CRÓNICA: INTER ARMA + HELEVORN + TOTENGOTT + KEZIAH
INTER ARMA + HELEVORN + TOTENGOTT + KEZIAH
11 – 10 – 19
Portugalete (Sala Groove)
La noche de oscuridad prometida en la Groove de Portugalete para este viernes otoñal de un fin de semana por otro lado veraniego, se convertiría en una noche de ensueño para los amantes del las pesadillas. Para los aduladores de un inframundo que abriría sus puertas hacia un abismo en la que las cuatro bandas en este cartel demostrarían ser auténticos reyes que no quisieron disputarse la corona, sino aportar cada uno lo mejor de sí para dejarnos el mejor recuerdo desde el momento en que entramos en la sala hasta que la abandonamos. Unas bandas con un hilo común que, por otro lado, dentro de los sonidos más densos del metal tenían en cada caso su propia seña de identidad para apuntalar un interés más que notable en el actual panorama de bandas del estilo.
Un ejemplo claro son Keziah, banda vizcaína integrada por componentes con experiencia en otras formaciones que aquí han encontrado una interesante confluencia hacia sonidos progresivos dentro del doom o el sludge con tintes progresivos. Es clave que tras la salida de un discazo como “The Uknown” la banda haya encontrado recambios para algunos puestos que no solo no frenan las aspiraciones que a raíz de su más reciente edición la banda pueda tener, sino que refuerzan el punto angustioso que transmiten sus canciones con una mayor visceralidad muy bien encarnada en la figura de su vocalista que se desgañita lo que haga falta, pero sabiendo manejar su voz como es preciso para darle el punto de dramatismo que requiere cada momento.
Y es que otro denominador común de las cuatro bandas fue su capacidad para hacernos sentir lo que ejecutaban de forma muy vívida, transmitiendo en el caso de Keziah la agonía que requerían temas tan asfixiantes como “Crawling Chaos”, de su EP “The Ocean Is Not Silent”, al cual tuvieron muy presente en su repertorio de siete temas interpretando los tres temas de ese primer paso discográfico, al lado de otros temas de su más reciente “The Unknown” como “Begotten”, “Horror From The Hills”, donde la banda deja clara muestra de un gran nivel técnico, o “El Diablo”, con el que cerraron una actuación de órdago. Aunque suene a tópico, reflejo de un nivel internacional nada desmerecedor ante bandas afines del estilo de cualquier parte del mundo. Todo un descubrimiento en este estilo.
Las hojas de los árboles seguirían teniendo motivos para caer, aparte de por la propia estación en la que nos encontramos, por los sonidos que seguirían generando Totengott. Un trío asturiano con un halo misterioso en la figura de su encapuchado guitarrista y vocalista que recrea muy bien el aura tétrica de sus composiciones orientadas hacia un plano doom con alguna ambientación más black. Contrasta esa figura inmóvil, pero con un peso en la banda verdaderamente notable con unos riffs que lo envuelven todo, con un bajista hiperactivo que es todo un portento en ejecución al igual que su batería. Un trío al que habrá que ir teniendo muy en cuenta tras la edición de dos discos como “Doppelgänger” y “The Abyss”, cuyas canciones crecen en directo de manera sobrenatural.
Apenas tuvieron tiempo para tres temas. Son una banda que tiende a composiciones largas, pero dentro de ellas encontramos recovecos a través de los cuales no nos cansamos de indagar, pasándose su concierto en un suspiro. “The Way Of Sin” fue seguida de “Satan Beside You”, cerrando con el homónimo de su nueva obra “The Abyss”, con el que anunciaron despedida tranquilizándonos ante los más de 20 minutos de excelente metal extremo que contenía. Original, excelentemente ambientado y con ejecución y sonido de lujo. El listón seguía estando en lo más alto ante lo que quedaba.
De la “sencillez” de un trío pasamos con Helevorn a un sexteto que nos ofreció otra cara distinta dentro de la línea oscura anunciada en el cartel del concierto. En este caso ellos eran un grupo mucho más melódico, pero no por ello carente de la misma intensidad angustiosa que todos los grupos del cartel. Dolor, desesperanza y desolación en una onda más gótica reflejan temas como “Goodbye Hope”, “Sail To Sanity”, “Blackened Waves” o “Aurora”. Pero ese tortuoso camino también está cargado de preciosismo, con la banda dejando un puñado de ornamentos musicales de mucho calado que con el sonido fantástico que tuvimos eta noche en la Groove hizo que la actuación fluyera.
Después de una primera parte dedicada a presentar su nueva obra “Aamamata”, el final del concierto fue para su anterior “Compasison Forlorn” con “The Inner Crumble” y “Burden Me”, redondeando una actuación con una gran carga emocional donde el grupo puso en directo sus temas a la altura que hemos podido apreciar en estudio y que tan buenas críticas les está reportando de forma merecida. Otra banda que tras 20 años de andadura se encuentra en el presente en claro relanzamiento de una carrera que merece ser mucho más valorada.
Y si hablamos de presente una banda que es a todas luces el presente del metal extremo a nivel internacional es Inter Arma. Su última obra “Sulphur English” es un fiel reflejo de lo que puede hacer una banda capaz de ser tan brutal como la más atroz banda de death metal como de pasar por pasajes lisérgicos que van a ambientes completamente de Pink Floyd. Todo ello sin que uno tenga la sensación de que se pase por cambios abruptos, a pesar de lo esquizofrénico que pueden llegar a ser algunos pasajes donde Mike Paparo desde el micro desencaja su rostro en las fases con más adrenalina, con una mueca de terror en los momentos más brutales o con un sombrío manto en los tramos de más reposo. Un vocalista que por otro lado se desenvuelve muy bien tanto en los guturales como en los siniestros registros limpios que alterna en canciones como “Howling Langs” o “The Atavist Meridiam”, este uno de los puntos centrales de su descarga y de los que mejor ejemplifica todo el terreno que dentro de lo extremo es capaz de abarcar la banda.
Pero, sin querer dejar de destacar a ningún componente de un grupo exigente en cualquier puesto, si alguien maravilló a los presentes fue su batería T.J. Childers, un hombre capaz de tocar todo lo que le venga en gana, golpeando con una fuerza inusitada mientras que le da un trago a una lata de cerveza si es preciso. Espectacular lo suyo. La banda hizo alucinar a los asistentes, consiguiendo una estruendosa petición de algo más cuando abandonaban el escenario. La sorpresa fue que comenzarían a tocar el “Hot For Teacher” de Van Halen, aunque fue un amago para dar entrada definitivamente a “An Archer In The Emptiness” saliendo de la sala Groove como unos auténticos colosos del metal extremo. Así se mostraron y así hay que reconocérselo.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
