CRÍTICA: LA BROMA NEGRA – JOYAS DE PRINCESAS MUERTAS

 

LA BROMA NEGRA

(Joyas De Princesas Muertas)

5/10

 

 

Si a una banda podemos aplicarle el calificativo de única esa es La Broma Negra. Un grupo genial que ha venido funcionando como dueto de voz y guitarra en los últimos años, quedando bastante cojas sus actuaciones en directo. Seguramente por ello, ya que tenían que llevar samplers para suplir la ausencia de una banda completa, decidieron jugar con los ritmos y los sonidos electrónicos. La experiencia la han llevado al estudio en un arriesgado recopilatorio de temas que encajarían en las pistas de baile de no ser por la poco habitual voz de Carlos Caballero.

En este terreno la guitarra de Alex Gómez prácticamente no tiene protagonismo, lo que les hace perder demasiados lazos con el rock. Entra en momentos puntuales, pero se ve absorbida por la cantidad de elementos introducidos desde el estudio. Bajo mi punto de vista, no le sienta demasiado bien este envoltorio a unos temas que transmiten tal crudeza, que tantos arreglos y sonidos añadidos hacen rebosar de artificialidad lo que tiene un corazón mucho más natural.

Yo me quedo con los temas originales, no porque al final no resulte curioso este “Joyas De Princesas Muertas”. Si ya les habían sacado todo tipo de parecidos, siendo un grupo imposible de calificar con palabras ya inventadas, en este trabajo me traen a la mente en “Balas Para Matar El Tiempo” a Juan Pardo, y en muchos momentos, como en “Sagrado Corazón” a Fangoria. No exagero. Como podéis comprobar el resultado no es muy rockero que digamos. Probablemente si la guitarra apareciera más… Aún así, hay cortes que brillan más que otros. Por ejemplo, el final “Fantasma” se rodea estupendamente de ese ambiente que dan las secuencias. Lo que pasa que es el último y se puede escapar después del empacho de electrónica y ritmos discotequeros que nos pegamos aquí. Lo más acertado es cuando esos arreglos llevan un estilo más orquestal, como en “El Buen Amor”. Porque si tendemos a temas de ritmo machacón, caso de “Los Niños De Dickens”, nos vamos a terrenos demasiado tendentes al ámbito musical prefabricado que nada nos gusta.

Lo que pasa que La Broma Negra tiene grandes canciones, con textos a los que les darás vueltas y más vueltas y con la personalidad de Carlos Caballero a la voz, que no puede evitar plasmar. Sin embargo, prefiero que se rodee de otra esencia que la que han querido dotar en este disco. Su voz cruda pinta mucho mejor entre sonidos manufacturados. Esa forma tan cruda de expresarse requiere de un colchón más artesanal. Esto es un experimento químico muy complicado de tragar para unos seguidores que ya se han abierto a una banda tan especial como esta, que ahora dan una vuelta a sus propios temas que choca demasiado con la naturaleza del grupo. Esperemos que no traiga efectos secundarios y la banda regrese por sus fueros en los nuevos temas, donde consiguen el punto de conexión perfecto con ese estilo que les diferencia.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello. Gaser Discos (www.gaserdiscos.com) (www.myspace.com/gaserdiscos)

Lanzamiento: 4 de noviembre de 2010

www.labromanegra.com / www.myspace.com/labromanegra