CRÓNICA: BURNING KINGDOM + CELSIUS + MAMA DOWN
BURNING KINGDOM + CELSIUS + MAMA DOWN
05 – 03 – 11
Bilbao (Sala Blue-Santana 27-)
El día en el que Rosendo y Hamlet también actuaban en Bizkaia, nosotros optamos por la propuesta más joven y con más futuro. Así en esta noche de disfraces nos dimos cita en la sala Blue de Santana 27 atraídos fundamentalmente por la propuesta de los Burning Kingdom de Manuel Seoane. Claro que, ya puestos, tampoco estaba de más disfrutar una vez más de esa joya llamada Celsius y conocer a Mama Down, de los cuales nada sabíamos. Estos últimos fueron los que abrieron y solo puedo deshacerme en elogios hacia lo que vimos sobre el escenario, redondeando lo que de Celsius ya sabíamos y lo que de Burning Kingdom esperábamos para hacer la noche del todo completa. Una banda completamente hecha, con la presencia de un experimentado guitarrista en la escena vizcaína, el cual ha pasado por bandas como Indomables y El Paso Killers, y un vocalista que fue todo un descubrimiento para mi. Su hard rock de base muy setentera me recordó a grupos como Aerosmith o Led Zeppelin, pero Mama Down demostró ser un grupo original que puede contribuir al reverdecer actual de este estilo de música. Su actuación fue simplemente impresionante, aunque por desconocimiento no os puedo mencionar aquí ningún título de los temas que tocaron. Un percance con la guitarra en la recta final del concierto lo solventaron sobre la marcha. Con el regusto clásico unido al toque brillante de su propia personalidad me convencieron de principio a fin. Esa interacción perfecta entre voz y guitarra siempre ha dado buenos resultados en el rock y estos demostraron tener clase para llevarlo adelante luciendo con luz propia. Si aún no han editado nada, yo no tardaría demasiado en plasmar esto en un redondo. Gran impresión.
Como, por desgracia, se viene haciendo en los últimos tiempos, el grupo que viene de fuera se arropa entremedias de las dos bandas locales para que la gente cercana que va a ver a estos no abandone la sala. Por eso Burning Kingdom salió a escena en segundo lugar en vez de cerrar la noche, como le correspondería. Su reciente “Down To The Road” reafirma las grandes sensaciones de su debut “Livin´ Now”, dejando claro que en Manuel Seoane tenemos a sus 23 años un nuevo talento a la guitarra y que con su banda está en disposición de ofrecernos excelentes trabajos. Lo que corroboramos una vez visto el concierto es que en directo esos temas solo acrecientan el buen sabor que nos dejan.
Cabe calificar como sobresaliente el concierto del guitarrista y sus chicos, tanto en el plano individual de cada uno de los casos como en el colectivo. Comienzan el concierto con el guitarrista saliendo de camerinos tocando la guitarra, antes de arremeter con la versión de Niagara “Big Bang”. Es bueno creérselo para subir a un escenario y estos son músicos que se sienten seguros de sí mismos para ofrecer lo mejor desde ahí arriba. Una noche de poco público poco repercutió en la calidad de la actuación de la banda, que alcanzó niveles superiores. Como cumbres de todo este recorrido me quedo con “Shot In The Dark” y con “Livin´ Now”. En el primero Dagarod bordó su papel como vocalista y en el segundo el efecto de los coros fue adictivo. Lástima que no hubiera un par de cientos de personas más para hacer estremecer el recinto. Tanto los temas del primer disco como del segundo rayaron al mismo nivel insuperable en manos de una banda fantástica. Mención especial al espectáculo que dio Filthó, que abandonaba el teclado constantemente o lo tocaba en la postura menos habitual. Incluso en “Down To The Road” dejó el escenario para ir al baño y regresó para ayudar en el final con los coros. Burning Kingdom es también una banda muy visual, y no solamente por su teclista, ya que Seoane también cuida su indumentaria y la sensación de fuerza que transmiten todos juntos, aunque sean una banda de rock melódico, contribuye a la impresión de sus conciertos.
El repertorio dio un buen repaso a sus dos obras, sin faltar la representación instrumental de “Walking Alone”, ni la versión de “Liar” de Red Dawn, incluida en su nueva obra y que nos llevó a 1994. También destacables los hits en que se convierten desde ya temas como “Japan, Japan” y “Hoochie”, que en directo deben de enloquecer a la concurrencia. Muy especial para uno que intenta ser locutor de vez en cuando el final “Rock On The Radio”, que remató la actuación de una banda que además de talento desprende verdadera magia. Con pocos grupos que no sean clásicos he tenido esa sensación. Con ese sentir de hard rock tradicional, con el giro de originalidad necesario y con la calidad de todas y cada una de sus piezas Burning Kingdom es uno de los grupos a los que no se le puede dejar de lado. Si sus dos discos son recomendables al máximo, su directo es digno de admiración. Había otras citas en Bizkaia esta noche, pero una vez disfrutada la actuación de Burning Kingdom no dudo de que el que asistió a este concierto no pudo hacer mejor elección.
Los últimos en salir al escenario fueron Celsius, los cuales tienen tablas y canciones como para ser mucho mejor considerados tanto en Bizkaia como fuera. De hecho, puede ser el momento de que el grupo amplíe horizontes, puesto que muchos son los conciertos que han dado ya por su tierra y las dos obras que poseen bien merecen ser dadas a conocer a cualquiera que sea capaz de emocionarse con una canción esté donde esté. Puede que el hecho de haber tocado tanto en los últimos tiempos, con importantes actuaciones como teloneros de Uriah Heep o en el Barakaldo Rockaldia con Los Suaves, hiciera que muchos prefirieran ir por ahí a lucir su disfraz que darse cita en la sala Blue. Yo no me canso de verles una y mil veces, porque cada vez que pisa un escenario Celsius demuestra una solvencia digna de una banda profesional que gira constantemente. Incluso en una noche en que no pudieron contar con su batería, sustituido fantásticamente por Alfonso de Basaki, la banda mostró un rodaje impecable. Son buenos músicos que unidos forman un mejor grupo.
Porque en este caso lo que prima es el funcionamiento de un colectivo que va como la seda. Realmente logrado cada uno de los detalles de unos temas destinados a perdurar con frescura muchos años. Es el caso de “Onda En Expansión”, con el cual abrieron la descarga incentivando desde el inicio las auténticas sensaciones de un directo. La banda se hace difícilmente calificable, pero yo sigo viéndoles como un grupo de rock duro ante todo. Esta noche en concreto realizaron el concierto en que más potentes les he visto. Las guitarras rugieron con fuerza pese a que David no cesó de pedir más retorno de la voz por monitores. Fuera todo sonó bien y la gente se animó con temas que ya vamos conociendo todos como “Telón” o “Sirenas”, reflejando siempre gran emotividad y mostrando lo hondo que pueden calar canciones que se presentan tan sencillas como sentidas. Mucha importancia tiene en esto que la ejecución sea tan compacta a cargo de unos músicos que se entienden y se complementan como un guante. Impresionante la calidad que desprenden juntos desde un escenario, cayendo en la calidez del medio tiempo “Viento A Favor”, enganchándonos al estribillo de “Suerte”, recordando su primera obra con “Ni Un Día Más” y despidiéndose con “Tiempo”. Esta noche no hubo lugar para la versión habitual de “Born To Be Wild”, reservada para ocasiones más festivas. Porque fue una noche fría en cuanto a presencia de público, pero caliente en el aspecto musical. El silencio se rompió con tres bandas con mucho que decir, la sala se llenó con sus canciones y el sabor amargo del poco apoyo que tienen las nuevas propuestas, por parte de unas nuevas generaciones que se conforman con un tiempo de ocio dirigido por los intereses de otros, se tornó en dulce después de ver unas actuaciones que nos hacen sentir privilegiados por tener la posibilidad de disfrutar de artistas con tanto que ofrecer.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)
