BEN POOLE

9 – 10 – 18

Bilbao (La Nube Café Teatro)

 

 

Como mucho más que una promesa hay que catalogar a este joven británico llamado Ben Poole, del cual ya hemos podido disfrutar en vivo en el pasado por nuestros escenarios. Vino con una formación de cuarteto a Bilbao a presentar en La Nube Café Teatro su nuevo trabajo “Anytime You Need Me”, volviendo a demostrar su sobrado talento como un ecléctico guitarrista que le pega al blues, al soul, a hard rock o al palo musical que le venga en gana de una manera impecable.

El guitarrista hizo las delicias de los presentes de principio a fin de una descarga de prácticamente 2 horas donde desplegó todo ese amplio abanico de recursos que expone este hombre para desde la tradición insuflar aire nuevo al rock de carácter más abierto.

Cabe destacar el talento y la calidad de los músicos que le acompañaron, con un teclista que en muchos momentos brilló en el plano solista a la par que el propio Ben Poole. Memorable el duelo que se marcan en la parte final de la actuación durante la ejecución de “Stay At Mine”, que ya hubiera sido un final espectacular, una perfecta simbiosis de virtuosismo y sentimiento sin límites, haciendo una buena piña los cuatro músicos, entre los que se respiraba esa química que les permite entenderse más allá de una ejecución cuadrada cada noche. Hay espacio para encauzar tramos instrumentales con cierta improvisación, algo tan olvidado en estos tiempos donde cada función parece tan estudiada

Aquí hubo total naturalidad, desprendiendo Ben Poole el carisma de quien está sobre un escenario como en su casa, dirigiendo a su banda sobre la marcha con plena solvencia por parte de unos músicos que no por estar a las órdenes del jefe dejaron de deslumbrar con su calidad individual, con espacio para el lucimiento personal siempre dentro de un camino bien trazado para llevarnos bajo su hipnotismo durante toda la descarga, sin perder atención al trayecto, con paisajes de lo más variados.

Así que aquello comenzó a fluir desde “Let´s Go Upstairs” con ese adictivo ritmo un tanto funky, dando paso a todo un recital de técnica y sentimiento, fundiendo eclecticismo dentro de un alma blues, con un revestimiento que puede llegar a abarcar aires hard rockeros en su forma de cantar, con una voz limpia y elegante. De esta manera los cuatro músicos se llevaron de calle a la parroquia. Tanto es así que el personal no dejaría a la banda marcharse del escenario sin un bis, como debe ocurrir en las grandes ocasiones.

Y a veces esas grandes ocasiones no se viven en recintos multitudinarios. Puede ser un martes a la noche en un lugar recogido, como La Nube Café Teatro, donde se están viviendo noches mágicas como esta. Y es que esa cercanía y ese calor también es un plus que nos permitió ver a un palmo de nuestras narices la forma en la que un músico de categoría especial es capaz de mover las seis cuerdas de sus Fender y Gibson, alternadas como los brindis con las primeras filas con los vasos de whisky y cerveza.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)