CRÍTICA: MI DULCE GEISHA – LA MAQUINA FUNCIONA BIEN

 

MI DULCE GEISHA

(La Maquina Funciona Bien)

8/10

 

 

 

Mi Dulce Geisha regresan a la actualidad discográfica con la edición de “La Maquina Funciona Bien”, un excelente trabajo de metal melódico donde siendo fieles  a su estilo muestran una importante evolución que ha convertido esta en una escucha más interesante que en el caso de lo ofrecido por la banda en el pasado. La producción de Pedro J. Monje ha sido espectacular, superando a mi modo de ver a lo ofrecido en “Rodeados De Serpientes”. Es increíble la nitidez con la que uno puede interpretar los textos, con la voz de Andrés brillando a su mejor nivel, pero también con un realzamiento del trabajo de todos sus compañeros a título individual y colectivo.

La bienvenida nos la da “No Seré Nunca Lo Normal”, que muestra la personalidad ya conocida por la banda, pero el siguiente “La Maquina Funciona Bien” ofrece diferentes matices. La banda ha crecido a nivel guitarrero, ofreciendo mayores aspectos solistas y tiene un punto algo más heavy, algo aun más remarcado en el potente “Es Por Ti”. La colaboración de Lorelei Green se hace notable en este último tema, al igual que en “La Luz Que Me Guía” y “Enséñame A Soñar”, dotando de mucho color a la obra. Pero si cabe se hace más patente este colorido en “Un Demonio En Mi Interior”, donde además de su voz femenina solista mete guturales Peter de Black Ocean Witness, encajando perfectamente dentro del estilo de “Mi Dulce Geisha” cuya música se ve así con mucha más amplitud de esta manera.

Pero no solo se trata de la aportación de las colaboraciones. La banda ha estirado bastante más su estilo, desde el plano más melancólico hasta el más luminoso. Este lado más positivista se deja notar en “Cambiar El Mundo”, un envolvente himno que cuenta con unos coros infantiles que hacen que su estribillo, con el cual entran directamente, cale hasta los huesos.

El piano de Jagoba Ormaetxea ambienta y siembra aun de mayor emoción al relajado pero intenso “Mi Ángel Triste”. Y como este es un disco de contrastes luego nos encontramos con puñetazos como “Nadie Nos Podrá Parar”.

Sin duda un álbum más completo que su predecesor, contando con un sonido fantástico pero también con unos músicos que han sabido plasmar al mismo nivel ilusión y calidad para hacer llegar a nuestros oídos un buen puñado de emociones a bordo de un potente metal melódico que se hace cada vez un poco más versátil y abierto, haciendo que la banda ofrezca en esta obra un crecimiento que debe de revalorizarles.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)