SKUNK D.F.

(Esencia)

-Reedición-

 

 

 

Se reedita en vinilo en estos días con el correspondiente CD conjuntamente, el que fuera quinto disco de Skunk DF, que data ya del año 2007. No sé si tacharlo como un disco clave en su carrera, pero a la larga sí que ha quedado como uno de los favoritos de los seguidores, con un puñado de temas que se han mantenido a lo largo de los años en sus conciertos pese a que la banda ha ido engordando el repertorio con buenos temas.

Y si no lo tacho de lleno como clave es porque sigo añorando el sonido más nu metalero de los inicios, con un trabajo como “Equilibrio” de 1999 que fue un debut que a día de hoy considero muy vigente, a pesar de que en aquellos temas parecieran los Korn españoles, pero lo cierto es que aquel disco fue un debut por la puerta grande emulando el sonido que en aquellos años estaba en boga en el metal internacional. Y, por otro lado, “El Crisol” pudo ser un disco que asentó más el sonido de rock alternativo melódico que este “Esencia” ofrecía dentro de una evolución que a mí modo de ver culminó con su sucesor. Un cambio de sonido que llegó con el trabajo junto a Alberto Seara en sus estudios Cube, con el previo “El Año Del Dragón” de 2015, cuya consecuencia sería el propio “Esencia”. Es por ello que pienso que estos trabajos personales, cuando menos, tienen el mismo nivel de relevancia para Skunk D.F. y nuestra música que el que reseñamos.

Pero si a lo que vamos es a las canciones, “Esencia” es un disco que no tiene desperdicio alguno, con declaraciones de intenciones como “Manifiesto” que te golpea de entrada con su emotividad, con Germán jugando con tonos rasgados y limpios en esa fase intermedia hacia los derroteros más melódicos que la banda iría tomando. “Pero es que temas como “Supernova”, con un tinte más oscuro, o “Himen”, clara fusión de fuerza y sensibilidad también me parecen espectaculares.

Temas como “Eternidad” les mostraba muy en la línea del rock melódico internacional de esos años, aunque luego “Memoria Fotográfica” les acercara sobremanera a Sôber, una referencia para muchas bandas a la que tampoco escaparon Skunk D.F., con la salvedad de que Skunk D.F. supieron mantener una personalidad propia que les ha convertido en mucho más grandes que el común de los sucedáneos.

La limpieza del sonido de “Muerte Y Destrucción” juega con la sensibilidad que también se aprecia en canciones como “Espantapájaros”, con un latir más acústico en comparación “Crash”. Y ni mucho menos tenía desperdicio un “Lucha Interior” que es uno de los más identificativos de la personalidad de la banda o el final con “Lecciones De Vida”, que apuntala una obra grande no solo en la trayectoria de Skunk D.F., sino en el metal contemporáneo. Así que es de recibo que con reediciones como esta trabajos de esta índole sigan vigentes y ganando valor.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Maldito