco juega con sus registros de una manera más dinámica, bajando los tonos en “Razorblade Meltdown” para demostrar que con graves también se puede cantar power metal. El trabajo de coros es espectacular. No dejan de lado pinceladas más hard rockeras como “Strangers”, con un estribillo redondo, pasando a un corte algo más típico en ellos, pero no por ello carente de calidad como es “In A Skyforged Dream”, con unas melodías bordadas que entran como la seda.

“Remembrace Dry” es un medio tiempo con una vocación de himno, gracias a un épico estribillo que deja otra pincelada de variedad en la parte final del disco, terminando con la versión de “My Heart Will Go On”, original de Céline Dion y por todos conocida por la película de Titanic. Tras una intro con sonido de videojuego. Dragonforce le ha dotado al tema, en este caso sin reparos, de la mayor velocidad posible, convirtiendo el lento tema original en todo un cañonazo power que, eso sí, conserva las melodías intactas.

Gran calidad de nuevo plasmada por Dragonforce en esta octava obra de su carrera que supondrá el último capítulo en la banda del bajista Fréderic Leclercq. Supongo que seguirá agradando a sus seguidores y que sus detractores seguirán con la misma opinión, pero no me parece justo decir que por su tendencia a la velocidad estemos ante una banda monótona o repetitiva, aunque sea una característica de la banda igual que hay grupos que reinciden en otros elementos que les identifican. A mí personalmente me parece que llevan una impecable carrera en la que este “Extreme Power Metal” no se queda atrás.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Top Artist Promotion (www.topartistpromotion.com)

Fecha de lanzamiento: 27 de septiembre de 2019