CRÍTICA: VINTAGE – LA PRÓXIMA HUIDA
VINTAGE
(La Próxima Huida)
8/10
A los nombres de Uzzhuaïa o Eldorado debemos colocarle a la misma altura a Vintage como la tripleta que de forma más visible ha reactivado el hard rock de corte más añejo. Estos ya muestran en su denominación que todo ese aroma de los clásicos de los 70 (o más atrás) lo llevan impreso, pero a la vez Vintage es una banda que suena actual. Una música que ofrece tal derroche de imaginación, tocada con tal pasión y con una desnudez que no oculta trampa alguna, nunca quedará relegada al pasado. Sonará osado, pero lo cierto es que, escuchando esta propuesta, uno piensa que lo que en su día nos ofrecieran Jimi Hendrix, Led Zeppelin o Deep Purple sigue creciendo en las manos de los músicos de Vintage. La evolución en la música no pasa por crear nuevos estilos, sino por llegar hasta los límites de la música desde una concepción tan pura que nos lleva hasta su misma raíz: el corazón de quien tiene capacidad para expresar lo que lleva dentro.
“La Próxima Huida”ya es un título adecuado para este trabajo. Es un disco que demuestra que los límites no existen para la originalidad, sea en el estilo de música que sea. Vintage demuestra una personalidad asombrosa en estos tiempos de buenos artistas, pero a los que muchas veces les falta ser reconocibles desde una primera escucha. La voz siempre ha sido un elemento característico y Pedro Zapata es uno de los pocos vocalistas de nueva generación que posee un registro tan personal. Además de eso es impresionante como no se limita a cantar sobre la instrumentación, sino que se funde con ella. Esa cohesión se aprecia en cada uno de los temas, con un sonido muy natural y sin retoques, pero especialmente en el extenso “Despacio II”. La banda muestra esta vertiente más profunda, pero también tiene temas de potentes riffs como “On Air” o “Ven”, con ese detalle final de coros y palmas a pelo. Las ideas fluyen con una espontaneidad que nos presta a la sorpresa y a no perder el hilo de lo que van sembrando sobre nosotros temas tan íntimos como “Semipez”, pero a la vez con una base tan roquera. Temas como “Moscas” llegan a tener un desarrollo elaborado y progresivo que nos hace apreciar más detalles de los que parece encerrar una banda de rock básico. Algo más directo como “Contrarreloj” ofrece dos caras de una misma moneda, alternándose sin brusquedades.
Vintage estira al máximo las posibilidades de este estilo. La sensibilidad y la fuerza van unidos en un disco capaz de hacer la genialidad de fundir sensaciones contrapuestas destacando por cada uno de sus extremos. Por eso es un disco que, con una base tan fiel al hard rock, no resulta nada cerrado a estilos; por eso dentro de su sencillez hay un mundo que descubrir y por eso suena tan clásico como contemporáneo. Algo a lo que la estupenda producción de Jorge Escobedo también ha podido aportar bastante, aunque lo que realmente se desprende de “La Próxima Huida” es que Vintage hace relucir con un personal brillo dorado todo lo que introduce en sus canciones.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN ADICIONAL:
