CRÍTICA: UNDÉCIMO MANDAMIENTO – BALAS POR LA PAZ

 

UNDÉCIMO MANDAMIENTO

(Balas Por La Paz)

7´5/10

 

 

 

“Ratizida” fue el último disco editado por los vizcaínos Undécimo Mandamiento allá por 2014. Ahora regresan a la actualidad discográfica con “Balas Por La Paz”, donde presentan a Koldo como nuevo vocalista, un hombre con experiencia en bandas afines como Motorsex, Nalga, Distrito Suicida o MCD. Y es que Undécimo Mandamiento hace que sobreviva un espíritu de punk rock que marcó muchísimo la década de los 90 en nuestra margen izquierda. Ellos cogieron ese rebufo a finales de la década y con más de 20 años de trayectoria a sus espaldas mantienen una autenticidad en el sonido que pese a contar con la frescura de un trabajo actual puede traer ciertas reminiscencias del pasado. Eso sí el sonido sacado de los Rockstudios de Carlos es totalmente actual, tiene pegada y sobre todo hace destacar a cada uno de los componentes de la banda, con unas bases rítmicas muy sólidas y con unas guitarras ágiles y ejecutadas con tanta intención como una voz que escupe esa rabia y esa mordiente que a veces estamos echando en falta incluso en el punk rock, sobre todo cuando de bandas nóveles hablamos. La obra es un cañonazo de 10 temas que despachan en apenas media hora un puñado de mensajes contestatarios, socialmente comprometidos y en algún caso de tinte más personal.

El denominador común es una sinceridad donde la actitud es clave para que calen hondo temas tan crudos y realistas como en el caso de “Paganini”, que esconde el significativo y completamente vigente en la actualidad título del disco o en el desgarrador “Bajo Mi Piel”. La añoranza de otros tiempos más batalladores que los de ahora se refleja en “Arden Las Calles”, todo un himno con un guiño rockabilly. Tal vez ese pasotismo venga dado precisamente por las eternas “Promesas” falsas que siempre nos tienen expectantes y para las que también tienen un recado en este disco. “Ahora Se” es otro ejercicio de actitud descarada, en este caso intentando mantener firme la autoestima frente a ciertas críticas y con un punteo por parte de Javi Puñales de Rat-zinger, una de las colaboraciones del disco. Totalmente crítico con el sistema capitalista es “Los Desahuciados”, donde se viene a reflejar eso de que el miedo va a cambiar de bando. “Speed Ball” es un tema un tanto diferente dentro del disco, con el bajo muy presente y un ritmo que te lleva a moverte casi sin querer. “Tonto Útil” redunda en la temática antibelicista con el que abrían la obra, con la colaboración de Luis de Radiocrimen en coros. “Mi Castigo”, cambia un tanto la temática, el riff machacón de entrada da paso a una melodía de guitarra y luego entra una voz casi susurrante para dibujar una escena de placer salvaje, un placer que al igual que los temas de la banda también muerde y, por lo tanto, duele. La obra se cierra con “Tu Vieja Moral”, al que un bajo en solitario da entrada para que luego entre un riff muy punk en uno tema con bastantes contrastes, ya que luego pasamos por diversos cambios de tesitura, tanto en ritmos como en el registro vocal.

En definitiva, una obra que pasa sobre nosotros de forma fulminante. Un trabajo de punk rock  de vieja escuela, con temas normalmente directos y que busca la intensidad, pero que no se queda en clichés ni se hace repetitivo o simplista. Tiene cierta apertura a otras derivaciones dentro del rock urbano, con mucha diversidad en ritmos y tesituras muy diferentes para expresar el mensaje de cada unas de las canciones.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

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