CRÓNICA: Z! LIVE ROCK FEST – PRIMERA JORNADA, VIERNES

 

Z! LIVE ROCK FEST

PRIMERA JORNADA, VIERNES 14 DE JUNIO DE 2019 – AUDITORIO MUNICIPAL RUTA DE LA PLATA – ZAMORA

 

 

El año pasado asistimos a la tercera edición del Z! Live con la duda sobre su continuidad, dada la advertencia de la organización que subtituló esa edición del festival como la de la última oportunidad. Finalmente nos dimos cita de nuevo en la capital zamorana para disfrutar de una cuarta edición donde el festival no solo ha continuado, sino que sin perder su filosofía a la hora de no convertirse en un evento masificado ha dado un paso al frente con un mayor número de bandas, mayor presencia internacional en el cartel y el despliegue de dos escenarios en el Auditorio Municipal Ruta de la Plata para que tuviéramos cada día prácticamente 12 horas de metal ininterrumpida.

La sensación con la que se viene uno es maravillosa. Mucho más incluso que cuando asistimos a eventos donde las caminatas son interminables y el agobio por la aglomeración llega a ser asfixiante. En este caso el parking del Estadio Ruta de la Plata permite aparcar cómodamente a escasos metros de la entrada de un coqueto recinto que con gradas incluidas en el escenario principal resulta de lo más cómodo para disfrutar de las actuaciones. El segundo escenario se ubicó en el acceso al recinto, no teniendo que andar vagando por el desierto para llegar a tener la sensación de que uno ha entrado por fin en el festival.

El viento causó algunos problemas a la organización en la jornada inicial, aunque no se retrasaría el inicio de conciertos gracias al trabajo de la organización. Nos tocaron dos  jornadas de tiempo despejado, pero con unas temperaturas no excesivamente elevadas para la época, algo que se agradeció durante el día, aunque se echara en falta algún grado más a la noche, sobre todo en esta jornada del viernes, que refrescó de lo lindo sin llegar apenas a  los 10 grados una vez puesto el sol.

SOILENT:

Los ganadores del concurso del festival en la categoría senior Soilent prendieron la mecha de música del fin de semana. Una banda bastante rockera para un evento claramente más metalera, pero que amenizó bastante el arranque de festival con apenas media hora para exponernos su música.

SOILENT
SOILENT
SOILENT

AURITZ:

En el escenario principal Auritz se expusieron a un sol de cara para presentarnos una vez más su “Laino Eder Hori”. Un disco libro que les está reportando grandes satisfacciones con una causa loable que es el vivo ejemplo de una banda comprometida y sincera, conformada por unos veteranos a los que da gusto ver subirse a un escenario. Nos llevamos la sorpresa de encontrarnos con Cobelo (Kartzarot, Alex & Co, Ad Eternum…) en la batería.

AURITZ
AURITZ

La banda desgranó con total entrega, entusiasmo y su habitual calidad los temas de su trabajo discográfico, entre los que destacaría especialmente “Ilun” como uno de los grandes momentos, aunque temas como “Zin Dagizut”, con Mikel Bizar mostrando la bandera de Zamora, “Nahi” o el dedicado al recordado Bomber “Tillandsia”, con el guiño final a “Aces Of Spades” de Motörhead, fueron otros ejemplos de la categoría como banda de unos vizcaínos que se podrían sentir como en casa, con muchísimo público de Euskal Herria desplazado hasta el lugar. Si hasta la camiseta del Zamora Club de Fútbol que terminaría luciendo el vocalista tiene los colores rojiblancos para mayor afinidad. Ese Gora Zamora del final, lema que leímos en algunas camisetas, resultó hasta de lo más natural a 400 kms de casa.

AURITZ
AURITZ
AURITZ

ESCUELA DE ODIO:

Escuela de Odio repartieron cera de lo lindo de vuelta al segundo escenario. Los asturianos defendieron con uñas y dientes lo que vienen defendiendo durante 25 años, “El Espíritu de las Calles”, que sigue vivo no solo en las canciones más recientes, sino en todas las de su dilatada carrera y, por supuesto, en sus directos. El grupo se mostró con nervio el orgullo de esa cultura underground de la que se sienten plenamente orgullosos y de la que son unos excelentes representantes con sus letras contestatarias y su hardcore aderezado con algunos tintes muy thrash. Ideal para que la gente disfrutara en vivo.

ESCUELA DE ODIO

Temas recientes como “La Vergüenza de Europa” son claros exponentes de su incisiva actitud, como lo siguen siendo “Este Es El Momento”, el alegato contra la violencia de género “Una Vida Marcada”, “Puertas Cerradas” ante el drama de los refugiados, “Maquinas de Producción”, contra la explotación capitalista, un “Asturies Arde” incendiario en la recta final o una versión tan bien traída a su terreno como “Zu Atrapatu Arte” de Kortatu.

ESCUELA DE ODIO
ESCUELA DE ODIO

Una lucha que sigue sin tregua y con mucha munición para seguir disparando a discreción en conciertos como el de esta tarde en Zamora.

ESCUELA DE ODIO

SODOM:

Aun con un sol de justicia llegaba la primera banda internacional del cartel. Los míticos Sodom nos brindaron una actuación que no defraudaría a ninguno de los seguidores del metal de vieja escuela alemana del que ellos son auténticos abanderados. Tom Angelripper y sus chicos, sin grandes aspavientos, demostraron claramente el por qué siguen siendo reyes en este estilo, con una colección de clásicos que coparon su repertorio.

SODOM
SODOM

“Outbreak of Evil”, el celebrado “Nuclear Winter”, con los primeros pogos serios de festival asomando en el auditorio, “Blasphemer” o el final “Bombenhagel” dieron buena cuenta de lo hecho por la banda cuando se instauraban los cimientos de este estilo allá por los 80, sobre todo en aquella segunda mitad con discos como “Agent Orange” o “Persecuton Mania”, de los que participó el recientemente retornado a la banda Frank Blackfire en la guitarra.

SODOM
SODOM

También se prometieron alguna licencia como “Partisan” de su nuevo EP, pero siempre primando el disfrute de todos sus seguidores más tradicionales. Y eso, sobre todo en festivales, se agradece muchísimo por el personal.

SODOM
SODOM

TRALLERY:

El gran nivel general de las actuaciones se mantendría con Trallery. Los mallorquines son un grupo al que reconozco no haber seguido demasiado la pista, pero aluciné con el nivel técnico de un trío que tiene un par de álbumes de estudio en su haber. Se trata de un trío que no deja un solo hueco sin cubrir con un metal extremo técnico que no elude los antagonismos de guturalidad y melodía, con una labor tremenda en este aspecto de su bajista y cantante Humberto Pol, con el perfecto acople de los otros dos que no son mancos como Sebas Barceló en la batería y Biel Gayá en las guitarra.

TRALLERY
TRALLERY

Para mí un auténtico descubrimiento. Una banda con un estilo propio, original y técnicamente precisa.

TRALLERY
TRALLERY

SOILWORK:

No sé si catalogarlo de decepción, porque lo cierto es que Soilwork hicieron una solvente actuación, desplegando sus galas dentro del death melódico para regocijo de los seguidores del estilo. Pero lo cierto es que no sé muy bien si era la sensación por la llegada de la noche, una simple percepción mía o es que realmente resultaron bastante fríos. Profesionales a la hora de ejecutar los temas con Bjorn Strid buscando los pogos y los circle pits, pero sin que me pareciera que estuvieran poniendo toda la carne en el asador.

SOILWORK
SOILWORK
SOILWORK

Con temas como “The Moon Shoals” presentaron su nuevo disco “Verkligheten” por el que apostaron hasta el final “Stålfågel”, sin dejar de repasar a lo largo de ese recorrido algunos temas de una dilatada carrera en la que hay piezas angulares del death metal melódico de marca sueca. Pero pese a un sonido contundente y a un grupo muy compacto me dio la sensación de que fue una actuación con bastantes reservas.

SOILWORK
SOILWORK

VHÄLDEMAR:

Todo lo contrario de lo que ocurriría con Vhäldemar que montó una de las más memorables fiestas metaleras de todo el festival. Los vizcaínos salieron al caer completamente la noche a por todas, dando una auténtica lección de heavy metal. Una lección en cuanto a ejecución de cada uno de sus temas, no reñida con mostrar una cara desenfadada con el carácter particular que imprime un siempre histriónico Carlos Escudero.

VHÄLDEMAR
VHÄLDEMAR

Como bien dejó caer el propio vocalista a lo largo de la descarga, no son de tirar de los clásicos, sino que siguen apostando por su nueva obra, como ha hecho con cada uno de sus lanzamientos, con la seguridad de que en cada uno hay temas que tienen el gancho y el impacto necesario para no fallar en vivo. Ahí queda la muestra de un “Metalizer” que ya parece un clásico más de la banda y con el que arrancaron de la manera más atronadora, siguiendo con más temas de “Againts All Kings” como “1366 (Old Kings Visions Pt V)” o un “Howling at the Moon” donde la parte que en estudio correspondió a Ruben Miranda la realiza Jonkol, siendo sacado por Carlos de detrás de los teclados para que tuviera su protagonismo en el centro del escenario. Su labor en teclas y coros es brillante en Vhäldemar, batiéndose incluso en algún duelo con el maestro Pedro J. Monje para el que los calificativos se agotan.

VHÄLDEMAR
VHÄLDEMAR
VHÄLDEMAR

Para ese lucimiento hay que destacar que todo surge desde una acoplada base rítmica confirmada por un incombustible Jandro en la batería y un sobresaliente Raúl Serrano en su labor  de bajista  corista,  mientras que Carlos hacía de las suyas, bien poniendo a toda la concurrencia a aullar a la luna antes de la interpretación de “Howling at the Moon”, dándose un paseo entre el público mientras interpretaban “The Old Man” o dedicando como es habitual “Bastards” a todo aquel que se le vinera a la cabeza para que todos hiciéramos resonar el título  de la canción con cada dedicatoria especial antes de que la banda entrara a saco con el tema.

VHÄLDEMAR
VHÄLDEMAR

Con el púbico, que siguió su descarga de manera muy numerosa ya metido en el bolsillo solo quedaba rematar con clásicos en su trayectoria como ese “Energy” infalible al final de sus descargas. Cuesta describir con pocas palabras lo que supone una de sus descargas, incluso en un festival donde el tiempo apremia y el repertorio es más ajustado y en el caso del Z! Live cabe destacar que salvo alguna contada excepción el sábado todo fue muy cuadrado para cumplir con los horarios sin que se solaparan las actuaciones.

VHÄLDEMAR
VHÄLDEMAR

GAMMA RAY:

Tal vez por el subidón con el que veníamos del segundo escenario esta descarga de Gamma Ray no me impresionara tanto como la última vez que pude verles ya con su actual vocalista solista Fran Beck apoyando a Kai Hansen con el micro e incluso cogiendo el papel protagonista; o simplemente fuera que sencillamente la banda no estuvo a la misma altura. Nada tiene que ver en esta crítica la capacidad como vocalista de Frank, ni discuto que la banda tiene una colección de canciones tremenda, a lo que se suma el intacto carisma del rubio guitarrista alemán. Lo cierto es que no contar con la voz de Kai Hansen en el plano principal no me acabó  de convencer esta noche.

GAMMA RAY
GAMMA RAY

Es visible que el líder de la formación teutona no tiene sus cuerdas vocales para alardes, peo tampoco quiere dejar de imprimir su impronta en algunos momentos donde él se hace cargo de esa labor en solitario, mientras que otras veces se entremezcla con su compañero de tal manera que en algunos momentos no parecía quedar muy claro quién tenía que cantar cada parte o cuándo se hacía a coro, pareciendo por momentos algo improvisado.

GAMMA RAY
GAMMA RAY

Pese a ello no quiero catalogar de mala la actuación de Gamma Ray, que a simple vista diría que fue la más multitudinaria de todo el festival. La banda brindó para complacer a sus seguidores un completo concierto donde repasaron clásicos y nuevos temas de su discografía, arrancando fuerte con “Land of the Free” y “Masters of Confusion”, con unos rayos que ya alcanzaban y abducían a todos sus seguidores con bazas tan fuertes como “Garden of the Sinner” y “Heavy Metal Universe”, un himno ideal para atronar en este festival, sin dejar de lado otras grandes canciones como “Somewhere out in Space” o “Rebelion in Dreamland”.

GAMMA RAY
GAMMA RAY

“Heaven Can Wait” fue dedicado para el recientemente fallecido Andre Matos. y un final donde tras “Last Before The Storm” aun se reservarían hueco para acordarse de un último disco que ya data de 2014 con dos temas que, pensé, podrían bajar la intensidad de la descarga pese a tener un gran nivel, pero ya sabemos lo que pasa cuando se sale de los clásico, que la gente parece no conectar. Sin embargo, creo que tanto “Hellbent” como “Avalon” estuvieron a una gran altura y la gente no dejó de estar metida en la descarga. Eso sí, hubiera resultado extraño terminar así, por lo que se agradece que la banda regresara con “Send me a Sign”, eludiendo en esta ocasión algunos de los habituales temas de Helloween que tal vez tras la reunión de la calabaza Kai Hansen quiera quitarse de encima para los conciertos con su banda.

GAMMA RAY
GAMMA RAY

SARATOGA:

A Saratoga les tocó bailar con la más fea. A veces no son justas las circunstancias con bandas que han editado un disco tan flamante como “Aeternus” con el que dejan patente en estudio y en directo que siguen estando en un estado de forma tan espectacular como ya han mostrado en su gira por salas. Pero esta noche el micro de Tete se encargaría de hacerle imposible la vida a la banda y más en concreto al propio vocalista que acabaría librando una batalla para no desquiciarse del todo con un micro que en reiteradas ocasiones se negaba a mostrarnos su espectacular registro.

SARATOGA
SARATOGA

Y eso que la cosa pintaba muy bien de inicio con el arrasador “A Morir”, pero ya desde “Una Vez Fuimos Héroes” y sobre todo con “No Sufriré Jamás por Ti” la voz del vocalista cual Guadiana aparecía y desaparecía por arte de brujería. Pese a ello nada le quitó el lucimiento en una balada como “Acuérdate de mí” que ha cogido un protagonismo tremendo en sus repertorios, en detrimento en actuaciones más cortas como esta de algún otro tema que todo fan tenía en mente cuando a Jero le colocaban delante la acústica. Sin embargo creo que este fue el momento más redondo de la descarga con el vocalista enrabietado en la intensa segunda parte de la canción. Un tema que como ya vimos a su paso por Bilbao se hizo iluminado por los móviles del personal a petición del vocalista.

SARATOGA
SARATOGA

“Perro Traidor”, “El Olvidado de Dios”  y “Como El Viento” dieron carpetazo intentando remontar una accidentada actuación que solo nos deja con ganas de volverles  a ver de nuevo en un futuro próximo subidos a las tablas con el viento a favor, mostrando todas las condiciones que les siguen aupando al puesto de referencia en el heavy metal hispano que nadie les puede discutir.

SARATOGA
SARATOGA

HAMLET:

Con un frio que a esas horas ya calaba hasta los huesos Hamlet se dispusieron a rematar la traca de actuaciones del escenario principal. Una banda que da igual donde o cuando la ves, jamás defrauda en directo. Una vez más los madrileños golpearon contundentemente, ofreciendo a las primeras de cambio temas de su reciente “Berlín” como “Persiste, Insiste, Repite” o “Eclipse”, con Molly luciendo un buzo de faena de lo más curioso, haciendo lo que tan bien se le da, llevarse al publico de calle por condiciones vocales, físicas y carisma. Y es que una vez más tanto él como su banda lo dieron todo, pero es que mucho peso del espectáculo recae sobre un vocalista que se muestra en el escenario como si estuviera paseando por su casa. Es el hábitat en el que él es el rey. Un rey considerado con un público, al que no deja de premiar con un estado de forma sensacional, estrechando la mano de alguno de los asistentes de las primeras filas, aunque también pidiendo algunos tributos que retroalimenten ese continuo feed back como el de ver a la gente agachada en el suelo en “Denuncio A Dios” o pidiendo que se sacaran la manos de donde las tuviéramos para que aquello no decayera ya en la recta final de esta fría noche de viernes en lo climatológico pero muy caldeada en lo musical.

HAMLET
HAMLET

Se dejaría Molly caer entre el público con un “Limítate” siempre genial y la banda no perdería ni un momento la intensidad de una descarga en la que ya los temas más añorados por los fans se harían con el protagonismo hasta el final, como fueron “Irracional”, “J.F.” o un arrasador cierre en el que a “Habitación 106” le enganchan “Egoísmo” para dejar ya hecho cenizas un escenario al que no regresaríamos hasta el día siguiente.

HAMLET
HAMLET

EL RENO RENARDO:

Pero aun quedaba el fin de fiesta en el segundo escenario con El Reno Renardo, jugada que se repetiría al día siguiente con Gigatron, dejando ambos días para el final a dos bandas marcadas por el humor. El cuerpo ya me pedía descansar, con lo que no vi más que el arranque de los vizcaínos que sacaron muchas carcajadas con algunas versiones antes de que los heavies volviéramos a nuestros ataúdes sin que nos llegaran a pillar los rayos de sol. Que al día siguiente había que estar en las mejores condiciones para disfrutar lo máximo posible de un cartel que a quien suscribe no dejaba demasiado espacio para el descanso, puesto que el cartel al completo resultaba interesante.

EL RENO RENARDO
EL RENO RENARDO

Antonio Refoyo  (antonio@lamiradanegra.es)