CRÓNICA: KILLUS + EON

KILLUS + EON

20 – 04 – 18

Barakaldo (Mendigo)

El Mendigo de Barakaldo recogió este viernes de abril las actuaciones de dos bandas que se están labrando un nombre cada vez más importante en un panorama actual que necesita de este tipo de sacudidas sonoras y visuales. Lo de visuales sobre todo lo comento por unos Killus cuyo espectáculo prometía, ya que en mi caso era la primera vez que veía a los de Villarreal, a pesar de que llevan ya una interesante trayectoria de 6 discos y directos de los que no dejan indiferente a nadie. Por otro lado Eon, en un estilo diferente, también es una banda que está a la vanguardia del actual panorama metalero, con un directo igualmente impactante, aunque presentándose mucho más al desnudo a nivel visual. Diferentes formas de expresión

Los madrileños Eon fueron precisamente los primeros en aparecer en el escenario, desplegando un potente directo con un sonido tremendo. Alto pero sin saturaciones, nítido, impactando de lleno sobre los presentes que en buena medida habían ido a ver a Killus. Un poco mas de arrope del personal merecía la entrega y la calidad de Eon.

Sin embargo, la banda brindó un impactante directo donde desgranaron un puñado de temas de su segundo trabajo “Médula”, donde han consolidado un estilo personal que alberga desde el metal extremo hasta algunas melodías vocales asequibles, con una base instrumental fundamentalmente metalera que pega con una fuerza arrasadora. Y como apreciamos la banda no defrauda en directo, destacando en el micro el papel de Diego Cardeña, que se exige muchísimo con la alternancia de registros guturales y melódicos, sabiendo no solo ejecutarlos sino transmitir la emoción de los temas. Puede que el mejor ejemplo estuviera justo al final de su descarga con un tremendo “Victima” donde el vocalista tiró de profundidad y potencia de una manera espectacular, secundado por una banda compacta que no pierde el tiempo en florituras, pero que suena como un auténtico cañón.

Antes de eso la banda dio buena cuenta de su estilo y de los temas de su segunda obra editada hasta la fecha, que con la entrada de nuevo vocalista y la consolidación de un estilo marca un punto y aparte con respecto a su debut, de ahí que tiraran de esos nuevos temas como fueron “Edén”, “Nébula”, “Soma”, “Verbo”, “Insomnia”, “Duramadre” y “Placebo”, todas ellas ejecutadas con mucha fidelidad al disco, que ya nos predispone para un directo potente, aunque luego esas altas expectativas hay que cumplirlas. Y vaya si Eon cumple con ellas.

Los que ya llevan tiempo cosechando grandes críticas de sus discos y, especialmente, de sus directos son Killus, que hoy presentaban su sexta obra “Imperator”, cierre de una trilogía dedicada al terror que arrancaron en 2013 con la edición de “Feel The Monster”. Precisamente a esa trilogía confeccionada por los dos discos mencionados y el intermedio editado en 2016 “Ultrazombies” dedicaron buena parte de su repertorio de esta noche, con algún añadido de su debut “God Bless Us”, tal vez como detalle con el que fuera su productor de aquel debut de 2007 Carlos Creator, presente en la sala y al que dedicaron de aquel disco “Rape Your Dreams” ya mediado el concierto.

Para entonces ya habíamos sido testigos de la espectacularidad de la banda, pero no solo por el hecho de que muestren una fuerte imagen donde el maquillaje y la indumentaria son fundamentales, puesto que esto de nada serviría si el grupo no fuera capaz de sonar como lo hace. Son una autentica maquina de demolición de locales, donde nadie puede permanecer impasible ante lo que ofrece un grupo que además muestra en escena una química que denota la trayectoria de una banda que cuenta en sus filas con los miembros fijos en todos y cada uno de sus trabajos Premutoxx en el bajo, Ruk en la guitarra y Supersixx a la voz. Nano está en la batería y en los últimos años han incorporado a Kun como un segundo guitarra que fortifica las bases sólidas de su metal industrial, deudor de los más grandes en el estilo, recordando a todos ellos, pero a la vez consiguiendo una cohesión que les hace suficientemente personales.

“The Last Passenger” y “White Lines” abrían la noche rescatando un par de cañonazos de su anterior disco, haciendo esperar el primer tema de su nueva obra, que llegaría en tercer lugar con “The Army Of Dead Soldier”. Solo tres temas y el público ya se rendía a los pies de una banda que es todo un espectáculo en vivo y que además hace partícipe a un público que no cesaría en su movimiento, pogos incluidos.

De su nuevo “Imperator” me pareció especialmente impactante “Rostov”, puede que uno de los futuros clásicos de la banda. “Dead Revolution” sería el primer momento de los dos en los que la banda se acordaría de su debut. “Let Me In” y “Stranger Things” continuarían con la presentación de “Imperator”, este último todo un homenaje a la serie de televisión que la banda quiso recalcar. Al que no le guste no tiene ni puta idea. Somos de Once y luchamos contra el Demogorgon.

“Bastards” fue uno de los temas más directos e impactantes de un concierto que estaba llegando al final sin que apenas nos diéramos cuenta, como suele ocurrir con las cosas buenas. “Imperator” fue una adecuada continuación al trepidante ritmo de este tramo de la descarga, con el público sin parar de disfrutar ante una banda entregada que dominó perfectamente la distancia corta de un pequeño escenario, pero la cual tiene capacidad para ganarse puestos en lugares mucho más grandes.

“Satanachia”, “Ultrazombies” y “Feel The Monster” fueron la tripleta que selló definitivamente la gran actuación de Killus en este paso por Barakaldo. Se seguirán dejando ver en diferentes lugares, como en el Z Live! de Zamora, donde espero repetir la experiencia, en circunstancias muy diferentes a las de un recinto pequeño, de ver a un grupo que se gana a cada paso el reconocimiento como la banda de referencia del metal industrial en España, aunque su nivel sobrepasa esas fronteras con creces.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)