ZENTE

(V)

8/10

 

 

 

Lo burgaleses Zente regresan con un nuevo disco fiel a los cánones tradicionales a los que siempre han servido con su música. Esta banda formada en 1994 lleva una carrera en la sombra que no por ello deja de ser brillante. “Queda Mucho Por Andar”, “Alma Libre”, “Regreso Al Planeta Rock” y el homónimo “Zente” han sido los cuatro discos editados por la banda en estos 24 años. Y como no hay quinto malo suman  a su carrera este “V”. Un trabajo al que le puedo aplicar un tanto de lo dicho con su anterior disco. Este es un disco de los 80 publicado en pleno siglo XXI. Aunque es verdad que no es justo enclaustrar a la música en una sola época, de alguna manera tengo que hacer entender que Zente rezuma el mejor aroma del rock duro más tradicional. Y qué bien pasa el tiempo por nuestro estilo de música cuando una banda es capaz de aplicar esa fórmula con el espíritu más genuino sin sonar para nada trasnochada. Y vaya si Zente lo consiguen.

Consiguen que algunos tópicos, como el rock y la carretera o el rock y una buena fiesta, resulten completamente frescos. Incluso necesarios si de lo que se trata es de transmitir de entrada el mejor rollo. Así se arranca el disco con “Velocidad” y “Barra Libre”. Dos temas con mucho gancho, adictivos, con grandes estribillos, la voz limpia de Manuel aportando personalidad y muy buenos solos de guitarra.

“Mal Remedio” deja claro que la obra no va a cejar a la hora de ofrecer diversidad. Porque la banda es de lo más tradicional, pero eso no supone anclarse para nada. Y aunque la cuna pueda estar en el rock estatal, dado que cantan en castellano, esas guitarras tienen un aroma sleazy muy americano.

“Todo Se Perdió” tiene un mensaje más hiriente y reflexivo, pero sigue siendo una explosiva pieza de hard rock. Mientras que “Ya No estoy Allí” es una balada que empieza con unas excelentes guitarras, dejando que luego el tono acústico reine hasta que el tema comienza a tomar fuerza meciéndonos hasta el final. Un poco más de cachondeo llega con “Pierna Creciente / Falda Menguante” dando paso a toda una declaración de principios como “Si Digo No”, que arranca en plan muy tranquilo para estallar en un tema de mucha pegada.

Un aire de añoranza recoge la melódica “Las Noches Susurran Tu Nombre”, dando  paso a un rockero y luminoso “Dulce Enfermedad”, con el toque especial que impregna el talk box ejecutado por Javi. Qué juego, por cierto, dan en este disco sus guitarras al lado de las del propio Manuel. Uno de los puntos donde la banda ha encontrado una evolución. Salvo algún aporte puntual, el teclado desaparece para dar paso a un disco muy guitarreo, básico en ese aspecto, pero con pinceladas de mucho color.

La obra se cierra con el himno “Una Sola Voz”, cuyo final a coro y a capela es el remate para convertirlo en un tema que en directo puede dar mucho juego. Todavía nos queda el bonus track con la versión orquestada de “Todo Se Perdió”, que da otro punto de vista que tampoco le sienta nada mal a una banda de rock muy tradicional, pero que si tiene la posibilidad de ornamentar sus piezas, sabe hacerlo así de bien.

Simplemente un trabajo espectacular en este estilo. Para muchos igual un tanto anclado en el pasado, pero en ningún sentido se podrá decir que no es una gran obra en esta tesitura. Un disco que no puedo menos que recomendar a todo aquel que añore el heavy rock de puro aire ochentero. Vamos, si te dicen que este disco se publicó en aquella época y que se ha remasterizado en la actualidad lo creerías. Incluso pensarías que te llevas para casa una joya que faltaba en tu discografía. Porque si te gusta el puro rock duro en castellano, créeme que es imposible que no te rindas ante lo que Zente te ofrece.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

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