CRÍTICA: HIAGEN – EL DIALOGO INTERIOR

HIAGEN

(El Dialogo Interior)

8/10

Curiosa historia la de esta banda madrileña, que aunque haya reactivado su carrera en los últimos años se fundó en 1996. En el año 2000 un incendio en el local devastó todo su equipo, viéndose obligados a dejarlo durante una década. Por fortuna la banda regresaría para presentar un primer trabajo de factura casera de título “El Increíble Hombre Menguante”, siendo un paso más serio el siguiente “Los Últimos Días De Pompeya” en 2014. No pude escuchar esa obra previa pero a tenor de lo que escucho en “El Dialogo Interior” nos podemos felicitar de que una banda arriesgada y ajena a estándares esté en activo. Los que busquen originalidad y algo diferente a lo convencional deberían prestar una escucha a este trabajo. Un trabajo que camina por el filo de lo alternativo, lo progresivo y lo ambiental, añadiéndole si queréis por delante ese prefijo de post.

Pueden recordar en el plano instrumental a bandas como Toundra, pero ellos dan una mayor preponderancia al sonido de teclados, para crear una sensación atmosférica que envuelve y que crea un hipnotismo que nos lleva a su terreno. Puede que no todo el mundo entre en esa esfera que rezuma locura y genialidad a partes iguales, pero el que lo haga para comprender el contenido de su interior quedará prendado de temas con el atípico dinamismo de “La Esquina Segura” o “Manual Para No Hacer Nada”. Como pega le puedo poner que en la fase central con interludios como “El Mar De Los Sagarzos” que da paso a un sonido muy sintético en “Material Escolar”, se pueden hacer excesivamente introspectivos. Y puede que la siguiente “La Calidad Del Sueño”·se quede en un terreno muy pop, aunque con una oscuridad que a los rockeros encantará. Me quedo sin embargo con “A La Luz De Los Hechos”, que con un ritmo muy marcado y una guitarra brillante retoma el vuelo, terminando por desatarse en la frenética parte final.

También hay temas que se mueven por escurridizos y sicodélicos pasajes como los de “Como El Tío Gilito”, “Piloto En Pruebas” y un “Un Descenso Al Maelström”. Hay un toque muy de Pink Floyd en “Resolución” que nos lleva al desenlace de “Algún Buen Final Tiene Que Haber”, enlazado con la anterior y con esa misma carga ambiental que nos lleva a acordarnos de grupos que han roto barreras, que se saltan las normas, que tienen libertad para hacer lo que sale de sus mentes y capacidad para desarrollarlo.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Fecha de lanzamiento: 27/04/2018