CRÓNICA: VILLA DE BILBAO (FINAL METAL)

VILLA DE BILBAO (FINAL METAL)

Incursed + Manipulation + Perpetual Night

19 – 10 – 18

Bilbao (Bilborock)

La contundencia sonora sería la tónica de la final de la edición número 30 del concurso Villa De Bilbao. A los sonidos extremos de Perpetual Night y Manipulation se sumarian los épicos y con tintes folk de Incursed, aunque no por ese tono más festivo los vizcaínos dejan de ser una banda cruda.

Desde Granada llegaron Perpetual Night para abrir esta traca de tres conciertos de media hora de duración cada uno. Con la ilusión reflejada en el rostro y el agradecimiento presente en todo momento por parte de la banda, nos despacharon con 5 contundentes piezas de su debut “Anâtman”, donde plasman un death de tinte muy actual construido en base a fortificados riffs y una voz agresiva que se suma a la maquina demoledora que conforma este cuarteto.

Como suele ocurrir en el Villa, la calidad de la propuesta está garantizada y Perpetual Night no defraudaron, demostrando su categoría en canciones como el homónimo “Anâtman”, “Nothing Remains”, “Raindrops”, “Wild” y “Absence Of Reality”, con los que dejaron temblando el suelo bajo nuestros pies.

Sin embargo, no les sería suficiente para ganar el concurso, quedando finalmente en segunda posición. Los que se llevaron el gato al agua serían los polacos Manipulation. Tal vez en parte por una puesta en escena menos rígida que la de sus predecesores, contando en este caso con un cantante solista que llena el escenario, se entrega y ruge como una fiera. Lo cierto es que la banda es pura actitud extrema.

Manipulation se mostraron titánicos en las artes de la caña más aplastante, con esa pincelada de originalidad y modernidad en su sonido para resultar más interesantes. Se deja notar una trayectoria ya larga, con tres LPs editados, aunque sorprendió que los temas que integraran su set list fueran todos ellos de su segundo “Passion”, que data ya de 2012. Esos fueron los casos de temas que reflejan a la perfección su sonido agónico como el inicial “Infinite Anguish” o el siguiente “Illusion Of Dominace”, con los que ya se les puso todo cuesta abajo, algo que no desaprovecharon haciendo que la bola se fuera agrandando con los sucesivos “Blindness” y “Weakness”. La asfixia ya sería absoluta con “Moment Of Death” y rematarían por si había dudas con “Selfishness”.

Concierto intenso en que la banda no dio tregua, y en el que ejecutó sus temas de forma aplastante, sin interrupciones y con toda la carne puesta en el asador. Posteriormente como ganadores del concurso tendrían oportunidad de ofrecer un bis sin poder contener su alegría tras la entrega de premios.

Si a Manipulation le fue todo rodado no ocurrió así con Incursed que tuvieron la mala suerte de tener una serie de problemas que condicionarían su actuación. Podemos dar fe de que los vizcaínos fuera de cualquier concurso han dado conciertos infinitamente más perfectos que el de esta noche. Algunos samplers parece que tuvieron la culpa. El caso es que con ello la banda perdió la concentración y no pudo estar cómoda en toda la descarga. Y media hora se pasa muy rápido como para enmendar errores propios o ajenos.

Aún así hicieron disfrutar a su público, con Jonkol bajándose del escenario teclado en ristre para hacer bailar a todos los presentes en “Beer Bloodbath” e incluso atreviéndose a formar un wall of death durante su descarga. Una fiesta que no va exenta de canciones tan completas como “Homeland”, con la que terminarían después de haber dejado constancia del buen nivel que ya le conocemos a la banda reflejado también en otras canciones como la escrita en euskera “Suaren Lurraldea” o “Cryhavoc!” de su más reciente obra “Amalur”, aunque sin olvidar piezas de pretéritos trabajos, plasmando un temazo de “Elderslied” tan redondo como “Heart Of Yggdrasil”. Canciones que exigen un buen nivel instrumental y mucho trabajo por parte de una banda empastada que además realiza una labor conjunta de voces muy trabajada. Todo esto sin dejar de hacer de sus conciertos una verdadera fiesta. Sin embargo, las circunstancias no le fueron favorables, pero dejaron constancia de una categoría reservada a los pocos que pueden llegar a una final de un concurso cuyo prestigio está más que justificado. Son muchos años descubriéndonos grandes bandas.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)