CRÍTICA: DESASTRE – NO HAY SITIO PARA NADIE MÁS

 

DESASTRE

(No Hay Sitio Para Nadie Más)

8/10

 

 

 

Los de Usera llegan en plena forma a su treinta aniversario con un séptimo disco de estudio. Una obra donde Desastre sigue enarbolando ese rock urbano sincero y personal, que sin salirse de los cánones del estilo de la calle que siempre han practicado, no sigue la estela de nadie. Y es que a estas alturas huelga decir que ellos han creado su propia firma, que merecen su propio hueco a pesar de que su carrera se haya desarrollado con una humildad y modestia que disimula el verdadero peso que la banda debe tener en este estilo de música.

Se han marcado un redondo y variado trabajo donde la voz de Alfonso nos sigue contando con total realismo su visión de un mundo cruel con la sensibilidad que siempre ha plasmado en sus canciones. Sensibilidad ensalzada por la fuerza del rock, que en este caso llega a tener tintes heavies en el inicio con “La Cometa Azul”. Ese afilado riff se te clava hasta el corazón, como su texto enfocado hacia el bullying. “El Circo” muestra un tono burlesco en el aspecto musical que pega perfectamente con el texto, tirando de ironía posteriormente en “No Hay Sitio Para Nadie Más”, donde a golpe de puro rock urbano se resumen un buen puñado de situaciones de nuestra actualidad.

Tampoco se olvidan de historias cotidianas y tan cercanas como “La Princesa De Usera”, volviéndose mucho más toscos en la expresión de “No Les Creas”, con la iglesia como foco en este caso. La misma institución sigue de fondo en “Las Arenas Del Tiempo”, aunque en este caso centrándose en una historia personal. Y así llegamos a uno de mis temas favoritos, un “En El Sur” donde se ataca a la mafia farmacéutica a ritmo de reggae. Cuando el tema rompe se mercan unos solos de guitarra sensacionales en un tema adornado con vientos con un gran resultado en todos los aspectos.

Pero en la obra también hay sitio para la fiesta, como en el bailable “Super Funky Love Machine”. Y siguen con balas en la recamara en la recta final, y nunca mejor dicho con el certero “Dispárame”. Otro de los cortes más emotivos es “Aylan”, cuya imagen quedó grabada en nuestra mente y que con ciertos arreglos de hammond refleja con emotividad Desastre en un tema que trata sobre los que huyen de la guerra. Pero nuevamente le dan un vuelco a la escucha con un ska en el final “Tabernera” de nuevo tirando de su punto más sarcástico, que también lo tiene esta banda de rock urbano que sigue caminando, con más sentido hoy si cabe que hace 30 años y con mucho mérito acumulado a lo largo de todo un camino al que siguen sumando con “No Hay Sitio Para Nadie Más”.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Rock Estatal Records

www.desastre.com.es

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