CRÓNICA: MOVEMBER FOOD & ROCK – LOQUILLO + ROSENDO + RAMONCÍN

 

MOVEMBER FOOD & ROCK (Primera Jornada)

 

LOQUILLO + ROSENDO + RAMONCÍN

10 – 11 – 17

Santander (Palacio De Los Deportes)

 

 

En este 2017 ha nacido el Movember Food & Rock con una primera edición que podemos catalogar de exitosa sin ninguna duda. Una primera edición que apuesta por una fórmula de festival no muy habitual, alejado de la época estival y no conformándose con lo habitual en otros casos de salas de pequeño o medio aforo, sino buscando una mayor relevancia en un recinto grande como el Palacio de los Deportes de Santander, contando con un cartel no muy nutrido de bandas pero sí de lo más interesante. Además, con objetivos que van más allá de las actuaciones incluidas dentro del recinto, programando actividades extras que debían hacer respirar a Santander rock para todo el que se acercara a los aledaños del recinto durante tres jornadas, ya que a las actuaciones del cartel se sumaban actividades que llegarían hasta el domingo, día de resaca de los grandes conciertos programados en el interior del pabellón.

RAMONCÍN
RAMONCÍN
RAMONCÍN

La jornada del viernes, con la salvedad del tributo a U2 Achtung Babies, que no entra dentro de nuestras preferencias, se centraba en el rock estatal con tres grandes nombres como los de Loquillo, Rosendo y Ramoncín. Tres solistas de los que no pueden dejar indiferente a nadie y que son historia viva del rock en este país, independientemente de las opiniones encontradas que puedan suscitar en algún caso por temas musicales o extra musicales.

RAMONCÍN
RAMONCÍN
RAMONCÍN

Porque es cierto que abría el festival un Ramoncín en proceso de recuperar la relación con el público más rockero, mucho del cual ni recuerda lo que fue este hombre a finales de los 70 y sobre todo en unos años 80 donde fue una de las figuras más relevantes del rock estatal. Mucho daño le han hecho sus años coqueteando con el negocio y la farándula, pero justo es reconocer que su legado musical es grandísimo y que, por qué no, le pueden quedar muchos buenos capítulos que ofrecer sobre los escenarios.

RAMONCÍN
RAMONCÍN
RAMONCÍN

Sin embargo, la confianza entre él y el público será difícil retomar. Puede que por ser el que tuvo que abrir la noche, porque el sonido no le acompañó o porque hay quien le mira con recelo, lo cierto es que no llegó a conectar de lleno con el personal. Y eso que preparó un repertorio plagado de clásicos donde no faltaron “Putney Bridge” para comenzar con el mejor aroma de los buenos tiempos. De hecho, entre alguna pieza más reciente hubo un puñado de temas tan clásicos como “Estamos Desesperados”, con su famosa armónica saliendo a relucir; “Reina De La Noche”; “Como Un Susurro”, donde en su día Ramoncín contó con la colaboración ni más ni menos que de Brian May de Queen; “La Cita De Los Domingos”; “Forjas Y Acero”; y el final con “Al Límite” y “Hormigón, Mujeres y Alcohol”. No me creo que alguien con cierta edad no haya cantado alguna vez eso de litros de alcohol, corren por mis venas, mujer…

RAMONCÍN
RAMONCÍN
RAMONCÍN

Menudo repertorio y eso que faltó tiempo para mucho más. Y no quiero desmerecer a temas de sus más recientes trabajos como un excelente “10 Segundos” o un “Miedo A Soñar” del homónimo disco del 98 que pese a ser un tanto más desconocido fue uno de los grandes momentos de esta descarga que supo a poco, que se quedó bastante coja en el sonido y en la que, también hay que decirlo, puede que se note que el Ramoncín de hoy en día no tiene el punch de aquel chaval rebelde, descarado, provocador y subversivo de los años 80. La propuesta que lleva con una banda excelente donde el teclado es fundamental y el violín también ornamenta muchos de los temas busca una elegancia muy diferente. Una evolución que podría ser lógica si miramos al pasado de un tipo que fue considerado pionero del punk y que con el tiempo dejó excelentes obras de rock & roll mucho más sutil. Eso requeriría más tiempo para explayarse y desenvainar algunos de los clásicos que se quedaron en el tintero esta noche, con lo que sabiendo que a sus 62 años y con todo lo pasado será difícil que vuelva a recuperar aquella actitud, me deja con ganas de verle en un show completo.

ROSENDO
ROSENDO
ROSENDO

Muy diferente es lo que nos expone Rosendo. El de Carabanchel ha ido a piñón fijo toda su carrera, consecuente pero siempre sabiendo reinventarse en sus sagaces textos, sin perder el sentimiento del rock urbano que con sus Leño él patentó hace ya muchas décadas. Y esa es la línea que ha seguido trasladándola a directos tan contundentes como el de esta noche en Santander.

ROSENDO
ROSENDO
ROSENDO

Además, nos sacó de dudas sobre si el recinto podía tener buena acústica. Alto y claro sonó el trio en el que la base de Rafa al bajo y Mariano a la batería es un seguro de vida para que Rosendo se muestre tan natural como siempre con ese registro tan personal, perfectamente entendible, que comenzó a descargar uno tras otro temas de su vieja y nueva discografía.

ROSENDO
ROSENDO
ROSENDO

Habría que esperar a mediada la actuación para escuchar algunos de sus clásicos más conocidos, pero de entrada “Aguanta El Tipo” fue una premonición de lo que vendría, derroche de actitud de calle de un tipo que sigue desenvolviéndose con una humildad que contrasta con la grandeza que la historia del rock le reconoce. “Cuando”, “Muela La Muela” y “No Dudaría”, versión de Antonio Flores, fueron los siguientes, siendo este himno conocido por todos de lo más coreado por el personal, aunque no competiría con lo cásicos que estaban por llegar.

ROSENDO
ROSENDO
ROSENDO

Tras algunos temas nuevos como “Soy” o “Cúrame De Espantos”, Rosendo defendió diferentes épocas de una trayectoria que guarda buenos temas en cada una de sus etapas. Ahí quedaron “Amaina Tempestad”, “Vergüenza Torera”, sabiendo rescatar algún clásico como “…Y Dale!”, antes de seguir defendido su nueva obra con “Que Si Vengo Que si Voy”.

LOQUILLO
LOQUILLO
LOQUILLO

El punto de inflexión lo marcaria un “¡Qué Desilusión!” que Rosendo presentó como una canción de cuando yo era así de chico. El tema de Leño hizo retumbar el pabellón y fue el preámbulo al enorme “Flojos De Pantalón”, cuyo solo disfrute ya merece el acercarse a una actuación de Rosendo. Considero que es una de las mejores canciones del rock en habla hispana. Pero si es que además todo el repertorio va rodado en un concierto sin tacha solo queda rendirse a sus pies. Incluso cabe destacar el efecto de “Masculino Singular”, que levantó muchísimo al personal, siendo ya un tema registrado en el presente siglo pero capaz de ocupar un lugar de honor en el repertorio antes de los infalibles “Pan De Higo”, “Agradecido” y “Navegando A Muerte”, con el que se despedían para regresar entre el reclamo general con un “Maneras De Vivir” que, huelga decir, levantó incluso al público de las gradas, desde donde se podía disfrutar, al igual que desde cualquier punto en la pista, perfectamente de las actuaciones, con dos pantallas a ambos laterales del escenario para no perder detalle.

LOQUILLO
LOQUILLO
LOQUILLO

Claro queda el merecimiento de los galones ganados a lo largo de toda una carrera, pero sobre todo y más importante la capacidad de poder seguir llevándolos hoy con orgullo y seguir escribiendo una nueva página de su historia en cada nuevo trabajo, subiéndose a los escenarios con tanta humildad como grandeza transmite el señor Rosendo Mercado.

LOQUILLO
LOQUILLO
LOQUILLO

Loquillo aparecería sobre las tablas media hora más tarde de lo anunciado y terminaría con una hora de retraso debido a que el cantante catalán se extendería más de dos horas sobre las tablas, cuando en principio en el cartel se le daba hora y media. Si se saltó las normas o no, el caso es que dejó completamente satisfechos a sus seguidores que no echarían en falta demasiadas canciones clásicas una y mil veces coreadas, aunque esos momentos, fundamentalmente de la época de Trogloditas, se alternarían con momentos de mayor bajón emocional en el caso de temas de su discografía más reciente o simplemente algunos temas menos populares.

LOQUILLO
LOQUILLO
LOQUILLO

No se hicieron de rogar demasiado esos temas, con “El Rompeolas” cayendo bastante pronto, tras un arranque con “Salud Y Rock & Roll” donde Loquillo y su banda salieron a dar lo mejor de sí. Te puede gustar más o menos la forma en la que enfoca sus conciertos, con una actitud bastante diferente a la que los propios Trogloditas hacen a día de hoy de manera paralela, pero lo cierto es que poco más se le puede pedir tanto al vocalista como a una banda excelente que brilló mucho más que en un Azkena Rock Festival donde aun de día la banda no transmitió lo mismo que esta noche.

LOQUILLO
LOQUILLO
LOQUILLO

Cabe reconocer la entrega del cantante en temas tan míticos como “La Mataré” o en “Carne Para Linda”, cuando se bajó hasta el foso para dar la mano a la gente de las primeras filas, con alguna sorprendente versión como “Rey Del Glam” de Alaska Y Dinarama, que animó al personal, y un final donde no faltaron los móviles alzados grabando momentos como “El Ritmo Del Garaje”, “Feo, Fuerte Y Formal”, “Rock & Roll Star” y, cómo no, “Cadillac Solitario”, con el que definitivamente terminó una actuación de unos 26 temas si mis cuentas no fallaron. Generoso con un público que pudo salir satisfecho de esta primera jornada de festival, a la que aún le quedaba un tributo a U2, Achtung Babies, que no pegaba demasiado con el cartel rockero del día, algo que también ocurriría al día siguiente con los indies The Primitives cerrando un cartel hard rockero. Puede que para abiertos de mente un contrapunto para acabar el día, pero lo cierto es que colocarles para cerrar presagiaba desbandada general.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)